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Empresarios pesimistas

20 de octubre de 2002

La Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK) dibujó un panorama sombrío sobre las perspectivas económicas del país.

Sin fuerza el motor de la economía alemana.Imagen: AP

El gerente de la DIHK, Martin Wansleben, anunció al presentar la tradicional encuesta de otoño, que la confederación había decidido revisar a la baja sus pronósticos de crecimiento, tanto para este como para el próximo año, de inicialmente un 0,5 y 1,5% a un 0 y 1%, respectivamente.

Ambas previsiones se sitúan medio punto por debajo de las recientemente corregidas del Gobierno, que ha utilizado esta revisión a la baja como base para hacer el cálculo presupuestario del año próximo.

Las esperanzas de que la recuperación se produciría todavía este año han demostrado ser ilusorias. En los últimos meses la coyuntura ha vuelto a sufrir un revés y en opinión de Wansleben hay que hacerse a la idea de que en invierno se pasará por un periodo de sequía, en el que no se excluyen tendencias recesivas.

Las exportaciones no se recuperarán

Entre las 25.000 empresas consultadas reina el desánimo, tanto por la situación política mundial como por las medidas fiscales acordadas por los socios de gobierno. La situación es especialmente precaria en el comercio y en la construcción y únicamente el sector exportador ofrece algunas perspectivas de crecimiento. Según Wansleben, para el año próximo se espera, sin embargo, que las exportaciones no crezcan más allá de un 3 o un 3,5%, una cifra que se sitúa muy por detrás de los índices de hasta un 20% del pasado.

Estas previsiones incluso sólo se cumplirán, subrayó el gerente de la DIHK, si la situación política en Oriente Medio no se descontrola y si no se produce una guerra en Irak. Las expectativas son especialmente malas de cara a las exportaciones a Estados Unidos, que tradicionalmente es -después de Francia- el mayor mercado para los productos alemanes. Un incremento moderado se espera, en cambio, en las exportaciones hacia los socios de la Unión Europea, donde las perspectivas económicas son algo mejores que en Alemania. En alza sigue estando el comercio con China y los países del centro y este de Europa, mientras que las perspectivas para Latinoamérica son más bien malas.

Peligra el Pacto de Estabilidad

De las inversiones, en cambio, no se espera impulso alguno y mucho menos tras las medidas económicas pactadas por socialdemócratas y verdes, especialmente las que afectan a la fiscalidad de las empresas. Wansleben fue especialmente crítico con la introducción del llamado 'impuesto mínimo' para las empresas, por el que en el futuro éstas ya no podrán compensar ilimitadamente como hasta ahora los periodos de pérdidas con los de ganancias, con el resultado de que a menudo quedaban exentas de impuestos. Como consecuencia de estas medidas, dijo Wansleben, las empresas serán aún mas tímidas a la hora de invertir.

Otra de las críticas de la DIHK hacia el Gobierno roji-verde se refiere a la decisión de ser más flexible a la hora de ahorrar, dejando las puertas abiertas a un aumento transitorio del endeudamiento, aunque -según insistieron los socios de la coalición- sin apartarse del objetivo de consolidación para el 2006. Con esta decisión, sostuvo Wansleben, el Pacto de Estabilidad pierde todo su fundamento pues, de facto, sólo tendrá validez en momentos de crecimiento económico, lo que, a su vez, pone en peligro la estabilidad del euro.