La marcha "antipapa", en la que participaron miles de personas, fue convocada para criticar el uso de fondos públicos en la financiación de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la que el jefe de la Iglesia Católica participará a partir de este jueves.

La manifestación autorizada oficialmente discurrió sin incidentes hasta que llegó a la emblemática Puerta del Sol, donde se encontraba un nutrido grupo de jóvenes católicos. Algunos de ellos comenzaron a gritar "Benedicto, Benedicto", al tiempo que los manifestantes "antipapa" contestaron "fascistas" y terroristas" o "el Papa es un nazi".

La policía estableció un cordón entre ambos grupos, que continuaban intercambiando gritos a favor y en contra del Papa. Sin embargo, según medios locales, algunos manifestantes atravesaron la división y agredieron a un grupo de peregrinos y lanzaron botellas contra los agentes. Dos policías resultaron heridos.

La policía disuelve a golpes los enfrentamientos

Finalmente, la policía acabó disolviendo a golpes los enfrentamientos y desalojando a grupos de manifestantes. Los agentes establecieron entonces un cordón policial en torno a Sol, escenario en meses pasados de protestas del llamado movimiento de los "indignados", que exige cambios políticos y sociales en el país.

"De mis impuestos, al Papa cero", fue el lema principal de la manifestación, en la que participaron grupos ateos, de izquierdas, feministas, homosexuales y cristianos de base, además de los "indignados". Otros de los lemas coreados fueron "Más trabajo fijo y menos crucifijos" o "Menos religión y más educación".

Costos, cálculos y financiación

Los organizadores preveían inicialmente 5.000 participantes en la "marcha laica". Según medios locales, la manifestación logró congregar a más de 2.000 personas, aunque los organizadores aseguran que la participación superó sus expectativas.

Según los organizadores de la JMJ, el evento para el que se prevé la participación de hasta un millón y medio de jóvenes de 193 países tiene un precio de unos 50 millones de euros, financiados con las inscripciones de los peregrinos y donaciones de patrocinadores.

Sin embargo, sus críticos hacen referencia a los altos costos en materia de seguridad y limpieza y rechazan el uso de instalaciones públicas como colegios o pabellones polideportivos para acoger a los peregrinos, además de que se les ofrezcan precios especiales para el uso del metro y el autobús.

Benedicto XVI permanecerá hasta el domingo en Madrid, en lo que será su viaje número 20 desde el inicio de su pontificado.

dpa
Editor: Pablo Kummetz