Para la FIFA, la medida no es tema de discusión y sus gestos son más explícitos que sus declaraciones; así lo entendieron los funcionarios bolivianos, primeros en acercarse sin éxito con una delegación oficial y de alto rango al máximo órgano rector del fútbol.

La puerta en las narices

La delegación boliviana, compuesta por el Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, el Viceministro de Deportes y leyenda del fútbol Milton Melgar, ex capitán de la única selección de ese país en participar en un Mundial en 1994, y el periodista deportivo Alfonso Arévalo, voló más de 30 horas con rumbo a Zúrich en busca de 5 minutos de dialogo con funcionarios de la FIFA.

El esfuerzo fue en vano. La delegación no tuvo la más mínima oportunidad de reunirse con el presidente de la FIFA Joseph Blatter, y sus solicitudes de audiencia fueron desatendidas e ignoradas. Que Bolivia es un país de montaña con el derecho de jugar al fútbol en sus tradicionales estadios a más de 2.500 metros de altura, era el mensaje que en Zúrich nadie escuchó.

“No es agradable tener que regresar a contarle a nuestros ciudadanos que la FIFA nos negó una audiencia, que el señor Blatter no tuvo la gentileza, ni las buenas maneras, ni la civilización de concedernos como representantes de un pueblo 5 minutos de su tiempo. La medida de la FIFA y su forma de tratarnos no es sólo displicente con Bolivia, también es discriminatoria” declaró el Ministro Quintana a DW-WORLD.

Frente internacional

Los bolivianos retornan a casa con una derrota que esperan, según explicó Quintana, traducir a nivel político en una victoria a través de otras acciones. “Ahora tendremos que ejercer presión a través de la movilización de nuestra sociedad civil en protesta a la medida, además internacionalmente ya contamos con el decidido apoyo de los gobiernos de Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela”

El rechazo a la decisión de la FIFA, como mencionó el ministro boliviano, ha abandonado el terreno deportivo y se empieza a mover en el campo político a alto nivel en Suramérica.

La cancillería ecuatoriana desplegó una ofensiva diplomática encabezada por su embajador en Suiza, Jaime Merchán, quien fue el encargado de entregar a nombre de su gobierno una misiva a la FIFA que califica a la decisión como injusta, antideportiva, discriminatoria y antidemocrática.

En Quito, una de las ciudades afectadas por la medida de limitar los partidos a una altura de 2.500 metros, un grupo de ciudadanos salió espontáneamente a las calles vistiendo la camiseta del seleccionado ecuatoriano gritando: “FIFA racista”.

El jefe de estado peruano, Alan García, tampoco ahorró palabras al criticar a la FIFA a la que consideró de “europeista” agregando que “los que tomaron esa decisión olvidan que el mundo es heterogéneo; que el señor Blatter no pueda jugar a más de 2.500 metros no significa que los futbolistas no lo puedan hacer”.

En Colombia el Presidente Alvaro Uribe anunció el envío de una misión a Zúrich, sede de la FIFA, encabezada por su Vicepresidente Francisco Santos, en tanto que Luis Garzón, alcalde de Bogotá cuyo estadio también fue afectado por la determinación de limitar la altura, ascendió trotando al aledaño cerro de Monserrate ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar para expedir una prueba de lo saludable que es el ejercicio aún en esas altitudes.

¿Peligra la Copa América?

A pesar de los rumores que se han extendido a lo largo del continente suramericano sobre un posible boicot al torneo en Venezuela, éstos han sido desmentidos por los responsables de las diferentes federaciones nacionales de fútbol que tomarán parte en el mismo.

Sin embargo en el caso particular de Bolivia el gobierno se reservará el derecho de vetar la participación de un seleccionado de su país en la Copa América si el próximo 14 de junio en la reunión de la Conmebol convocada para estudiar la polémica decisión de la FIFA, ésta no es revocada.

“Haremos todo lo que este en nuestras manos para evitar ser discriminados y entre las medidas que contemplamos estaría por supuesto retirar nuestro equipo de la Copa América” reveló a DW-WORLD el Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.

“Nosotros nacemos y morimos en la montaña y no nos pueden condenar por ello a la exclusión del fútbol internacional” agregó Quintana sustentando la protesta de los países andinos ante la medida de FIFA.