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Un supermercado en vez del fútbol

Daniel Martínez22 de septiembre de 2014

Mientras llega una atractiva oferta para dirigir un nuevo equipo, Holger Stanislawski, uno de los entrenadores más populares de Alemania en la última década, ha cambiado de trabajo y ahora administra un supermercado.

1899 Hoffenheim Trainer Holger Stanislawski
Imagen: dapd

Tras haber dejado huella en tres de los más famosos clubes de la Bundesliga -el St. Pauli, el Hoffenheim y el Colonia- , y haberse retirado temporalmente de los vestuarios y los bancos reservados para los entrenadores, Holger Stanislawski, un hombre respetado profundamente en el mundo del fútbol alemán, ha reaparecido, pero esta vez en el campo empresarial.

Desde el verano del 2013, cuando el entrenador tomó voluntariamente la decisión de hacer una pausa, son varios los equipos que han tocado a su puerta en busca de ayuda. El Núremberg es uno de ellos, otro es el Hamburgo, donde recientemente se le consideró como candidato a tomar las riendas del caótico club. Aún así, por lo pronto Stanislawski ha preferido conservar la distancia con el deporte y continuar con la actividad gerencial que asumió hace algunos meses en un supermercado del cual es copropietario.

Un mito del St. Pauli

Como entrenador del St. Pauli, el popular club de Hamburgo, Holger Stanislawski se ganó la admiración de la afición propia y de la ajena tras impulsar al modesto equipo desde la tercera hasta la primera división en apenas cinco años. Sin un gran presupuesto, sin estrellas, y casi que sin ninguna experiencia en el banquillo, al que llegó siendo director deportivo, dotó al St. Pauli de una identidad futbolística muy atractiva para el público por su vocación ofensiva y su espíritu combativo.

Con escasos 37 años, en su primera temporada como entrenador, rescató al St Pauli en el peor momento en la historia reciente de un equipo que se había acostumbrado a competir con los grandes. En el 2007 el club abandonó la tercera división alemana de la mano de Stanislawski, quien incrementó su buena reputación al llevarlos cuatro años más tarde a la categoría élite de la Bundesliga.

El deseo de ampliar su experiencia en la primera división le llevó en el 2011 a aceptar un nuevo reto lejos de Hamburgo, en Hoffenheim, donde apenas estaría seis meses. Su siguiente estación, que es hasta ahora la última, fue en Colonia en la segunda división. Su labor con el equipo gozó de la aceptación y el aprecio de las directivas del club, los aficionados y la crítica que vio en él a uno de los más destacados representantes de una generación de jóvenes directores técnicos aportando al cambio de mentalidad en el fútbol alemán. Stanislawski era parte de un selecto grupo de innovadores entre los que también se cuentan Jürgen Klopp (Dortmund), Thomas Tuchel (exMaguncia) y Markus Weinzierl (Augsburgo).

En vez de balones, víveres y abarrotes

Pero aunque su paso por el Colonia fue calificado positivamente, Stanislawski solicitó tras apenas un año la revocación de su contrato. Durante la temporada 2013/2014 el entrenador se alejó del fútbol. Los aficionados pensaron que se trataba de una corta pausa para recobrar fuerzas y prepararse para asumir un nuevo reto en la Bundesliga, pero él los sorprendió al dar a conocer la actividad de la que se ocuparía: la administración de un supermercado en Hamburgo.

Los estadios, los arcos y los balones fueron reemplazados en la vida cotidiana por estanterías, mercancías, cajas registradoras y carritos para transportar las compras de una sección a otra. Las únicas similitudes entre el nuevo y el viejo sitio de trabajo de Holger Stanislawski son las dimensiones (el supermercado es casi tan grande como una cancha de fútbol) y la necesidad de motivar y resaltar las virtudes del trabajo en equipo (antes a jugadores, hoy a sus empleados).

“No sé qué pueda presentarse en el futuro relacionado con el fútbol, pero siempre seré propietario de este supermercado, que nació de las discusiones con mi socio Alexander Laas sobre lo que se hace después de terminar la carrera deportiva”, contó Stanislawski en la presentación de su negocio, del cual también es dueño Laas, exjugador profesional del Hamburgo.

La última estación de Holger Stanislawski como entrenador de fútbol fue en la segunda división en Colonia.Imagen: picture-alliance/dpa

“¿Volver al fútbol? Quizás”

Curiosamente fue el fútbol el que se encargó de mostrarle el nuevo futuro profesional como empresario a Holger Stanislawski. Durante su tiempo en Colonia él conversó casualmente en varias ocasiones con el patrocinador del equipo que entrenaba, la cadena de supermercados alemana REWE, sobre los detalles de este tipo de negocios. Así se despertó el interés que actualmente lo tiene haciendo un extenuante curso de preparación como administrador de este tipo de locales.

Una vez lo termine, a partir del próximo mes de noviembre, su supermercado (una filial de la cadena REWE) estará identificado como propiedad de Stanislawski & Laas Sociedad Limitada, con 100 empleados, 25.000 clientes a la semana, y unos ingresos anuales calculados en 30 millones de euros. Las nuevas tareas del prestigioso entrenador incluyen la contabilidad, la logística, la estrategia de mercadeo y el manejo de personal.

¿Y el fútbol? Holger Stanislawski asegura que no lo ha olvidado, y cuando se le ha preguntado sobre un posible regreso su respuesta es “quizás”. El entrenador ha aclarado que el supermercado es un proyecto para asegurar su vida lejos de los estadios, pero que no es la renuncia definitiva a su carrera. “Si el Barcelona busca a alguien calificado para volver a ser campeón en España, yo estaría calificado para ello. Las otras ofertas que lleguen podré meditarlas con calma”, contó.

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