Hace tiempo que la Feria del Libro de Fráncfort no se comprometía tanto con una causa. Ante un tenso clima político mundial, el sector de libros subraya la importancia de una sociedad abierta y tolerante.
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Ya antes de su inauguración oficial, la 67 Feria del Libro de Fráncfort envió una señal inequívoca, al invitar a Salman Rushdie a la conferencia de prensa de apertura. El autor británico lucha apasionadamente por la libertad de expresión. Tras la publicación de su libro “Los versos satánicos” (1989), musulmanes radicales emitieron una fatwa (condena de muerte) en su contra.
Al enterarse de la presencia de Rushdie, Irán canceló su participación en la Feria del Libro. Su director, Jürgen Boos, dijo al respecto que lamentaba esta decisión, pero que la libertad de expresión no era negociable. Al parecer, diez editoriales iraníes se han negado a seguir el ejemplo del Ministerio de Cultura de su país, que canceló su participación debido a que “los libros de Rushdie insultan al islam”. Según una portavoz de la Feria del Libro, las editoriales no querían perderse el mayor encuentro del sector de libros.
Ataque a un derecho fundamental
De acuerdo con Rushdie, la mayor amenaza consiste en que algunos países no reconocen la universalidad de la libertad de expresión, pese a que la capacidad de expresarse es lo que une a las culturas y religiones.
No obstante, Salman Rushdie también señaló que los ataques a este derecho fundamental no solo vienen de países en los que no existe la libertad de expresión, sino que también en el mundo Occidental hay formas sutiles de limitar este derecho: en algunas universidades estadounidenses, por ejemplo, se advierte a los estudiantes de la lectura de ciertos libros, puesto que podrían contener pensamientos que ponen en duda algunas cosas; en la Universidad de Duke, estudiantes se negaron a leer un libro sobre lesbianas, porque contradecía su educación religiosa.
Rushdie recordó que hoy día podemos expresarnos libremente, porque hace 200 años se rompió la supremacía de la Iglesia e insistió en que no debemos permitir que las religiones vuelvan a cobrar tanta fuerza. En nuestro mundo globalizado, la intolerancia nos afecta a todos, opinó.
Según Jürgen Boos, director de la Feria del Libro, la literatura y la edición siempre han sido incómodas, porque ponen en duda el consenso prevaleciente: “La literatura tiene la tarea de nombrar la realidad y de poner a discusión aparentes evidencias”.
En los próximos días, más de 7.000 expositores de cerca de 100 países presentarán sus nuevas publicaciones, autores alemanes y del extranjero participarán en discusiones y con ponencias, y el país invitado, Indonesia, presentará su diversidad cultural y literaria.
Los diez ganadores del Premio Alemán del Libro
En el marco de la Feria del Libro de Fráncfort, la Asociación de Editores y Libreros Alemanes distingue cada año a la mejor novela en idioma alemán. Aquí les presentamos los ganadores de la última década.
Imagen: Deutscher Buchpreis/Börsenverein des Deutschen Buchhandels e.V.
Arno Geiger
En 2005, el primer Premio Alemán del Libro fue otorgado a Arno Geiger por su obra “Todo va bien” (Es geht uns gut). El jurado elogió al autor por su novela sobre tres generaciones, que describió como “una novela familiar involuntaria”. Geiger logró compaginar de forma convincente y equilibrada “el pasado y el presente, acontecimientos históricos y relatos privados, el recuerdo y el olvido”.
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Elsner
Katharina Hacker
En su novela "Los pobres diablos" (Die Habenichtse), de 2006, Katharina Hacker relata las historias de adultos jóvenes, de entre treinta y cuarenta años, que saben y conocen todo, menos a sí mismos. ¿Cómo quieres vivir? ¿Cuáles son tus valores? ¿Cómo deberías y cómo puedes actuar? Estas son algunas de las preguntas que aborda en su obra.
Imagen: picture-alliance/dpa/E.Elsner
Julia Franck
“La mujer del mediodía” (Die Mittagsfrau) es el título de la obra que se llevó el premio en 2007. Con la Primera y Segunda Guerra Mundial como telón de fondo, Julia Franck cuenta la perturbadora historia de una señora que abandona a su hijo, sin encontrarse a sí misma. El libro fue traducido a 34 idiomas y vendió más de un millón de ejemplares.
Imagen: picture-alliance/dpa/Guillem Lopez
Uwe Tellkamp
En 2008, Uwe Tellkamp fue distinguido por su obra “La torre” (Der Turm). La novela cuenta la historia de una familia burguesa de Dresde poco antes de la caída del Muro de Berlín. La familia ejemplifica el conformismo y la resistencia en los últimos años de la República Democrática Alemana. En 2012, la novela de Tellkamp fue llevada a la pantalla grande.
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Elsner
Kathrin Schmidt
También la obra ganadora de 2009, “No vas a morir” (Du stirbst nicht), aborda la caída de la RDA y la reunificación alemana, solo que a través de una historia individual. Tras un derrame cerebral, la figura principal de la novela despierta del coma e intenta recuperar el habla y su memoria.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Burgi
Melinda Nadj Abonji
En el libro “Las palomas levantan el vuelo” (Tauben fliegen auf), la historia migratoria de una familia refleja los conflictos en Europa tras la desintegración de Yugoslavia. En 2010, Melinda Nadj Abonij recibió el Premio Alemán del Libro por entrelazar acontecimientos históricos y relatos personales en una novela sobre la minoría húngara en Voivodina y el conflicto yugoslavo.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Eisele
Eugen Ruge
La obra que fue distinguida en 2011 probablemente lleve el título más bello de todas: “En tiempos de la luz decreciente” (In Zeiten des abnehmenden Lichts). Esta novela familiar abarca la época de la década de los 50 del siglo pasado hasta el comienzo del nuevo milenio. Desde la perspectiva de la RDA, repasa la historia de Alemania en el siglo XX.
Imagen: picture-alliance/dpa/A.Dedert
Ursula Krechel
En su novela “Tribunal regional” (Landgericht), de 2012, Ursula Krechel relata la historia del juez judío Richard Kornitzer, que en 1945 regresa del exilio para volver a ejercer su profesión. La autora dedicó más de diez años de investigación a este libro. Según Krechel, su novela es “un monumento en espacios idiomáticos y reflexivos” para personas como Richard Kornitzer.
Imagen: dapd
Terézia Mora
“El monstruo” (Das Ungeheuer), obra ganadora de 2013, aborda la depresión. La novela es una combinación de apuntes de un diario y la crónica de un viaje. Terézia Mora creó un mosaico de informaciones autobiográficas y médicas acerca de la depresión y la enajenación.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Dedert
Lutz Seiler
El año pasado, Lutz Seiler ganó el Premio del Libro Alemán por su obra “Kruso”, en la que tematiza la búsqueda de la libertad, la huida de la República Democrática Alemana y de la vida. En septiembre de 2015, el libro fue llevado al teatro.