China plagia pueblo austríaco
16 de junio de 2011Hay indicios de que la población alpina austriaca de Hallstadt pronto perderá el calificativo de “única”. La pequeña población enclavada en la montaña que bordea el lago Halstätter See va a tener una réplica en China, en Cantón. La pequeña ciudad -a la que hasta el siglo XIX no se accedía sino atravesando el lago- fue declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aparte de la explotación de sus minas de sal –las más antiguas del mundo-, Hallstadt vive del turismo. Y de éste ha habido mucho en el último tiempo.
¡Por eso había tantos turistas!
Según información de la prensa austriaca, recogida por Der Spiegel online, una representante de Grüner Baum, un hotel de la región, se enteró de los planes por casualidad: un socio comercial suyo en Hongkong se lo comentó. A la incredulidad siguió la estupefacción al ver los detallados planos de la obra.
Los hoteles, la plaza del mercado, la iglesia, las casas de madera con sus balcones, cada calle, también el lago: todo será copiado. De pronto, a los habitantes de Hallstadt les quedó claro el porqué de la presencia de cientos de turistas asiáticos fotografiando cada balcón.
Antecedentes
Ya en 2006, en la ciudad automotriz de Anting se había construido un pueblo al estilo alemán: German Town Anting. El gran complejo habitacional para 20.000 personas está compuesto por edificios de cuatro pisos en estilo Bauhaus, con ventanas de aislamiento doble –una buena característica de la construcción germana- y paredes bien aisladas. También se construyó ese año Thames Town: una localidad al estilo inglés, con una estatua de Winston Churchill, con casas adosadas de estilo victoriano y locales de venta de fisch & chips. Con todo, una cosa es crear un pueblo al `estilo de… `y otra, hacer una copia de una ciudad.
¿Qué les molesta a los austriacos?
Que los chinos copien Hallstadt ha molestado de verdad únicamente al párroco de la Iglesia; el alcalde de la ciudad ve en ello, más bien, un motor adicional para el turismo. Muchos se preguntan, si ello es permitido. Así, el eurodiputado austríaco Hans-Peter Martin, que aprovechó para poner el tema en la reunión bilateral regular que tuvo lugar esta semana.
El parlamentario independiente repartió copias de los planes de construcción afirmando que “Hallstadt se convierte en un precedente. Si los inversionistas chinos quieren copiar el tesoro cultural europeo, tienen que hacerlo sobre una base justa. El original debe sacar provecho de ello, no sólo la copia. La copia de la ciudad de Hallstadt pone de relieve otra vez lo que muchas empresas europeas vienen padeciendo: unilateralidad. Para Austria, un país que vive del turismo, esto representa un peligro”.
Autora: Mirra Banchón (efe/ots/20min/spiegel)
Editora: Emilia Rojas