Enfrentamiento con Boko Haram deja 48 muertos en Nigeria
28 de julio de 2017
Personal de seguridad de una petrolera enfrentó a miembros de la milicia terrorista en la cuenca del lago Chad, según los primeros reportes.
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Un equipo explorador de la compañía petrolera Nigerian National Petroleum Corporation (NNPC) fue abordado por milicianos del grupo terrorista nigeriano Boko Haram, que secuestró al menos a diez personas, según los primeros reportes conocidos este jueves (27.07.2017). En los enfrentamientos entre el personal de seguridad que acompañaba a los funcionarios y los yihadistas se produjo un número indeterminado de muertos.
Poco después, el Ejército y personal de seguridad de la compañía lanzaron un operativo para rescatar a los trabajadores, intento que se saldó con la muerte de al menos 12 soldados, según confirmó una fuente militar a la agencia de noticias Reuters. Entre las personas capturadas por Boko Haram se encuentran miembros de la Universidad de Maiduguri, incluidos geólogos. Al menos 4 de ellos seguirían en manos de la banda. La mayoría de los reportes habla de un total de 48 muertos.
Según Ahmed Mohammed, portavoz de la Universidad, dos académicos y un chofer de la casa de estudios murieron en los enfrentamientos. En tanto, el secretario del grupo civil armado "Fuerza Conjunta Civil”, Buni Bakar, reconoció la muerte de al menos a 16 de sus integrantes en las tareas de rescate. El ataque contra el convoy universitario se produjo en el área de Magumeri, en el estado de Borno.
Difícil confirmación
Sin embargo, una fuente citada por la agencia de noticias AFP aseguró que el número de muertos puede superar el medio centenar, y descartó que se tratara de un intento de secuestro. "No deja de incrementarse el total de fallecidos. Tenemos más de cincuenta, y los cadáveres no paran de llegar. Está claro que el ataque no fue para secuestrar. Boko Haram atacó solo para matar”, apuntó la fuente.
El incidente ocurrió el martes, pero el secretismo con que actúan las fuerzas armadas, así como las dificultades de comunicación que afectan a esa región del norte de Nigeria, impidieron una difusión más veloz de la noticia, así como el establecimiento de un número claro de víctimas del ataque y de las circunstancias en que éste se produjo. Según diversos testimonios, muchas de las víctimas ya han sido enterradas debido a las dificultades existentes para ser trasladadas a Maiduguri.
DZC (Reuters, dpa, AFP)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.