Empieza en Alemania el primer juicio por torturas en Siria
23 de abril de 2020
El juicio a dos presuntos miembros de los servicios de inteligencia sirios, el primero en el mundo por torturas imputadas al régimen de Bashar Al Asad, empezó este jueves en Alemania.
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El principal sospechoso, de 57 años, excoronel de la Seguridad de Estado de Siria, está acusado de crímenes contra la humanidad. La justicia le atribuye la muerte de 58 personas, la tortura de al menos otras 4.000, una violación y una agresión sexual agravada cometidas entre el 29 de abril de 2011 y el 7 de septiembre de 2012 en el centro de detención Al Khatib de Damasco, del que era responsable.
El otro acusado, de 43 años, compareció en la audiencia con la cara cubierta con una máscara. Se le atribuye complicidad en crímenes contra la humanidad por haber participado en el arresto de manifestantes que fueron llevados a esta prisión, entre el 1 de septiembre y el 31 de octubre de 2011.
Los dos hombres, en detención provisional desde su arresto el 12 de febrero de 2019, huyeron de su país y luego fueron a Alemania, donde habían pedido asilo como han hecho miles de sirios desde 2011, cuando empezó la guerra en el país.
Uno de ellos afirma haber desertado a finales de 2012 y, según varios medios, se unió a la oposición en el exilio antes de llegar a Alemania, el 26 de julio de 2014. Se expone a una cadena perpetua.
Advertencia contra la impunidad
El fiscal, Jasper Klinge, aseguró en sus alegatos iniciales que este exmilitar "conocía la amplitud de las torturas" perpetradas en el centro de detenciones bajo su responsabilidad.
El juicio, bajo estrictas medidas de seguridad, se celebrará hasta al menos mediados de agosto en el tribunal de gran instancia de Coblenza.
Para juzgar a los sirios, Alemania aplica el principio jurídico de la competencia universal, que permite a un Estado juzgar a los autores de crímenes sea cual sea su nacionalidad y el lugar donde fueron cometidos los crímenes.
Este juicio debería "servir de advertencia para los que actualmente cometen abusos en Siria, nadie está por encima de la justicia", dijo Human Rights Watch (HRW). Por su parte Amnistía Internacional lo considera "una etapa importante en la lucha contra la impunidad en las gravísimas violaciones de los derechos humanos cometidas en Siria".
Los investigadores se basan en los testimonios de las víctimas que sobrevivieron a las condiciones de detención "inhumanas y degradantes", según la justicia, y lograron llegar a Europa.
A pesar de que el gobierno sirio niega la tortura, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) asegura que al menos 60.000 personas murieron bajo tortura o por las durísimas condiciones de detención en las prisiones del régimen.
er (afp, dpa)
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Idlib, Siria: un desastre humanitario
El ejército sirio, apoyado por Rusia, está bombardeando la región de Idlib, en el norte del país. Los refugiados huyen hacia la frontera turca. La ONU advirtió sobre un inminente "baño de sangre".
Imagen: picture-alliance/AA/E. Hacioglu
En pleno escape
El tráfico es fuerte en las carreteras que se dirigen al norte a través de la región de Idlib, hacia la frontera turca. Los soldados del régimen de Al Assad avanzan desde el sur y el este, asistidos por sus aliados rusos e iraníes. Algunos grupos rebeldes sirios son apoyados por Turquía, que también tiene sus propios soldados en la región. Pero la gente común solo quiere llegar a un lugar seguro.
Imagen: Reuters7K. Ashawi
"El horror se ha multiplicado"
Casi 1 millón de personas han sido desplazadas desde diciembre. Según el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, "el horror se ha multiplicado" en las últimas semanas. Las líneas del frente se están cerrando y están provocando grandes movimientos de personas en solo unos pocos días. Al Assad quiere expulsar a la población civil de Idlib y se moviliza para capturar este último bastión rebelde.
Imagen: Reuters/K. Ashawi
Bombardeada a pedazos
Maaret Al Numan y sus alrededores han sido en particular gravemente afectados por los ataques. La ciudad ha sido bombardeada a pedazos y está prácticamente desierta. La importante carretera M5 pasa por aquí, desde Damasco, a través de Alepo, y hasta la frontera turca. La mayoría de los que huyen intentan llegar a Turquía, pero la frontera está cerrada.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Said
Esperando en la frontera
Alrededor de 100 personas, incluidos 35 niños, murieron en los bombardeos solo en las primeras dos semanas de febrero, según la ONU, que ha denunciado el "desprecio flagrante por la vida y la seguridad de los civiles". La familia de la foto huyó a la frontera turca hace meses. Están viviendo en el campo de refugiados de Kafr Lusin y se aferran a la esperanza de que Turquía los deje entrar.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Medio millón de niños en emergencia
Se estima que alrededor de la mitad de las casi 1 millón de personas que han huido son niños. Del resto, la mayoría son mujeres. No hay suficientes albergues en la frontera turca para todos y muchos refugiados viven en tiendas de campaña. Los campos a menudo se levantan a toda prisa y están muy hacinados. La gente duerme en las puertas y en pedazos de cartón, a veces a temperaturas bajo cero.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Alimento y medicinas escasas
Los que han podido encontrar una tienda de campaña la comparten con hasta una docena de familiares. La medicina se está acabando en muchos de los campamentos, y los alimentos básicos y la ropa también están escaseando. Los médicos informan que muchos niños sufren de malnutrición, algunos incluso mueren de hambre. El frío también está pasando factura: algunas personas se han congelado hasta morir.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Refugio en una escuela
Muchos niños en la región ya no pueden ir a la escuela, por lo que algunos edificios escolares han sido reutilizados. La escuela de la foto fue convertida en un refugio. Incluso los campos de refugiados son a veces blanco de los bombardeos.
Imagen: Getty Images/B. Kara
Tratando de alcanzar la seguridad
La ruta ilegal a través de la frontera con Turquía es costosa y casi nadie puede pagarla. Los contrabandistas están cobrando a las personas hasta 1.800 euros. Los que se atreven a intentarlo arriesgan sus vidas: los guardias fronterizos turcos tienen cámaras térmicas para ayudarlos a detectar las personas que intentan cruzar. Y a veces disparan a los refugiados que intentan escalar el muro.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Buscando dignidad
La ONU ha dicho que la situación en Idlib podría ser el mayor desastre humanitario del siglo XXI. Nadie sabe si habrá o no un alto el fuego. A los refugiados no les importa quién ponga fin a la guerra, solo quieren una vida con seguridad y dignidad para ellos y sus hijos. Una cumbre entre Turquía, Rusia, Francia y Alemania, prevista para el 5 de marzo, está ahora en peligro.