DW recorre el recién inaugurado Museo Afroamericano, que se aloja en un espectacular edificio de Washington. Sus responsables nos cuentan las singularidades y el novedoso enfoque de su colección.
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En el conocido National Mall, en el corazón de la ciudad de Washington, donde se erigen todos los grandes museos de la capital estadounidense, abrió el sábado (24.09.2016) sus puertas un singular museo que muestra la historia y cultura afroamericanas.
La visita al lugar se inicia con un viaje en el tiempo. Un timbre anuncia la llegada del elevador que transporta al visitante varias plantas hacia abajo y cada vez más atrás en el tiempo: 1968, año crucial en la lucha por los derechos civiles, 1865, el año que marca el final de la Guerra Civil, 1776, año de la declaración de independencia de los Estados Unidos de América… En la parte más profunda del edificio, se documenta el inicio del comercio con esclavos a través del Atlántico en el siglo XVI.
Desde el pasado hasta el presente
“Realmente, la esclavitud es la piedra fundamental del desarrollo del mundo moderno”, dice a DW Nancy Berkaw, curadora del Museo de Historia y Cultura Afroamericana. “Eso no solo afecta a América, sino a todo el mundo. Y, precisamente, como la esclavitud y la libertad son tan fundamentales, la muestra da comienzo, literalmente, en los cimientos del museo”, explica Berkaw.
Desde ese punto de inicio, el visitante se mueve hacia el presente a través de la historia de la esclavitud, la época de la segregación racial tras la guerra civil estadounidense hasta los movimientos civiles y, finalmente, la toma de posesión del presidente Barack Obama. En ese trayecto, la colección muestra piezas sensacionales: una vieja cabaña de esclavo, un vagón ferroviario en el que blancos y negros debían sentarse por separado, una casa a la que se mudaron esclavos liberados, la barra de un restaurante en el que protestaban los activistas por los derechos civiles porque a ellos no se les atendía en el local… Hay piezas algo más pequeñas, “pero no por ello menos impresionantes”, dice Lonnie Bunch, director del Museo.
Libertad en un sobre de hojalata
“Es importante comprender que este Museo, por un lado, narra de nuevo los grandes relatos. Por el otro, cuenta historias de personas a las que nadie conoce”, dice Bunch. Al propio director le sobrecoge, por ejemplo, la historia de una familia de apellido Trammell. Sus miembros eran esclavos que lograron la libertad en la década de 1850. El padre modeló con sus propias manos un pequeño sobre de hojalata para proteger el documento que les otorgaba la libertad. Los descendientes han cedido estos objetos al Museo para que el público pueda admirarlos.
“Este Museo no es la historia de los negros contada por los negros, sino que supone una forma de mirar a EE.UU. a través de la lente de esta comunidad. Así pues, si uno quiere comprender las nociones de optimismo, resiliencia e igualdad, deberá vincularlas con los negros. En esencia, el mensaje es: ‘esta es tu historia, seas quien seas’, dice Bunch.
En las plantas superiores del Museo, se da testimonio de la influencia que la cultura afroamericana ha tenido en Estados Unidos: danza, cine, televisión, teatro y, por supuesto, música. Es un largo viaje a través del tiempo y de la sociedad del país
Diez museos alemanes que vale la pena conocer
En Alemania hay más de 6500 museos. El departamento de Cultura de DW les presenta 10 de los más importantes en el Día Internacional de los Museos
Imagen: Museum Frieder Burda
Museo Isla Hombroich
Muy cerca de la ciudad de Neuss se pueden observar al aire libre diez pabellones del artista alemán Ervin Heerich (1992-2004), en un área de 72 hectáreas. Los pabellones son en sí mismos obras de arte autónomas, esculturas accesibles que albergan dos milenios de cultura.
Imagen: Stiftung Insel Hombroich/Fotograf / Tomas Riehle, Bergisch Gladbach
Centro de la Emigración alemana, Bremerhaven
Una tarjeta de embarque permite acompañar en su viaje a un emigrante, como, por ejemplo, a la médica judía Hertha Nathorff, que huyó de los nazis a Estados Unidos. Estaciones de un éxodo que empieza en el puerto de Bremerhaven y que emocionan por su carga histórica.
Imagen: Auswandererhaus Bremen/Foto: DW/S. Spröer
Museo Folkwang en Essen
Una construcción ingeniosa, que no sólo invita a conocer arte de alto nivel. Aquí los visitantes se sienten bienvenidos: el Museo Essen es uno de los primeros que no cobra entrada. Este es un animado cosmos donde los niños pueden experimentar y descubrir. Actualmente, la escultora alemana Katharina Fritsch presenta allí sus obras.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Weihrauch
Museo al aire libre de Klockenhagen
El museo al aire libre en Klockenhagen, a orillas del Mar Báltico, es ideal para pasar un día al sol, y, ¿por qué no?, también bajo la lluvia. Allí se puede caminar entre antiguas casas y ver la vida cotidiana de Mecklenburg-Vorpommern en los siglos pasados.
Imagen: Imago/alimdi
La antigua Galería Nacional de Berlín
En la Isla de los Museos de Berlín este museo es un sitio de visita obligada. Todo es digno de ver y experimentar: sus salones, sus gabinetes y sus grandes pinturas son maravillosas.
Imagen: Fotolia/mkrberlin
Museo Kolumba de Colonia
El Museo de Arte del Arzobispado de Colonia fue reconstruido en 2007 por el arquitecto Peter Zumthor en una nueva ubicación. Los restos de las paredes y ruinas románicas de la iglesia de St. Kolumba fueron incluidos en los planos. El Museo Diocesano presenta tesoros de 2.000 años de la cultura occidental, que armonizan con la arquitectura única de este lugar.
Imagen: Kolumba, Köln/Helene Binet
Casa de la Historia de la República Federal de Alemania, en Bonn
Este museo presenta testimonios de la historia de Alemania, desde 1945 hasta la actualidad: un trozo del Muro de Berlín, coches viejos, un tocadiscos o una tienda de kebab turco. Aquí se puede experimentar la identidad multicultural alemana en forma directa. También se ofrecen visitas guiadas a la residencia de los cancilleres en tiempos en que Bonn fue la capital provisional de Alemania.
Imagen: Imago/S. Spiegl
Museo de la Comunicación de Berlín
¿Cómo se comunicaban los humanos antes de que existiera el correo electrónico y Whatsapp? En el Museo de Berlín para la Comunicación se puede enterar. Una visita es un viaje al pasado. Lo mejor: las instalaciones interactivas.
Imagen: Museum für Kommunikation Berlin
Centro de Arte y Medios de Karlsruhe (ZKM)
Desde la pintura al óleo a la era de las “aplicaciones” y de la composición clásica al “sampling”: el ZKM combina todas las formas de arte contemporáneo. En una antigua fábrica de municiones, este es un lugar para el arte experimental que también alberga institutos de investigación y otros museos, como otrora la Bauhaus de Weimar en 1919.
Imagen: picture-alliance/dpa
La colección de Frieder Burda en Baden-Baden
El edificio está perfectamente equipado: las exposiciones temporales de la colección de la editorial Frieder Burda son únicas. La colección incluye unas 1.000 obras de arte moderno y contemporáneo, entre las que se cuentan pinturas, esculturas, objetos, fotografías y obras sobre papel. Es una de las colecciones privadas de arte más importantes y valiosas de Europa.