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Empleado de museo de Múnich roba obras para darse lujos

26 de septiembre de 2023

El autor de los robos fue sorprendido luego de repetir el mismo modus operandi, y ya recibió sentencia.

La pintura "La fábula del Rey Rana" muestra a una joven mujer de cabellos largos, ligeramente inclinada
La pintura "La fábula del Rey Rana", de Franz von Stuck Imagen: Fine Art Images/Heritage/IMAGO

Un empleado de un museo de Múnich confesó haber sustituido varias pinturas almacenadas en un depósito por falsificaciones, y de haber subastado los originales. El Tribunal de Distrito de Múnich declaró culpable al hombre de 30 años de tres casos consumados y un intento más de venta ilegal de bienes culturales y lo condenó a una pena de prisión de un año y nueve meses, anunció el tribunal el lunes.

El tribunal también ordenó la confiscación de más de 60.000 euros (63.500 dólares) en concepto de indemnización.

¿Qué pinturas fueron reemplazadas?

El imputado fue empleado técnico desde mayo de 2016 hasta abril de 2018 en el museo y tenía acceso al almacén donde se guardaban los cuadros. Según el tribunal, sustituyó el cuadro "Das Märchen vom Froschkönig" ("La fábula del Rey Rana") de Franz von Stuck por una falsificación.

Fingiendo que la pintura había pertenecido a sus bisabuelos o abuelos, ofreció el original a subasta en una casa de subastas de Múnich, que vendió la pintura por 70.000 euros (74.000 dólares) a una galería en Suiza. De la fraudulenta operación quedaron 49.127,40 euros en efectivo, después de deducir los gastos de la subasta.

El hombre también robó del almacén del museo los cuadros "Die Weinprüfung" ("La cata de vino") de Eduard von Grützner y "Zwei Mädchen beim Holzsammeln im Gebirge" ("Dos muchachas recogiendo leña en las montañas") de Franz von Defregger. Estos dos cuadros le reportaron otros 12.000 euros.

Robos para darse lujos

En total, el acusado cobró 60.617 euros por las pinturas. Gastó el dinero para saldar deudas y financiar un estilo de vida lujoso. Según el tribunal, entre otras cosas, el hombre se compró "un reloj de pulsera nuevo, caro y... un Rolls Royce".

Según los informes, en el tribunal el hombre no sólo confesó sus crímenes sino que también mostró "sincero remordimiento".

"Declaró que había actuado sin pensar y dijo que no podía explicar su comportamiento", informó el tribunal.

EL(dpa, afp)

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