Un SUV debe ser versátil, poder andar tanto por caminos asfaltados como no asfaltados y ser deportivo o… como en el caso del Kia Sportage, ahorrativo. Kia lo logra con un sistema semihíbrido: además de un motor diésel, tiene un pequeño motor eléctrico alimentado por una batería de iones de litio de 48 voltios. La batería es recargada automáticamente durante la marcha.