"La situación en Colombia refleja una situación de conflicto armado continuo y prolongado, que compromete completamente la aplicación del Derecho Internacional Humanitario", sostuvo Louise Arbour en una conferencia de prensa, al termino de su visita a este país sudamericano.

La posición de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos es completamente opuesta a la del gobierno del presidente Alvaro Uribe, que asegura que en Colombia no existe un conflicto interno, sino una amenaza terrorista contra la sociedad civil por parte de grupos armados ilegales.

De acuerdo con analistas, con esta tesis Uribe busca evitar que grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla izquierdista del país conformada por 17.000 combatientes, reciban un reconocimiento por parte de organizaciones como la ONU.

Las FARC, que dicen luchar por imponer un sistema socialista han solicitado a las Naciones Unidas que les permita exponer su posición sobre el conflicto colombiano ante la asamblea general de la organización.

Esa guerrilla es considerada en la actualidad como un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.