¿Acto "terrorista” o "montaje”? Esto es lo que muchos se preguntan respecto a la agresión que se registró este martes (27.06.2017) en la capital venezolana. Tras secuestrar un helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), el inspector policial identificado por el gobierno como Oscar Alberto Pérez atacó desde el aire los edificios del Ministerio de Justicia y del Interior, así como la sede del Tribunal Supremo. El asalto con granadas y disparos se saldó sin víctimas.

Después de su exitosa huida, Pérez exigió la renuncia del presidente Maduro en un videomensaje difundido en las redes sociales. Escoltado por cuatro hombres enmascarados, armados con rifles, hizo un llamado a los venezolanos a salir a las calles y bases militares para unirse a su "lucha por la vida y la esperanza”.   

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Para Carmen Beatriz Fernández, profesora del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), este "llamado explícito al levantamiento” es un acto individual que no ha sido respondido por otros actores armados. "Pero sí tiene un papel simbólico”, dice la comunicadora política, que compara a Oscar Pérez con el joven alemán que en 1987 burló los mecanismos de seguridad soviéticos al aterrizar con una avioneta en la Plaza Roja de Moscú. "El Estado venezolano se presenta como un poder monolítico, pero estamos viendo quiebres. Señalan una fragilidad por encima de las muestras de fuerza, solidaridad y unidad”, dice en entrevista con DW.

El politólogo Detlef Nolte, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales, GIGA, tampoco descarta que se haya tratado de una "provocación” orquestada por el régimen chavista. Independientemente de si se trata de un montaje o no, "no debería sorprender que el gobierno lo esté usando para sus propios fines”, señala.

Gobierno venezolano denuncia "silencio” de la UE

El régimen de Nicolás Maduro no tardó en denunciar un "acto terrorista” contra instituciones del Estado venezolano. Por su parte, el canciller Samuel Moncada criticó el largo "silencio” de la Unión Europea y otros países ante la agresión: "Se preocupan por los derechos humanos, por la lucha contra el terrorismo y todavía no hemos tenido la primera declaración… Están protegiendo a los autores del hecho con su complicidad ignorante fingida", sostuvo.

Para el gobierno chavista está claro que Pérez tiene vínculos con el servicio de inteligencia estadounidense CIA. "En Venezuela, la culpa de todo la tienen siempre la CIA, el gobierno norteamericano o cualquier otro malhechor del exterior”, comenta al respecto Detlef Nolte.

Maduro evidencia "desnudez democrática”

Poco antes del ataque, durante un acto político en Caracas, el presidente Nicolás Maduro había señalado que defendería con las armas la revolución bolivariana: "Si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana nosotros iríamos al combate, nosotros jamás nos rendiríamos y lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas". 

Carmen Beatriz Fernández califica la declaración de Maduro como "tremendamente desafortunada”. Si bien no es la primera declaración belicista del presidente, sí es la primera vez que emplea un lenguaje de guerra tan explícito en el marco de las protestas que sacuden el país latinoamericano desde hace casi tres meses y que han dejado más de 80 muertos. 

Al mismo tiempo, la comunicadora política constata una "desnudez democrática” en las palabras de Maduro, quien admite indirectamente que "no cuenta con los suficientes apoyos para ganar elecciones normales”.

Entre los sucesos que se precipitaron el martes, la oposición también denunció un ataque a parlamentarios de la Asamblea Nacional por parte de ciudadanos armados. El presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, aseguró que la violencia respondió a las declaraciones del jefe de Estado horas antes.

¿Estamos ante una guerra civil?

Pese a la escalada retórica, ambos expertos descartan la posibilidad de una guerra civil. "En Venezuela no hay dos grupos armados como en otros procesos de guerra civil, en todo caso estaríamos frente a una masacre de unas fuerzas armadas del Estado contra una sociedad civil desarmada”, explica Fernández. Detlef Nolte, director del Instituto Latinoamericano del GIGA, cree además que la intransigencia de Maduro con respecto a la oposición en los últimos meses lo obliga a seguir empleando un tono belicista, evitando mostrar señales de debilidad.

Según el politólogo alemán, actualmente el ejército es el único actor que podría alterar el equilibrio de poderes en el país latinoamericano. Los uniformados, sobre todo los generales, todavía parecieran respaldar el proyecto del gobierno venezolano. Pero, ¿qué pasará cuando el soldado común reciba la orden de actuar contra los manifestantes?, se pregunta Nolte.

En opinión de Fernández, "en Venezuela se están jugando los valores democráticos del continente”. "Estamos ante la tiranización de una sociedad. Se han ido minando progresivamente las instituciones democráticas y se ha ido avanzando hacia el autoritarismo”, sentencia la profesora del IESA.

Autora: Viola Traeder (ERS)