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En busca de una visión europea de la historia

Oliver Samson realizó la entrevista7 de mayo de 2005

En vísperas de la conmemoración de los 60 años del término de la II Guerra Mundial, la ministra alemana de Cultura, Christina Weiss, conversó con DW-WORLD sobre la forma en que se aborda este aniversario.

La ministra de Cultura recuerda que hay más de una perspectiva.Imagen: dpa

DW-WORLD: ¿Qué opinión le merece la perspectiva histórica que emana ahora, en el año 2005, de la conmemoración del término de la II Guerra Mundial?

Christina Weiss: Me parece positivo e importante que tengan lugar muchos actos, precisamente ahora que se cumple un año de la reunificación de grandes sectores de Europa a través de la ampliación de la Unión Europea. Debemos reflexionar juntos acerca de cómo podemos discutir mancomunadamente sobre nuestra historia; eso es algo que aún no hemos hecho. Cada país aborda el tema con su visión nacional y su propia valoración. Espero que ahora, motivados por el recuerdo de 1945, podamos debatir conjuntamente sobre una visión mancomunada de nuestra historia común. Da escalofríos ver cuán poco hay de "verdad histórica". Hay vivencias, emociones y también manipulación.

Al inaugurar una exposición Ud. habló de una "nueva multiplicidad de imágenes históricas nacionales" de la II Guerra Mundial. Al mismo tiempo, aboga Ud. por una perspectiva europea conjunta. ¿Nos hemos acercado a ella en el 2005?

Notablemente. Nos hemos acercado a una visión conjunta porque, gracias a la reunificación de Europa, se ha recuperado la apertura. Percibimos lo que otros eluden, lo que les cuesta asumir. En Alemania hemos avanzado bastante en la elaboración de que a nosotros nos cuesta asumir. Sin embargo, todavía no lo hacemos en conjunto. Pero, naturalmente, no nos hemos acercado debido a este aniversario, sino gracias a la integración europea.

¿Qué señales emanan de la conmemoración que se lleva a cabo en Alemania y cuál es su recepción?

Las conmemoraciones alemanas son muy amplias y diversas y entretanto se ven marcadas por una actitud muy sincera. Eso causa impresión en todas partes. No quiero decir que los demás también necesiten esa actitud de sinceridad. Al fin y al cabo, tenemos la mayor carga que digerir. No obstante, ahora también se produce ese debate precisamente en los países del Este de Europa: cómo nos comportamos en ese entonces, cómo enfrentamos la dictadura nazi, qué hicimos... Ahora existen allí, en todas partes, comisiones históricas conjuntas, por ejemplo entre Alemania y Polonia o entre Alemania y la República Checa.

En el Museo Germano-Ruso de Berlín se presenta una exposición concebida explícitamente como contrapeso a una perspectiva cada vez más alemana de la comprensión de la historia. ¿Ve Ud. también una tendencia alemana a mirarse el ombligo?

Ciertamente eso existe, pero hay también muchos contrapesos. Basta con abrir los ojos. Ese no es el problema. El problema consiste en que los alemanes, al igual que todos los demás, deben comprender que ya no debería haber un enfoque netamente nacional, precisamente en los aspectos emocionales, 60 años después del término de la guerra. Uno lo puede expresar y exponer, pero simultáneamente se debería dejar en claro que siempre existe también otra perspectiva.