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En la UE ha comenzado la batalla por el azúcar

Pablo Kummetz10 de noviembre de 2004

Unos 36 kilos de azúcar se consumen per cápita y por año en Alemania. La Unión Europea quiere ahora bajar el precio mínimo del azúcar y reducir su producción. El sector europeo del azúcar llama a la resistencia.

Cubitos de azúcar: no sólo dulceImagen: dpa


Tres asociaciones organizaron hoy una conferencia para exponer sus preocupaciones en torno del azúcar europeo. La Federación Agropecuaria Alemana, la Asociación de Productores de Azúcar y el Sindicato de la Industria Alimentaria y la Gastronomía. Los tres rechazan los planes de la UE.

Remolacha azucarera en Europa: los productores se resisten.Imagen: dpa

Ésta planea disminuir el precio mínimo que asegura la UE por el azúcar en un 37% y reducir la producción en un 16%. Ello abarataría el azúcar para los consumidores, pero ha causado revuelo entre los 50 000 productores europeos de remolacha.

Las tres asociaciones han creado la "Acción para la Defensa del Azúcar" y desarrollado opciones al plan de Bruselas. La reducción de los precios y el volumen de producción pondría en peligro la existencia económica de numerosos productores y también la de la industria elaboradora, dicen.

Ocho millones de toneladas

El resultado sería positivo, sin embargo, para los mercados internacionales. La UE saldría a adquirir fuera unos 8 millones de toneladas de azúcar, el 40% de la producción europea. Ello se corresponde con la cosecha de unas 900 000 hectáreas de remolacha.

Fábrica de azúcar en Alemania.Imagen: AP

La medida afectaría a 375 000 agricultores en la UE, 48 000 de ellos en Alemania. Las consecuencias también se sentirían en 230 fábricas de azúcar, con miles de trabajadores. En el sector trabajan en total unas 300 000 personas.

Las tres asociaciones plantearon una revisión de los proyectos de reforma del mercado azucarero, exigiendo una disminución menor de volúmenes y precios, un periodo de transición más largo y la inclusión de criterios ecológicos en la toma de decisiones al respecto.

El ganador es: Brasil

Gerd Sonnleitner, presidente de la Federación Agropecuaria Alemana, ya ha identificado al ganador de todo este proceso: Brasil. "Pero no debemos olvidar cómo se produce azúcar allí", agregó. "Con la roza de selva tropical y la explotación de los trabajadores. Ese no puede ser el objetivo de una reforma del mercado del azúcar".

Franz-Josef Möllenberg, el presidente del Sindicato de la Industria Alimentaria y la Gastronomía, objeta por su parte que "en muchos países productores de azúcar, las condiciones de trabajo son desastrosas. En Brasil, por ejemplo, existe probadamente el trabajo infantil".

Y agregó: "El actual bajo precio del azúcar en el mercado mundial es una consecuencia de la sobreoferta, que se debe sobre todo a una producción excesiva fuera de Europa.

Sin duda existe la necesidad de reformas, pero las propuestas de la UE vienen demasiado rápido y son excesivamente radicales."

Ahora, los productores, elaboradores y trabajadores europeos de la industria del azúcar ponen sus esperanzas en el Consejo Agrario Europeo de fines de noviembre. Pero se parte de que pasará todavía un año antes de que se tome la decisión definitiva.

Posiciones divergentes

Diversas organizaciones no gubernamentales tienen, sin embargo, otra posición. El Servicio Evangélico de Desarrollo (EED), la Red de Información y Acción Food First (FIAN) y la Federación de Protección Ambiental (BUND) exigieron también una reforma profunda del actual orden azucarero de la UE, pero de otra forma.

"Una apertura indiferenciada del mercado no es solución, porque fomentaría el monocultivo en países en desarrollo y haría aumentar la pobreza", dice Armin Paasch, de FIAN Alemania.

Por otra parte, agregó, no se puede seguir subvencionando la superproducción en Europa. Las ONG exigen reducir la producción a un 90% de la demanda en la UE y condicionar la importación a la observancia de estándares ecológicos y sociales en los países exportadores.

Las ONG destacaron también que en la UE fueron desarrolladas ya opciones al cultivo de remolacha azucarera, para amortiguar los efectos de las reformas.

El orden del mercado azucarero, agregaron, creó privilegios desproporcionados para el cultivo de remolacha y la industria elaboradora.

Con sus actuales exigencias, concluyeron, los productores de remolacha sólo quieren defender sus privilegios, en lugar de desarrollar perspectivas que merezcan tomarse en serio.

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