Al igual que en una familia, en las empresas iniciadas y manejadas por familias no reina siempre la armonía. Tampoco se puede decir que estos empresarios sean mejores personas que los altos directivos de otras compañías.

Esto quedó muy en claro en 1998 con el caso de la familia Schlecker, que está al frente de un imperio de droguerías. El matrimonio de empresarios fue condenado a diez meses de libertad condicional y una multa de un millón de euros por haber estafado a muchos de sus empleados.

Éxito a largo plazo

Cuando es un miembro de la familia quien dirige una compañía, se piensa en generaciones y no en trimestres, como es habitual en Sociedades Anónimas. Según Johan Eekhoff, del Instituto de Investigación de la clase media en Bonn, es ésta la clave del éxito de las empresas familiares: "Si se piensa en trimestres uno está obligado a evitar los recesos dentro del mismo trimestre. Mientras que en las empresas familiares se puede trabajar sin tanta presión. Si hay un receso, se lo considera una fase a superar. Se intenta que la empresa se estabilice a largo plazo, incluso si a corto plazo haya que hacer inversiones o hasta se dé pérdida."

Ventajas para la economía de todo el país

Las ganancias de las empresas familiares representan más del 50 por ciento del producto interno bruto en Alemania. Y podrían incluso lograr mayores ingresos si pudieran disponer fácilmente de capital. Pero esto implicaría que los miembros de la familia reunieran dinero adicional o que se agregaran otros propietarios a la empresa, lo cual evidentemente se contradice con la esencia de toda compañía familiar.

Sin embargo, esta misma dificultad hace que muchas veces los empresarios familiares desarrollen una capacidad creativa fuera de lo común, explica Patrick Adenauer, presidente de ASU, asociación de las empresas familiares: "Son líderes de mercado en distintas áreas y muchas veces líderes a nivel mundial en pequeños rubros muy específicos. Esto hace que Alemania se beneficie mucho de este tipo de compañías."

Perspectivas de futuro para los jóvenes

Nueve de cada diez empresas en Alemania están en manos de una familia, lo cual equivale a más de un millón de compañías. Es allí también donde la mayoría de los jóvenes aprenden su oficio, como destaca Eekhoff: "Si hay desocupación juvenil en España, Francia y otros países se debe a que allí las empresas no ofrecen formación para los jóvenes. Luego de la escuela los muchachos deben comenzar a trabajar enseguida, como si ya estuvieran completamente formados. Pero esto asusta a muchos empresarios y conlleva a un desempleo juvenil en esos países de hasta el 50 por ciento".

El 60 por ciento de todos los empleados trabaja para una empresa familiar. Según sondeos, casi el 90 por ciento de la población activa laboralmente quisiera trabajar en una compañía manejada por una familia. Según Adenauer esto se debe a que "una empresa familiar ejerce un efecto de unión muy fuerte y éste es un instinto ancestral del ser humano. En un mundo como el nuestro la unión es un elemento estabilizador muy importante y las empresas familiares lo ven como una obligación".

Autora: Valeria Risi / Jutta Wasserrab

Editora: Emilia Rojas-Sasse