Muchas décadas han sido necesarias para que la sociedad reconozca, mediante el vocabulario de los derechos humanos, a cuatro vertientes principales en cuanto a orientaciones sexuales alternativas. Gracias a ello, las comunidades lésbica, gay, "trans" (travesti, transexual, transgénero) y bisexual han cobrado presencia en un mundo que hasta hace poco las ignoraba por completo o las rechazaba.

Pero al parecer la gesta deberá continuar pues ya se habla de la “intersexualidad”, ámbito muy amplio en el que caben lo mismo personas hermafroditas que otras atrapadas sin remedio –física o espiritualmente- entre los géneros masculino y femenino. Es un fenómeno que apenas asoma el rostro, y que afecta a sujetos inmersos de una u otra forma en el limbo sexual.

Intersexual por negligencia

Como ejemplo están varios casos consignados por el semanario Der Spiegel en su edición de esta semana. Uno de ellos se refiere al de una persona que aparentemente había nacido con genitales externos masculinos y que, luego de manifestar un desarrollo anormal para un hombre, le fue recetado un tratamiento con hormonas.

Con el paso del tiempo salió la realidad a la luz. En efecto, Christiane V. siempre fue mujer y aún se siente con identidad femenina pero, a causa del tratamiento al que fue sometida en la adolescencia, se encuentra como intrusa en un cuerpo hacia el cual no siente apego alguno.

Dista de ser una historia aislada. Se calcula, de acuerdo con cifras mencionadas por el semanario, que en Alemania existen entre 80.000 y 100.000 personas en situación de intersexualidad. Algunas de ellas, como Christiane en tiempos pasados, ni siquiera se percatan de ello.

En la ciudad de Lübeck, asimismo, tiene su sede la organización denominada Netzwerk Intersexualität (NI), red social y de investigación dedicada a lo que en términos médicos se conoce como “desórdenes del desarrollo sexual" (DSD), y que los miembros del organismo prefieren mencionar como "peculiaridades".

Mutación de genes, otra causa

En sus publicaciones, la NI consigna casos de personas que luego de haber crecido con características del género masculino experimentaron, a causa de mutaciones en los genes que procesan determinadas enzimas, una transformación hacia rasgos femeninos.

La descripción de los casos agrega que" los individuos afectados son genéticamente masculinos; desarrollaron estructuras internas masculinas pero genitales externos femeninos. Usualmente, estas personas fueron educadas con identidad femenina y el diagnóstico preciso se realizó hasta la pubertad, ante los primeros signos de virilización.”

Medicina y derechos humanos

Seguramente, la diversidad de los ejemplos que caen en el terreno de lo intersexual hará que el tema vaya creciendo conforme un mayor número de afectados vaya percatándose de su condición real.

En este sentido, el destino de Christiane V. puede resultar decisivo. Ella decidió entablar un juicio y demandar indemnización. El fallo se dará a conocer el próximo 12 de diciembre y, si resulta favorable para la demandante, puede ocasionar que más personas sigan el mismo camino jurídico.

En éste y otros, casos, también es previsible que se producirá un debate para que la intersexualidad deje de ser etiquetada como un mero "desorden" médico. Desde este punto de vista, el respeto a la intersexualidad puede presentarse como una de las grandes luchas a futuro en el ámbito de los derechos humanos.