Enrique y Meghan recibirán el título de duques de Sussex
19 de mayo de 2018
Al contrario de lo que hicieron la reina Isabel II, la princesa Margarita, Ana del Reino Unido o la condesa de Wessex, Megan Markle no se comprometerá a acatar las órdenes de su marido.
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Tras el matrimonio que se celebra este sábado (19.05.2018), el príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, ostentarán el título de duqueses de Sussex. De esa manera, Markle, de 36 años, saldrá hoy de la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, una vez casada con el benjamín del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales, como "su alteza real duquesa de Sussex".
Por otro lado, Markle no prometerá obediencia a su futuro esposo en los votos matrimoniales que recitará en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres. Al contrario de lo que hicieron la reina Isabel II, la princesa Margarita, Ana del Reino Unido o la condesa de Wessex, Markle no se comprometerá a acatar las órdenes de su marido, tomando ejemplo de otros matrimonios reales. Así, la duquesa de Cambridge no prometió obedecer al príncipe Guillermo en los votos que pronunció en la abadía de Westminster el 29 de abril de 2011, como tampoco lo hizo Diana de Gales al heredero al trono británico, el príncipe Carlos, en 1981.
Votos acordados por ley
"Yo, Meghan, te tomo a ti, Enrique, como mi marido, para tenerte y sostenerte, a partir de hoy en adelante; en lo bueno y en lo malo; en la riqueza y en la pobreza; en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte, hasta que la muerte nos separe, de acuerdo con la ley sagrada de Dios. En la presencia de Dios hago estos votos", serán las palabras de la exactriz, similares a las del príncipe".
Será el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, quien de paso a este momento, durante el que los contrayentes permanecerán cogidos de la mano. De acuerdo con la Iglesia de Inglaterra, los votos matrimoniales están acordados por ley y no puedan ser reescritos de ninguna manera por razones legales. MS (efe)
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Los vestidos de novia de la realeza
El detalle más importante para los televidentes el próximo 19 de mayo será el vestido que usará Meghan Markle cuando se case con el príncipe Harry. DW repasa algunos de los estilos que eligieron sus predecesoras.
Imagen: picture-alliance/dpa
La seda del "cupón"
Cuando la princesa Isabel se casó con el Príncipe Felipe en 1947, el racionamiento de guerra seguía vigente. Isabel usó los cupones de racionamiento, algunos donados por mujeres de todo el país, para comprar la seda para su vestido de Norman Hartnell. El vestido estaba adornado con cristales y más de 10.000 perlas blancas importadas desde los Estados Unidos. La cola tenía de 4 metros de largo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un trono por una boda
Gran escándalo causó la decisión del rey Eduardo VII de abdicar del trono, para poder casarse con Wallis Simpson, mujer de la alta sociedad, divorciada dos veces, en 1937. Simpson contactó al diseñador estadounidense Mainbocher para hacer su vestido de boda de color azul claro. El vestido fue uno de los más copiados de la época y posteriormente donado al Museo Metropolitano de Nueva York.
Imagen: Getty Images
Trayendo de vuelta el estilo Tudor
Para su boda con el Capitán Mark Phillips, en 1973, la hija de la reina Isabel, la princesa Anne, eligió un vestido de estilo "Tudor" con mangas mediavales, diseñado por Maureen Baker. El vestido siguió las tendencias de la moda contemporánea, en una pausa de los estilos más tradicionales en las nupcias reales. Anne fue también la primera princesa inglesa en involucrase en el proceso de diseño.
Imagen: picture-alliance/empics
El vestido de boda más famoso del mundo
El vestido que usó Diana Spencer en su boda con el Príncipe Carlos en 1981 es, quizás, el más conocido de la historia. Las mangas abombadas y la falda larga influyeron los estilos nupciales durante los siguientes años. El vestido de David y Elizabeth Emmanuel costó 9.000 libras y tuvo una cola de 7,62 metros. La larga cola provocó que Diana tuviera dificultades para entrar en su carruaje de bodas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Heredera al trono
La princesa Victoria de Suecia rompió la tradición en 2010 cuando se casó con un plebeyo, su antiguo entrenador personal Daniel Westling. Seleccionó un diseñador sueco, Pär Engsheden, para crear un vestido minimalista de seda. En su cabeza, la futura reina llevó la famosa diadema de los Siete Camafeos, que Napoleón Bonaparte había regalado a Josefina en el día de su boda.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Henriksson
De Tasmania a Copenhague
Mary Donaldson, nacida en Australia, se unió a la que quizás es una de las familias reales más populares en Europa cuando se casó con Frederik, el príncipe heredero de Dinamarca, en 2004. El vestido, creado por el diseñador danés Uffe Frank, incluyó un encaje irlandés centenario que había pertenecido a la bisabuela de Frederick.
Imagen: picture-alliance/dpa
La boda más vista de la historia
36,7 millones de personas en el Reino Unido y más de 72 millones alrededor del mundo sintonizaron la boda de Kate Middleton con el príncipe Guillermo en 2011. Diseñado por Sarah Burton, de la casa de moda Alexander McQueen, el vestido de Middleton combinó la tradición y la modernidad. Mientras que el corpiño fue diseñado al estilo del siglo XIX, la falda se creó para imitar una flor abriéndose.