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Energía nuclear: escándalo en Francia; prolongación en Alemania

16 de octubre de 2009

La nueva coalición del próximo Gobierno alemán acordó prolongar la operación de centrales nucleares “seguras”, mientras que los residuos atómicos y la seguridad de las centrales, también en Francia, dan de qué hablar.

La nueva coalición gubernamental se ha puesto de acuerdo: prolonga la vida de las centrales nuclearesImagen: picture alliance/dpa

En el coctel energético, la energía atómica seguirá teniendo un papel preponderante en Alemania: en las rondas de negociaciones de la nueva coalición liberal-conservadora en Berlín está ya sobre papel lo que se prometía en la campaña.

La coalición de CDU/CSU y FDP se ha puesto de acuerdo en una prolongación de los contratos para las centrales nucleares que sean “seguras”. Por verse está aún cuánto tiempo más, después de 2022, vayan a seguir produciendo energía "barata y limpia" los reactores de los cuatro consorcios energéticos Eon, RWE, EnBW y Vattenfall; tampoco hay un acuerdo en cuanto a las medidas de seguridad que tengan que implementar.

Este acuerdo se traduce en ganancias adicionales para los consorcios que, según información de agencias de noticias, se estiman entre los dos mil y los 60 mil millones de euros. Estas ganancias –así el primer esbozo del acuerdo- deben ser invertidas en la investigación de nuevas tecnologías de almacenamiento de energía, que bien podría provenir de fuentes renovables.

Cumpliendo promesas

Las reacciones no se hacen esperar: las organizaciones ecologistas hablan de un retroceso en el camino hacia las energías renovables. La Asociación Alemana de Energías Renovables recalca que estaría en capacidad de triplicar su producción –con centrales eólicas y solares- hasta el 2020. Como fuere, claro está que la nueva coalición no hace más que lo prometido.

“Los socialdemócratas y los Verdes intentaron movilizar al electorado con los argumentos contrarios”, dice el editorial de este 16 de octubre del Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ),” y perdieron”. Sin embargo, aunque la política anti-energía atómica haya perdido las elecciones –fue la coalición de SPD y Verdes la que optó por favorecer las energías renovables- una masiva oposición no se hará esperar: vendrá también del "grupo de interés de la energía solar, que se hizo grande durante el gobierno roji-verde”, opina FAZ . Pero la protesta no viene sólo de ahí: la fracción anti-atómica de los propios conservadores compara esta prolongación de los reactores nucleares con “jugar a la ruleta rusa”.

Manifestación en Gorleben: "EON, sucios negocios con energía sucia", dicen pancartas. Septiembre de 2008Imagen: picture-alliance / dpa

¿Recuerdan Chernobil?

La coalición conservadora-liberal “reabre uno de los conflictos más grandes de Alemania”, declara por su parte la jefa de Los Verdes, Claudia Roth, haciendo alusión a las masivas movilizaciones de opositores a la energía atómica que vivió en Alemania en las últimas décadas del siglo anterior, para las cuales el accidente del reactor soviético en Chernobil fue una gran ratificación. “Mejor hoy activo que mañana radioactivo”, era uno de sus lemas.

Transporte de deshechos atómicos a Rusia.Imagen: picture alliance/dpa

Pero Chernobil se pierde en la memoria; la tecnología ha avanzado mucho dicen los defensores de la energía atómica que recalcan las ventajas que representa tener reactores nucleares a la puerta de la casa: su casi carencia de emisiones, su bajo costo, la independencia en cuanto al abastecimiento.

¿Qué tienen en contra de la energía limpia y barata?

En otros países europeos el problema de la seguridad parece quitarle el sueño a pocos. Los países del norte de Europa apuestan por nuevas centrales nucleares y en Francia –uno de los mayores productores atómicos - “no protesta ni un solo gallo gálico por los riesgos atómicos”, opina el editorialista del Allgemeine Zeitung de Maguncia. Sin embargo, el asunto de los residuos atómicos lo han tenido bien callado. Buena parte de sus residuos se amontonan, sin seguridad ninguna, al descampado en Siberia; por tierra y por mar son transportados hasta ahí.

Es más, en su página virtual, la organización no gubernamental ausgestrahlt - un juego de palabras entre radiactivo y emitido- afirma que "Alemania ha transportado unas 22.000 toneladas de uranio enriquecido a Rusia, en donde además ha sido enriquecido nuevamente. Sólo un 10% de ese uranio enriquecido ha regresado a Alemania. El resto sigue depositado en contenedores al aire libre y expuesto a la corrosión, como es el caso en Sewersk, antes llamado Tomsk-7". Según Jochen Stay, portavoz de dicha ONG, "los consorcios energéticos alemanes depositan ilegalmente basura radioactiva en Siberia. Primero en Asse y ahora en Sewersk."

La canciller alemana, Angela Merkel, y el líder de los liberales, Guido Westerwelle: ronda de negociación de la coalición gubernamental.Imagen: AP

Varias organizaciones ecologistas denuncian lo contaminante y peligroso del asunto, empezando ya con el transporte de los residuos nucleares; los convoyes radiactivos pasan “secretamente” junto a decenas de pueblos y ciudades. Greenpeace llama a hacer memoria: en 1984 un carguero francés que se dirigía a Riga con residuos atómicos naufragó frente a las costas belgas. En el sur de Francia, la Oficina de Seguridad Atómica ha hecho clausurar momentáneamente la central de Cadarache por haber encontrado más plutonio altamente peligroso. ¿Chernobil ha quedado atrás? ¿La tecnología ha avanzado mucho?

Como fuere, los nuevos socios de coalición gubernamental en Alemania negocian su política energética apostando por lo atómico como parte de su concepto de seguridad energética; a Gorleben –a donde van a parar buena parte de los residuos radioactivos alemanes después de haber sido procesados en Francia- y, al parecer, tampoco a Siberia les faltará actividad.

Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina Valencia

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