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En Alemania mandan los dulces

30 de enero de 2018

El debate sobre los efectos dañinos del consumo del azúcar tiene su relevancia en La Feria Internacional del Dulce en Colonia, aunque a los productores y sus consumidores aún les cueste cambiar de hábitos.

Hunger verändert die Wahrnehmung
Imagen: picture alliance/dpa/O.Berg

Unos 1660 expositores, provenientes de unos 73 países, exhiben sus nuevas creaciones en los cuatro días de la Feria de Dulces en la ciudad alemana de Colonia. Allí se degustan barras tradicionales de chocolate, gomitas dulces, productos hipoalergénicos y hasta dulces veganos.

La exhibición también resalta el debate actual sobre el azúcar y sus consecuencias negativas para la salud, lo cual ha lanteado un dilema a la industria de los dulces. Tras incrementadas advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las enfermedades causadas por el alto consumo de azúcar, se ha visto un cierto cambio en la industria. Los productores de dulces en la feria de Colonia han expuesto artículos con azúcar reducida, con edulcorantes y sin endulzar.

Una delicia y un peligro

Pero en la feria de Colonia no se habla mucho sobre la política de restringir los niveles de azúcar en los dulces. "En la confitería, el disfrute del consumidor es lo más importante. Que estos productos contienen azúcar y calorías, eso lo sabe todo el mundo", afirmó Bastian Fassin, miembro de la directiva de la Asociación Federal de la Industria de Dulces de Alemania.

El llamado de la OMS a aplicar impuestos especiales a las bebidas con altos niveles de azúcar y la reciente propuesta del partido socialdemócrata alemán, SPD, de imponer limites a los niveles de azúcar y grasa en la comida, son planteamientos que la industria de dulces ha rechazado en forma enérgica.

Pero las advertencias sobre la salud no han logrado contrarrestar el poder seductivo de los dulces. Según la Asociación Económica de la Industria Azucarera en Alemania, el consumo global de azúcar se ha incrementado de 16 a 25 kilos anuales per cápita en los últimos 50 años y en Alemania este se sitúa en los 38 kilos.

Una de las razones de este incremento en el consumo del azúcar es justamente la creciente demanda mundial de dulces. "La venta de azúcar se beneficia directamente del crecimiento y de la prosperidad de la población mundial" afirmó Wolfgang Heer, jefe del fabricante de azúcar más grande de Europa, Südzucker AG, con sede en la ciudad alemana de Mannheim. El Medio Oriente y África son mercados que le ofrecen a la industria grandes oportunidades para exportar.

Dulce y barato

Alemania sigue siendo un paraíso para los productores de azúcar, a pesar de la liberalización del mercado europeo en octubre de 2017, del temido declive de los precios del producto y de la incrementada presión política.

La Asociación Internacional de Productores de Dulces afirma que los productos dulces en las tiendas alemanas se venden a los precios más bajos de Europa. Esta tendencia probablemente se mantendrá en el futuro, ya que los productos dulces gozan de una reducida taza tributaria de 7 por ciento. El impuesto al azúcar, de 1841, fue eliminado en 1993.

 Astrid Prangue (JCG)

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