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Croacia camino a ser miembro 28 de la UE

10 de junio de 2011

Seis años ha tomado llegar a este día: la Comisión Europea da luz verde para el ingreso de Croacia en la UE para el 2013. Un largo camino de aprobaciones falta por recorrer; la de los croatas se dará por referéndum.

Ivo Josipovic, presidente de Croacia, en Bruselas (08.06.2011)
Ivo Josipovic, presidente de Croacia, en Bruselas (08.06.2011)Imagen: Picture-Alliance/dpa

"Hoy es un día histórico para Croacia y para la Unión Europea; me gustaría felicitar a la población croata: que su país se vaya a sumar a la UE es, sobre todo, mérito de ella", anunció el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Con esto se da luz verde a iniciar un camino que terminaría en julio de 2013 con el país balcánico y mediterráneo siendo el miembro 28 de la Unión Europea.

El papel del Tribunal de La Haya

Desde su comienzo en 2005, el Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia en La Haya marcó el ritmo de las negociaciones: la cooperación de las autoridades croatas con esa corte condicionó el asunto. Se trata sobre todo de la voluntad croata de entregar a políticos y soldados acusados de crímenes durante la guerra de 1991 a 1995. Buena parte de la población croata sigue convencida de que en esa guerra, Croacia participaba por su territorio y su independencia; los héroes de esa lucha no podían ser entregados a La Haya.

Así, cuando en abril de 2011 se condenó al general Ante Gotovina por crímenes contra la humanidad, a 24 años de prisión, entre la población el deseo de entrar en la UE bajó del 53 al 44 por ciento. En este momento, que la curva ascienda y alcance el 50 por ciento se debe también a la reciente visita del papa Benedicto XVI que abogó por la entrada de Croacia a la UE.

El sí actual a Europa sería, así analistas, producto de un estado momentáneo; acerca de las ventajas y desventajas de un paso como ése los croatas no están informados, pues los Gobiernos de Zagreb no se han preocupado de ello. Entre las ideas difundidas, sobre todo por los euroescépticos, se encuentra que Croacia perdería la soberanía sobre su mar y su costa.

El papa Benedicto XVI visita Croacia. El 80 por ciento de los croatas de define como católico.Imagen: picture alliance / dpa

Sentimientos encontrados

No obstante, la mayoría de los croatas cree que su país debe formar parte de la UE, no sólo debido a la cercanía geográfica sino por afinidades culturales, pues siempre se han visto como parte de la “civilización cristiana y occidental”. Es más, su integración al club europeo los diferenciaría más aún de los “balcánicos” Serbia, Bosnia y Herzegovina, y Macedonia.

Al comienzo de las negociaciones, el ambiente era de euforia: se pensaba que entrar a la UE haría de Croacia un país rico. Entretanto, la reserva y el miedo son mayores; se dice por ejemplo que Croacia tendrá precios europeos y sueldos croatas. Recortes a las subvenciones estatales a la agricultura y a los astilleros. No es de admirarse que de estos ramos provengan buena parte de los opositores a la UE.

Que los croatas teman que inversionistas lleguen a comprar sus islas, bosques y ríos no ha sucedido sólo en ese país. En Finlandia, poca gente quería que su Gobierno diese el paso; entretanto, un 70 por ciento de la población ve con buenos ojos a la UE. En Polonia sucedió algo similar: los agricultores polacos que se oponían con vehemencia son hoy sus principales defensores.

Con todo, la posibilidad de libre circulación en el espacio comunitario, la probabilidad de mayores fondos estructurales para el país, de reformas políticas y de una mayor lucha contra la corrupción que impondría Bruselas son vistas como ventajas.

Que con la UE la inversión extranjera entre masivamente es uno de los temoresImagen: DW

Bastante por hacer

Como fuere, este primer paso -la recomendación favorable del ejecutivo comunitario- debe ser analizada por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países, quienes de aprobarla lo harían en la Cumbre de finales de junio. Tanto los parlamentos nacionales como el Europeo tendrán que dar su aprobación y los croatas deberán decidir su ingreso por medio de un referéndum. Para esto último hará falta bastante trabajo; las encuestas actuales dan apenas un estrecho margen a favor de esta “decisión histórica”.

Autor: Zoran Arbutina/Mirra Banchón
Editor: Enrique López

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