China ha iniciado una nueva etapa de expansión. Una apuesta para relanzar su economía, pero también una respuesta ante las crecientes barreras comerciales de Occidente.
El gigante asiático quiere llegar a todos los rincones del planeta y establecer nuevas alianzas, sobre todo con América Latina y otras regiones del sur global. La República Popular está destinando miles de millones de dólares en establecer fábricas en el exterior, especialmente de industrias vinculadas a la transición energética. Y es que Pekín busca liderar el sector de tecnología verde con la producción de vehículos eléctricos, baterías y paneles solares en varios países, también en América Latina.
Una estrategia para estar cerca de las materias primas, los mercados clave y de esquivar aranceles. Sin embargo, también hay quienes advierten sobre esta nueva expansión china.