"Chile despertó"
21 de febrero de 2012Mientras la dirigente estudiantil chilena Camila Vallejo se robaba la película en Alemania y recibía toda clase de apodos, desde “la cara bonita del comunismo” hasta la “Juana de Arco de los Andes”, a su lado brillaba con menos potencia, pero igual fuerza argumentativa, la secretaria general de las Juventudes Comunistas de Chile, Karol Cariola.
Con 24 años y la experiencia de haber presidido la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, una de las más importantes del país andino, viajó a Europa junto a la mediática Vallejo y el sindicalista Jorge Murúa para dar una serie de charlas.
“Nos invitó la Fundación Rosa Luxemburgo. La idea era desarrollar vínculos con organizaciones políticas y sociales y compartir las experiencias que vivimos el 2011 en Chile desde la perspectiva de una dirigente estudiantil (Vallejo), un líder sindical (Murúa) y una política (Cariola)”, cuenta Karol. En nueve días en Alemania a comienzos de febrero, visitaron Dortmund, Bremen, Dresden, Múnich, Frankfurt, Hamburgo y Berlín, entre otras, además de ciudades de Suecia, Holanda, Suiza e Italia.
-¿Cree que se cumplieron los objetivos de la visita?
-Con creces. En la conferencia a la que fue menos gente llegaron 200 personas, y en Berlín más de 600. Tuvimos la oportunidad de plantear que el movimiento estudiantil chileno se convirtió ya en una fuerza social. Fue enriquecedor además conocer cómo se desarrolla el movimiento social alemán y cómo están dispuestos a dar el gran salto y levantar demandas políticas de fondo, a la luz de los intentos de privatizar la sociedad de bienestar.
-La prensa alemana dio amplia cobertura a los estudiantes chilenos movilizados. ¿Tiene usted alguna idea de por qué sucedió eso?
-Quizás porque en Alemania los movimientos sociales están muy atomizados, cada uno lucha por su cuenta y cada cual tiene su propia perspectiva. Nuestras demandas son mucho más políticas y traspasaron lo meramente estudiantil, porque sumamos a trabajadores, pobladores y otras organizaciones. No solo estaba sobre la mesa el cuestionamiento a la educación, sino también al modelo económico y político, el neoliberal.
-Quizás resultó llamativa la fuerza que tomaron las protestas.
-Sí, y acá nos quedó claro que ven en las protestas una posibilidad de acción que están dispuestos a llevar adelante si se torna necesario. Los estudiantes alemanes nos manifestaban que debían buscar mecanismos para detener la privatización. En ese sentido puede serles útil la unidad que se logró en Chile, donde los trabajadores se sumaron a los estudiantes y pobladores. Ellos ven en eso una opción al modelo que se implementa en Alemania.
-¿Qué le llamó la atención de la visita?
-Que en Alemania son bastante conscientes de nuestra historia. No olvides que durante el gobierno de la Unidad Popular (régimen de Salvador Allende) y la dictadura de Augusto Pinochet, desde Alemania se generaron muchas acciones de solidaridad hacia Chile. Sabían cómo se ha desarrollado el modelo económico y tenía muy claro que vivimos un período de adormecimiento por la naturalización de la desigualdad. Y entienden también que el pueblo de Chile despertó como reacción a la desigualdad, a la privatización de derechos básicos como la educación, y se sienten identificados con esa realidad. Nos decían que a pesar de vivir en el primer mundo y en uno de los países más ricos del mundo, las desigualdades igual se expresan.
-¿Pudieron estrechar lazos con organizaciones alemanas, más allá de las charlas?
-Tuvimos la oportunidad de reunirnos con todos los sectores. Por ejemplo, con el portavoz parlamentario de Die Linke, Oskar Lafontaine; también con Jens Böhrnsen, alcalde socialdemócrata de Bremen; con dirigentes locales del Deutsche Kommunistische Partei; el sindicato de trabajadores de Volkswagen, etcétera. Vamos a compartir experiencias e ideas sobre la situación política que se vive hoy en Alemania y en Europa en general, donde la crisis del capitalismo mundial se está sintiendo con más fuerza.
-¿Y qué significó esta experiencia para usted?
-Bueno, conocer en directo la realidad que uno lee por los medios y ver en vivo cómo se desarrollan los países de este tipo, donde el capitalismo se manifiesta en su máxima expresión, es siempre estimulante. Y comprobar que si bien existe un enorme bienestar social, igual hay descontento. Esto te hace valorar tu realidad y consolidar ideas que venimos levantando desde hace mucho tiempo.
Autor: Diego Zúñiga
Editor: Enrique López