Los restos del poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, figura de la literatura latinoamericana, fueron enterrados este viernes (06.03.2020) en "secreto" y un día antes de lo previsto, en la isla Mancarrón del archipiélago de Solentiname del Lago Cocibolca, por temor a agresiones de seguidores del gobierno de Daniel Ortega.

"Fue enterrado aquí mismo debajo de la piedra donde están enterrados" otros siete exguerrilleros de la isla "que murieron en la guerra de lucha contra la dictadura somocista en los años 70", confirmó uno de los grandes amigos del escritor Bosco Centeno, quien dijo que el poeta lo "consideraba como un hijo".

Centeno señaló que el escritor, que falleció el domingo pasado a los 95 años, fue sepultado en una ceremonia privada y antes de que llegara la prensa, para "evitar una profanación" por parte de partidarios del gobernante Frente Sandinista, como ocurrió en la misa de cuerpo presente que se realizó el martes en la Catedral de Managua, explicó.

A la Catedral fueron llevados varios cientos de activistas sandinistas que insultaron a familiares de Cardenal y a otros intelectuales crítico del gobierno, como la poeta Gioconda Belli, quien al finalizar la misa fue perseguida por reporteros oficialistas. Al menos cuatro periodistas independientes fueron golpeados y sus equipos robados por las fuerzas de choque del gobierno.

El temor de nuevas agresiones a la memoria de Cardenal, férreo opositor a Ortega, surgió luego de que las autoridades anunciaran que enviarían nuevamente a sus partidarios al sepelio. "Ahí en Solentiname estarán nuestros hermanos y hermanas", anunció el miércoles la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.

Ceremonia fue sencilla e íntima

El autor de "Salmos", "Epigramas" y "Cántico Cósmico" murió en un hospital de Managua a causa de una falla cardíaca derivada de una descompensación generalizada. El miércoles, sus restos fueron cremados en una funeraria de la capital y el viernes trasladado en silencio a la isla Mancarrón.

El escritor fue ministro de Cultura durante la revolución sandinista (1979-1990), que encabezó Ortega, pero luego se convirtió en su crítico y lo acusó de "dictador" por aferrarse al poder después de su retorno al gobierno en 2007.

El archipiélago de Solentiname, situado a unos 170 kilómetros al sur de Managua, era el sitio más amado por el sacerdote. Allí fundó una comunidad de artistas, artesanos y religiosos que luego se sumaron a las guerrillas del Frente Sandinista, movimiento que derrocó al dictador Anastasio Somoza en 1979.

Las cenizas del autor de "Cántico Cósmico”, quien afirmó que el hombre es "polvo de estrellas”, reposan a partir de hoy al pie de "La piedra”, un monumento elaborado por Cardenal hace tres décadas, que simboliza a sus "hijos espirituales” enterrados a su alrededor, entre ellos varios exguerrilleros y artistas.

"No hemos hecho ceremonia. Fue íntimo, sencillamente íntimo, eso es todo: los trabajadores y nosotros”, dijo por su parte Esperanza Guevara, una de las "hijas espirituales” del sacerdote de la orden trapense, pocos minutos después del entierro, del que muy pocos fueron testigos.

La noche del viernes los isleños prepararon una velada artística en honor del sacerdote y para la mañana del sábado está prevista una misa sencilla y también íntima, que será oficiada por el sacerdote de la comunidad.

gs (afp, efe)

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