"En Colombia las leyes protegen y blindan los parques"
Judit Alonso
31 de diciembre de 2020
La petición de renuncia por el ministro de Ambiente de Colombia, Carlos Correa, de la directora de Parques Nacionales Naturales, Julia Miranda, causó el rechazo de una parte del sector ambiental del país.
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Considerada como una de las mejores funcionarias del Sistema Nacional Ambiental de Colombia, la petición de renuncia por parte del recientemente nombrado ministro de Ambiente, Carlos Correa, de la directora de Parques Nacionales Naturales, Julia Miranda, ha sido criticado por el sector ambiental. A ello se le sumó la nominación de su substituto, Orlando Molano, exdirector del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, un perfil que, según dicho sector, no dispone del conocimiento suficiente para la complejidad del organismo.
Abogada especializada en Derecho del Medio Ambiente, Miranda ha sido desde el 2004 y hasta el pasado 15 de diciembre, Directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia. Aunque es conocida por su labor nacional, empezó su carrera en la administración local como jefe de la Oficina Asesora de Gestión Ambiental del Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá y directora del Departamento Administrativo del Medio Ambiente de la capital colombiana.
Ahora su futuro es incierto. "Los cambios fueron sorpresivos", dijo en entrevista a DW. No obstante, "espero seguir trabajando por la conservación de la naturaleza. Esto más que un trabajo, es un propósito en la vida", aseguró.
¿De dónde surge su amor por la naturaleza? ¿Qué le motivó a estudiar Derecho Ambiental y dedicar toda su carrera profesional a este ámbito?
Mi amor por la naturaleza me lo enseñaron desde niña mis padres cuando pasábamos días en el campo, rodeados de animales y lindos paisajes, y algunas semanas en el mar todos los años. Esta belleza me conmovía desde que tengo recuerdo. Aprendí a amar el derecho y cuando descubrí después el derecho ambiental me dediqué a estudiarlo con fascinación. Es un instrumento inigualable para trabajar por el cuidado del ambiente y la conservación de la naturaleza.
En 2004 empieza su liderazgo en Parques Naturales Nacionales. ¿Cuáles son los mayores logros obtenidos?
En 17 años logramos importantes avances: declaramos 10 parques nacionales, ampliamos 2 veces el Santuario Malpelo y 2 veces el parque nacional Chiribiquete. Los dos parques fueron incluidos en la lista de patrimonio mundial de la Humanidad de la UNESCO después de un arduo trabajo.
Aumentamos el presupuesto y el personal de Parques Nacionales y la entidad se fortaleció administrativa y técnicamente. Hoy usamos la tecnología más avanzada, satelital, remota, para monitorear los parques.
Firmamos acuerdos de conservación con comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas en los parques para manejarlos conjuntamente o para lograr su recuperación según sea el caso.
Aumentó significativamente la cooperación internacional y nacional con los empresarios colombianos. Se mejoró el ecoturismo y aumentó el número de visitantes a los parques. Hoy hay más conciencia sobre la importancia de las áreas protegidas en Colombia.
¿A qué atribuye la decisión del ministro?
Siempre he sabido que un funcionario público está temporalmente en su cargo, que es una gran oportunidad de hacer cosas por el país y por su gente. Me siento muy agradecida por haber podido estar en el cargo 17 años. Amé este trabajo y me siento satisfecha por todo lo que pudimos hacer.
¿Qué retos pendientes deja a su sucesor? ¿Qué opina de su nombramiento?
En Parques Nacionales siempre hay tareas por cumplir, avanzar, batallas diarias que no deben parar. Están avanzados para su declaratoria 6 áreas protegidas y la ampliación de 5 parques en el corto y mediano plazo. Seguir fortaleciendo la entidad y sobre todo apoyar a los Guardaparques para que mejoren sus condiciones de trabajo: las cabañas, los medios de transporte, los uniformes, los salarios, entre otras cosas.
Estoy segura de que la persona que llega al cargo, el más hermoso del servicio público, seguirá trabajando en todos los temas importantes y los retos que se plantean todos los días.
¿Cómo valora el apoyo obtenido por parte de la sociedad civil?
Agradezco infinitamente la solidaridad de toda la gente que se manifestó. No esperaba tanto apoyo. Me emociona muchísimo y creo que no es tanto por mí, sino porque pudimos transmitir el mensaje sobre la importancia de los parques de Colombia para nuestro esto país y para el mundo y la gente quiere protegerlos.
¿Qué complejidades trajo el coronavirus al desarrollo cotidiano de su trabajo? ¿Cómo la pandemia contribuyó a revalorizar la naturaleza colombiana?
El reto de la pandemia ha sido inmenso: cerramos los parques al público muchos meses y ahora se volvieron a abrir implementando todos los protocolos. No teníamos presupuesto para esto ni los conocimientos, pero toda la entidad se comprometió. Los Guardaparques permanecieron en las áreas protegidas realizando sus labores con limitaciones, pero sin abandonarlas. Los monitoreos mostraron la gran cantidad de fauna silvestre que habita los parques.
Creo que hoy, en el mundo, hay más conciencia sobre la importancia de la naturaleza y de la conservación y restauración de los ecosistemas y que de ellos depende la vida humana, la salud y el bienestar.
Además de la deforestación, otras de las amenazas de los parques es el desarrollo de actividades económicas tal y como ocurre en el Parque de Utría con el proyecto de construcción de un puerto en Tribugá y la construcción de hoteles en el interior del de Tayrona. ¿Cómo lidiar con estas adversidades?
En Colombia la Constitución política, las leyes y la jurisprudencia protegen y blindan los parques y en general las áreas de importancia ecológica y las comunidades locales. Hay que dedicarse a lograr que se cumpla la ley con los aliados institucionales como la fuerza pública (policía, ejército), la Fiscalía General de la Nación, las entidades de control, los otros sectores de la economía y sobre todo, la ciudadanía.
Usted también es presidenta adjunta de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. ¿Cuál es la situación de Colombia respecto a otros países de la región?
Colombia tiene sin duda un gran liderazgo en la región en el tema de áreas protegidas. No solamente hemos cumplido con los planes de desarrollo de los Presidentes de Colombia, sino con los compromisos del país ante el Convenio de Diversidad Biológica. Hemos recibido y utilizado todas las herramientas que ofrecen los grandes expertos del mundo de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN.
(lgc)
Parques colombianos: el otro legado de los Acuerdos de Paz
El descubrimiento de nuevas especies en zonas de los Andes, la Amazonía y regiones costeras del Pacífico y el Caribe de Colombia, que estuvieron aisladas durante casi medio siglo, abre el país al ecoturismo.
Imagen: Parques Nacionales
Colombia, campeona en biodiversidad
Colombia cuenta con 59 áreas naturales que pertenencen al Sistema de Parques Nacionales Naturales. Representan 142.682 kilómetros cuadrados de la superficie del país, de los cuales un 11,27% constituye el área continental y el 1,5% el área marina. Allí hay 311 tipos de ecosistemas continentales y costeros, entre los que están la Serranía de la Macarena (foto) y la Sierra Nevada de Santa Marta.
Imagen: PNN/C. Byfield
Concentración de riqueza
Solo en un 10 por ciento del territorio se concentra el 70 por ciento de la biodiversidad, debido a que cuenta con dos océanos y grandes áreas geográficas naturales, como la Amazonía, la Orinoquía, los Andes y los valles de los ríos Cauca y Magdalena. Así, se sitúa como el primer país en diversidad de aves (foto) y orquídeas y el segundo en variedad de plantas, anfibios, peces de río y mariposas.
Imagen: Parques Nacionales
Aumentando la biodiversidad, descubriendo nuevas especies
A la biodiversidad existente hay que agregarle la descubierta en territorios inaccesibles durante casi medio siglo debido al conflicto armado. En junio de 2016, el gobierno colombiano lanzó una iniciativa compuesta por una veintena de expediciones científicas que han permitido el hallazgo de nuevas especies. Los territorios explorados han sido zonas de los Andes y la Amazonía, entre otras.
Imagen: Felipe Villegas, Instituto Humboldt/Colombia Bio
Parques abiertos al ecoturismo
La Serranía del Parque del Chiribiquete (foto) formó parte de estas expediciones científicas, pero permanece cerrado al público al encontrarse habitado por pueblos indígenas incomunicados. De las 59 áreas protegidas 29 tienen vocación ecoturística y 23 están abiertas al ecoturismo. Se trata de una estrategia de conservación y gestión que también busca mejorar la vida de las comunidades locales.
Imagen: S. Winter
Observación de flora y fauna, una de las actividades principales del ecoturismo
Las comunidades ofrecen actividades como observación de fauna y flora silvestre, en el marco del Programa de Ecoturismo Comunitario. Esta iniciativa se lleva a cabo en 8 áreas protegidas: Corales del Rosario y San Bernardo, Iguaque, Utría, Otún Quimbaya, Cocuy, Chingaza (foto), Nevados y Cueva de los Guácharos, y en dos áreas protegidas de concesión de servicios ecoturísticos: Tayrona y Gorgona.
Imagen: Parques Nacionales
De la coca al ecoturismo
Colonizada a mitades del siglo XX por millares de campesinos expulsados de las zonas andinas, la Serranía de la Macarena ha convivido con la guerrilla, las Fuerzas Militares y los cultivos de coca, reúne formas de vida de cuatro regiones naturales: Orinoquía, Amazonía, los Andes y la Guyana. Asimismo, dentro del parque fluye el río Caño Cristales (foto), conocido como el río de los siete colores.
Imagen: PNN/C. Byfield
El atractivo de los corales colombianos
No obstante, el parque de los Corales del Rosario y San Bernardo atrajo a 939.081 visitantes en el segundo trimestre de este año. Ubicado en la costa Caribe de Colombia, comprende una amplia zona marina frente a las costas de los departamentos de Bolívar y Sucre, la formación de arrecife de coral (foto) más extensa y con mayor diversidad y desarrollo de la costa continental del Caribe colombiano.
Imagen: Parques Nacionales
Playas de arena blanca y vestigios arqueológicos
En segundo lugar se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, con un total de 244.365 visitantes en el segundo semestre de 2018. Las playas de arena blanca (foto) de Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha y Guachaquita delimitadas por manglares forman parte de los atractivos que ofrece el parque, que también cuenta con vestigios arqueológicos de una antigua ciudad del pueblo Tayrona.
Compuesta por dos islas, Gorgona y Gorgonilla, en esta reserva natural el gobierno colombiano construyó una prisión de máxima seguridad en 1959. En 1984 un colectivo de científicos, ambientalistas y llevó a cabo una campaña para el cierre de la misma y así surgió el parque. El paso de las ballenas jorobadas cerca de sus playas en los meses de junio a octubre, atrae a numerosos turistas.
Imagen: PNN
La 'sala de partos' de las ballenas jorobadas
El avistamiento de ballenas jorobadas, de junio a noviembre, también es uno de los atractivos del Parque Nacional Natural de Utria. Aquí se aparean y pasan un tiempo antes de continuar su viaje hacia el sur. A pesar de la presencia esporádica del ELN, el parque, junto con las comunidades locales indígenas, ofrece actividades como el senderismo y la observación de fauna (foto) y flora silvestre.
Imagen: Parques Nacionales
La nueva vida de los indígenas tras el conflicto
Declarado el primer Parque Nacional Natural de Colombia, la Cueva de los Guácharos pertenece a la Reserva de la Biosfera Cinturón Andino de la UNESCO. Ubicado en el sur-occidente del Caquetá, conserva el patrimonio cultural de los indígenas que llegaron a la zona suroriental del Huila. Una vez finalizado el conflicto con las FARC, se empezó a trabajar con la comunidad local sobre ecoturismo.
Imagen: PNN/T. Marent
Territorio indígena no apto para turistas
El Parque Nacional Natural de Güicán, El Cocuy y Chita (foto) es territorio sagrado para los indígenas U‘wa y está cerrado al turismo. No obstante, es un refugio para escaladores de montaña, ya que se trata de la mayor masa glaciar de Colombia, conformada por más de 25 picos cubiertos de hielo y nieve. Las actividades de ecoturismo del parque han ayudado al desarrollo de comunidades locales.
Imagen: PNN/A. Hurtado
La amenaza del cambio climático
Estas áreas naturales no se libran del cambio climático. El Parque Nacional Natural Los Nevados, en el corazón de la región cafetera colombiana, concentra tres de los glaciares del país: Nevados del Ruiz, Nevado del Santa Isabel y Nevado del Tolima. No obstante, la amenaza del deshielo a causa del aumento de temperatura prevé que los dos últimos pueden desaparecer por completo entre 2020 y 2030.
Imagen: Parques Nacionales/Christian García
Destino ecoturístico del Eje Cafetero
Otro destino que está despertando interés en esta zona es el Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya. Cerca del 90% del área protegida corresponde a bosques naturales y bosques maduros y concentra a más de 300 especies de aves, entre otras especies de fauna (foto) salvaje. Este destino se fue reconocido por tercera vez en el 2017 como entre los 100 destinos de turismo sostenible del mundo.
Imagen: Parques Nacionales
La octava maravilla
La Reserva de la Biosfera El Tuparro se caracteriza por una extensa sabana verde surcada por ríos y playas doradas, y fue definida por el explorador Alexander von Humboldt como la "octava maravilla del mundo". Tuparro es parte de la región del Orinoco, y aunque en el pasado las FARC a veces la usaban como un camino hacia Venezuela, hoy allí se puede practicar senderismo y observación de aves.