Brahimi dijo este jueves que el plan de paz acordado por las potencias mundiales en Ginebra en julio para formar una administración interina en Siria debería ser la base para una solución. Pero agregó: "Seguramente (Assad) no sería miembro de ese Gobierno".

Además, describió el discurso pronunciado por Assad esta semana como sin compromiso y erróneo, ya que excluyó a algunas partes en sus propuestas de paz. El periódico al-Watan, que aboga por Assad, dijo que los comentarios de Brahimi revelaron su verdadero rostro como "una herramienta para la implementación de la política de algunos países occidentales".

El diario indicó también que el enviado de Naciones Unidas y la Liga Arabe se había quitado la "máscara de la imparcialidad que ha usado desde que fue contratado para reemplazar a Kofi Annan", su predecesor que renunció en agosto. El discurso de Assad no ofreció concesiones. El presidente sirio dijo que nunca negociaría con enemigos a los que calificó de terroristas y marionetas de Occidente. Diplomáticos rusos y estadounidenses, que respaldan a bandos diferentes en la guerra, se reunirán con Brahimi el viernes en Ginebra.

Dudas acerca de eficacia del plan de paz

“Lo que se ha dicho esta vez no es muy diferente, y tal vez es aún más sectario, más unilateral”, dijo el enviado de paz de la ONU a la emisora británica BBC refiriéndose a los planes de Assad. “Lo que se necesita realmente es reconocer que hay un problema muy serio entre los sirios, y que son los sirios los que tienen que conversar para resolverlo”.

“En Siria, la gente piensa que 40 años son demasiado tiempo para que gobierne una familia“, señaló el enviado en la entrevista con la BBC. “Es por eso que debe producirse un cambio verdadero. Debe ser real, y pienso que el presidente Bashar Al Assad podría ser el primero en dar una respuesta a los deseos de su pueblo, en lugar de oponerse a ellos”, añadió. De ese modo, Brahimi se definió como nunca antes contra los planes de Assad.

La oposición siria elogió las declaraciones del enviado de paz de la ONU y la Liga Árabe por ser una crítica largamente esperada. El Gobierno de Damasco no reaccionó hasta el momento a las declaraciones. Sin embargo, lo manifestado por Brahimi alimenta las dudas acerca de si el plan de paz para Siria aún puede llegar a dar resultado.

El ex ministro de Exteriores argelino siempre se había mostrado sumamente cuidadoso en sus opiniones, y se esforzó por no definirse con respecto al futuro de Assad, con lo cual se había ganado las críticas de los rebeldes.

Fuente: rtr, afp, dpa

Editora: Cristina Papaleo