En la cuerda floja
24 de agosto de 2006Cultura democrática
LE MONDE, de París, opina: "Junto a la tumba de su hijo de 20 años, que cayó pocas horas antes de la entrada en vigor del armisticio, el escritor israelí David Grossmann llamó al Estado de Israel a "hacer un análisis de conciencia", luego de la nueva guerra contra el Líbano, que laa mayoría de los israelíes tienen por fiasco político y militar. El Gobierno y el Estado Mayor tienen dificultades con ello. Pero la sociedad civil israelí se moviliza, con gran apoyo de los medios de comunicación, para que los sucesos sean investigados lo más a fondo posible. (...) Esta crisis nos recuerda cuán fuerte es la cultura democrática en Israel. Todos los intentos de los políticos y militares de poner dique a la creciente crítica o por lo menos desviarla, sólo han logrado hasta ahora hacer redoblar las protestas".
Unidad resquebrajada
EL PAIS, de Madrid, escribe: "La guerra contra Hezbolá ha puesto al Gobierno israelí en la cuerda floja. Las acusaciones de Amnistía Internacional de que Israel ha cometido crímenes de guerra al destruir deliberadamente infraestructuras civiles en Líbano no deben caer en saco roto. Sin embargo, no es previsible que tengan un impacto significativo en la sociedad israelí, que hizo piña en torno a la necesidad de desarmar a la guerrilla chií. Pero esa unidad nacional se ha resquebrajado y crecen las voces que piden la dimisión del primer ministro Olmert, que se ha visto obligado a abrir una investigación sobre los fallos cometidos por el Ejército. Las últimas quejas han llegado de los reservistas, muchos de los cuales aseguran haber sido enviados al frente sin la preparación suficiente".
Sólo puede ser el comienzo
El diario alemán FRANKFURTER RUNDSCHAU, de Fráncfort del Meno, Alemania, resalta: "El viaje de Kofi Annan, el Secretario General de la ONU, que incluso da fin a la ausencia de diálogo con Damasco y Teherán, sólo puede ser un comienzo. Muy pronto debe estar estacionada también la misión de protección del Líbano, con un mandato claro y que no deje lugar a discusiones ni interpretaciones. De lo contrario, la esperanza de que el armisticio pudiera ser algo más que una pausa en la guerra, va a demostrar ser sólo ilusión. Ahora ha habido dos semanas para la reflexión y la cuestión central de quienes se preguntaban cuán robusto y confiable debe ser ese mandato era más que justificada. Pero ahora debe ser aclarada lo más rápidamente posible".