Turquía pedirá a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que la apoye con la instalación de un sistema de defensa antimisiles en su frontera con Siria, reportan medios de prensa desde este fin de semana. “Turquía puede contar con la solidaridad de los aliados”, aseguró este lunes en Bruselas el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, antes de que el pedido para el estacionamiento de misiles tierra-aire “Patriot” en suelo turco se haga efectivo.

“Comprobaremos solidariamente cualquier pedido de este tipo y lo responderemos con rapidez”, reaccionó el ministro de Defensa alemán, Thomas de Maizière, al margen de un encuentro con sus homólogos europeos en Bruselas. “Alemania fue, durante 45 años, el principal beneficiario de la solidaridad de la organización. Así que, si un socio nos pide ahora esta medida, está claro para nosotros que tenemos que responder dispuestos y solidarios”, dijo de Maizière. Se trataría de una “medida preventiva y defensiva, exclusivamente en territorio de la OTAN”, aseguró el ministro alemán.

Además, todo indica que el Gobierno necesitará de la aprobación y el mandato del Bundestag para dar este paso. Y, en todo caso –independientemente de que sea obligatorio o no–, “por supuesto” que el Gobierno prevé involucrar a la Cámara Baja del Parlamento alemán en esta toma de decisión, insistió de Maizière. Esta postura fue reforzada más tarde en conferencia de prensa, sin más detalles, por el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.

También los socios menores de la coalición de Gobierno insisten en consultar al Bundestag: “incluso si no es legalmente necesario, deberíamos enviar una fuerte señal a nuestros socios, como Parlamento alemán”, dijo el secretario general de los liberales del FDP, Patrick Döring. Un mandato parlamentario es políticamente ineludible, sea o no legalmente prescindible, y deberá dejar claro „con qué objetivos, medios y límites temporales participaríamos en una misión como esta”, declaró asimismo a la radio pública alemana el vocero del grupo parlamentario de la gobernante Unión Democristiana (CDU), Ernst-Reinhard Beck.

Oposición y expertos suenan la alarma

Por su parte, la oposición ha criticado duramente al Gobierno en Berlín y advierte contra decisiones apresuradas. Los socialdemócratas exigen que se discuta responsablemente en el Parlamento sobre el peligro “real y concreto” que enfrenta el territorio y la población de Turquía por parte de aviones y misiles sirios, recalcó Frank-Walter Steinmeier, jefe de ese grupo parlamentario.

El partido de Los Verdes se opone a una intervención alemana sin un mandato de la ONU, dijo Jürgen Trittin, jefe de esta otra fracción parlamentaria. “La intervención de cientos de soldados alemanes con misiles Patriot nos llevaría muy cerca de una intervención en Siria”, advirtió además el experto en temas de defensa de Los Verdes, Omid Nouripour. Mientras, La Izquierda catalogó de “absolutamente inaceptable“ la posibilidad de una misión con misiles Patriot en la frontera turco-siria. El solo anuncio de la medida potenciaría la espiral de violencia, opinó Wolfgang Gehrcke, miembro de la presidencia de esta formación política.

Y aunque diversas fuentes gubernamentales lo niegan, “todo esto esconde un gran riesgo de escalar”, opina el exinspector general de la Bundeswehr, Harald Kujat, que también presidió el Comité Militar de la OTAN. Como razones para una posible escalada del conflicto, Kujat menciona las estrechas relaciones entre Siria e Irán, el ahora mismo candente conflicto israelo-palestino, así como el finalmente incalculable desenlace de la llamada “primavera árabe”.

Fuente: dw/dapd/afp/rml

Editor: Cristina Papaleo