La tendencia es funcional: esta temporada dominan en las pasarelas de Londres, Milán, París y Berlín prendas en que se nota la influencia de la ropa deportiva . La "moda de protesta" es casual y cómoda.

La logomanía de los 90 aún no se acaba. Para otoño e invierno, los diseñadores han querido usar, empero, impresiones en un contexto mucho más político, con mensajes contra la injusticia social y el extremismo. "Cambio" es el lema de la temporada.

El "brexit" parece acercarse, pero la tradición británica de sastrería sigue siendo parte de la escena de la moda europea, al menos por ahora. Diseños escoceses, abrigos Oxford e incluso el Union Jack se pueden ver en todas las Semanas de la Moda, pero no sin un giro especial: los cuadros se agrandan, el abrigo se deforma y los colores de la bandera se destiñen.

La creciente polarización política ha llevado a que cada vez más personas opten por un lado, o por otro. Sin embargo, algunos diseñadores de moda en Milán o Florencia no quisieron comprometerse con ninguna de las partes y mostraron conjuntos que con dos o más posiciones simultáneamente. Una expresión de la actualidad.

Las numerosas “metidas de pata” de Donald Trump han golpeado fuertemente la imagen de Estados Unidos. Pero lo cierto es que, en cuestión de moda, Estados Unidos sigue siendo el centro de cultura pop del mundo. Los diseñadores han respondido a esto agregando denim, el estilo vaquero y un aspecto algo añejo de los años 50.

La tendencia a adaptar la ropa infantil para adultos no es nueva, pero después de que los nostálgicos jerseys de punto XXL, las camisetas y los abrigos han tenido tanto éxito en Asia, el impacto también se siente en Europa.