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Encuentro OTAN - Rusia: "El diálogo es lo más importante"

Cathérine Martens
19 de diciembre de 2016

El Consejo OTAN-Rusia no pudo encontrar consenso en los principales temas de disputa, pero el encuentro no fue, del todo, un fracaso.

Bote estadounidense durante ejercicio militar de la OTAN "Baltops" en Polonia
Bote estadounidense durante ejercicio militar de la OTAN "Baltops" en Polonia Imagen: picture-alliance/dpa/K. Nietfeld

Primero Ucrania; la OTAN lo dejó claro, en palabras del secretario general, Jens Stoltenberg: "La integridad territorial y soberanía de Ucrania es inviolable", así como que "la OTAN no va a reconocer a una Crimea independiente”.

A la OTAN le sigue preocupando sobremanera la situación en el este de Ucrania, agregó Stoltenberg. En los últimos meses se ha roto la tregua tantas veces como nunca antes. Las armas pesadas no han sido retiradas, como se acordó, y hasta los observadores de OSCE han sido atacados en repetidas ocasiones. Rusia, por su parte, no parece querer hacer cumplir el Acuerdo de Minsk.

Rusia  sigue siendo un socio impredecible

La relación entre Rusia y la alianza militar occidental sigue siendo tensa: el embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Douglas Lute, expresó su preocupación por el desarrollo de las relaciones con Moscú. "Con la anexión ilegal de Crimea Rusia tiró todas las reglas por la borda, convirtiéndose en fuente de inestabilidad, inseguridad e imprevisibilidad. A diferencia de los veinte años anteriores en los que mantuvimos una importante sociedad de la cooperación".

Transparencia militar y prevención de riesgos

Desde la reanudación de las conversaciones a nivel diplomático no ha habido ningún acercamiento sobre Ucrania. Occidente acusa a Rusia de haber violado el derecho internacional con la anexión de la península ucraniana de Crimea, en el Mar Negro y de apoyar a los separatistas en el este de Ucrania.

Por su parte, Rusia critica a la OTAN por su movilización militar, principalmente en Polonia y los países bálticos. Esta es quizás la mayor operación militar de la OTAN, desde el fin de la Guerra Fría. En respuesta a la anexión de Crimea, por parte de Moscú, rotan tropas multinacionales de combate con el fin de entrenar y realizar ejercicios bélicos en los vecinos del Báltico, que comparten frontera común con Rusia.

Para Moscú, las tropas de la OTAN son una señal de alerta, pero a la OTAN le molestan más los ejercicios militares rusos sin previo aviso. Según la delegación rusa, se trata de operaciones con menos de 13.000 efectivos, por lo que "respetan el marco legalmente permitido por la OSCE”.

Pero el encuentro OTAN-Rusia no fue, del todo, un fracaso, dice una representante de la OTAN: "Nos concentramos en la seguridad europea y la reducción del riesgo, sobre todo en el espacio aéreo del Mar Báltico. "El hecho de que ambas partes se escuchen y el intercambio continúe es una señal positiva”, dice la delegación alemana. Y Stoltenberg concluye que en "tiempos difíciles el  diálogo es más importante que nunca".

Autora: Catherine Mertens (JOV/ CP)

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