¿Por qué los niños y jóvenes que entraron a Europa sin acompañamiento no fueron acogidos inmediatamente en un programa de protección estatal? Durante su registro se cometieron grandes errores.
Publicidad
Europol y la Agencia alemana para investigaciones criminales (BKA) presentan cifras que cada día pierden su valor, porque cada día cambian. Los procesos de registro son criticados duramente por ONGs como “Protección de la infancia” (Kinderschutz) y las organizaciones de refugiados, que expresan su preocupación. Aunque estás tampoco cuentan con cifras confiables.
Según la BKA, el 1 de enero 2016 en Alemania se partía de un total de 4.749 menores no acompañados, divididos en dos grupos: 431 menores de 13 años y 4.287 con edades entre los 14 y los 17 años. Una portavoz de las autoridades competentes reconoció empero, ante DW que esas cifras cambiaban constantemente, toda vez que cada día había unos 200 o 300 casos.
"No sabemos en dónde están"
Muy a menudo hay múltiples registros en diferentes estados del país. Dados por “desaparecidos” aparecen, a menudo, corto tiempo después. "Pero no podemos descartar que algunos de los refugiados menores de edad hayan caído en manos de criminales", dice la portavoz de la BKA. Las informaciones disponibles sobre sospechas no parecen concretarse.
Brian Donald, jefe de la agencia de policía de la UE Europol, admitió al diario británico "The Observer", que habían perdido la pista de miles de menores refugiados registrados en países europeos. Donald advirtió que algunos podrían haber caído en manos de criminales. Pero no cree que, en ese caso, “todos los niños hayan sido víctimas de criminales sino que se pueden encontrar al amparo de familiares. Solo que no sabemos ni en dónde, ni con quién están”.
Evidencias de abuso sexual
Europol tiene pruebas de que algunos menores y adolescentes fueron víctimas de abusos sexuales a lo largo de los caminos que tomaron para huir de sus países. Según Europol, a lo largo de esas rutas se han formado redes criminales de traficantes de personas que se benefician del flujo masivo de solicitantes de asilo y abusan sexualmente de ellos y los esclavizan. Un fenómeno que, según Donald, “no es nuevo”. En cada gran ola de refugiados se ha agredido a los más débiles. Aunque tampoco aquí hay cifras concretas.
Los municipios alemanes ofrecen cifras de sus registros. Según las oficinas de Atención a la Juventud (Jugendamt), en Alemania se atiende actualmente a unos 60.000 niños y jóvenes que llegaron sin acompañamiento y muchos de ellos han denunciado abusos durante el tiempo que duró su éxodo. Y aunque algunos se hubieron podido haber registrado dos o más veces, tampoco las autoridades locales tienen cifras concretas de las personas que entraron sin ser registradas y cuántas de ellas fueron víctimas de los traficantes de personas.
A pesar de que UNICEF "se toma en serio el número de niños desaparecidos mencionado por Europol, no puede verificar las cifras”. Según UNICEF, alrededor de un tercio de los refugiados que han llegado a Alemania desde el verano de 2015 son niños y adolescentes. La ONG alemana Kinderhilfswerk solicita un registro minucioso de los refugiados menores que incluya todos los datos necesarios para ofrecerles la protección y no le facilite el trabajo a los criminales.
El negocio con los refugiados (29.10.2015)
Miles de refugiados atraviesan Serbia rumbo a los países occidentales de Europa. Para los comerciantes en las proximidades de los campamentos representan un negocio lucrativo. Diego Cupolo reporta desde los Balcanes.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Conductor de autobús o coyote?
En los Balcanes, el negocio del transporte crece vertiginosamente. En la entrada del campamento de refugiados en Presevo (Serbia), el albanés Liridon Bizazli ofrece un servicio de transporte en autobús a Croacia por 35 euros. Como mesero solo gana unos ocho euros al día. Con la venta de boletos de autobús entre 50 a 70 euros.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos se ayudan
Pese a la ganancia que genera su negocio, Bizazli no está orgulloso de él. Asegura que a veces también transporta gratuitamente a familias con niños que no tienen dinero para pagar el pasaje. “Yo también fui un refugiado”, cuenta. “Los viajes en autobús deberían ser gratuitos. Europa da dinero a Serbia para que ayude a los refugiados, pero el Gobierno no hace nada.”
Imagen: DW/D. Cupolo
Demanda y oferta
Cada día, entre 8.000 a 10.000 refugiados arriban a Presevo. Debido a la creciente demanda, los negocios en la región han extendido sus horarios de apertura. A las tiendas de alimentos y cocinas rápidas no les faltan clientes. Los precios se han duplicado, en algunos casos hasta triplicado. “En ningún otro lugar en Serbia he visto una hamburguesa tan cara como aquí”, dice Bizazli.
Imagen: DW/D. Cupolo
Desde tarjetas SIM hasta carretillas
Aparte de comida, lo primero que los refugiados buscan en un nuevo país son tarjetas SIM para poder comunicarse con sus familias y amigos. Por ello, cerca de los campamentos de refugiados, muchos habitantes venden tarjetas telefónicas prepagadas. Pero también ofrecen otros objetos útiles, como esta carretilla para transportar a las personas débiles, como esta mujer kurda de Siria.
Imagen: DW/D. Cupolo
Vendedor de zapatos
Pese a la inminente llegada del invierno y el aumento de las lluvias, muchos refugiados continúan su camino descalzos. Stefan Cordez, coordinador para el sur de Serbia de Médicos Sin Fronteras, explica que por ello muchos sufren infecciones de la piel y se lastiman los pies. Bajo estas condiciones, la venta de calzado y calcetines es un negocio lucrativo.
Imagen: DW/D. Cupolo
Documentos de segunda mano
Los países a lo largo de la Ruta de los Balcanes deben registrar a todas las personas nuevas que arriban. Frente a algunos campamentos de refugiados las filas son kilométricas. La voluntaria Daniela Gabriel, de Presevo, cuenta que algunos conductores de autobuses recogen los documentos de las personas que han transportado a Croacia para vendérselos a las personas que no quieren hacer fila.
Imagen: DW/D. Cupolo
Falsas informaciones
En tanto, algunos taxistas y choferes de autobuses llevan a los refugiados que han pagado pasaje hasta Croacia a ciudades serbias, donde sus documentos son tramitados en oficinas de registro inexistentes, prosigue Gabriela. A fin de evitar que los refugiados sean víctimas de falsas indicaciones, reparte información al respecto en el campamento.
Imagen: DW/D. Cupolo
Robo en las autopistas
Otros ayudantes, que prefieren permanecer en el anonimato, cuentan que han sido amenazados de muerte por advertir a los refugiados de taxistas peligrosos. Alexander Travelle, voluntario de Presevo, relata que una familia fue asaltada con arma de fuego, después de haber pagado 80 euros por persona para ser transportada a Croacia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos reciben su pedazo del pastel
Bizazli admite que paga cien euros de "mordida" o coima a la semana a la Policía local para poder vender sus boletos de autobús enfrente del campamento de refugiados en Presevo. “Simplemente les das lo que piden y te dejan en paz”, dice. También otros ayudantes saben de taxistas que sobornan a los agentes policiales.
Imagen: DW/D. Cupolo
Precios exagerados
Con la caída de las temperaturas, cada vez más hoteles ofrecen hospedaje a los refugiados. Sin embargo, aquellos que no pueden pagar los precios exagerados de las habitaciones son rechazados.