Erdogan: Ejército turco marchará en dirección a Idlib
27 de enero de 2018
Erdogan anunció que enviará tropas a Idlib, provincia que está bajo el control de los rebeldes sirios.
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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció hoy (27.01.2018) que sus tropas en el noroeste de Siria seguirán avanzando en dirección a Idlib. "Mi pequeño Mehmet marcha hacia Afrin. Si dios quiere, también marchará a Idlib", dijo Erdogan utilizando un apodo para las tropas turcas ("Mehmet"). El mandatario habló en un acto de su partido islamista conservador AKP en Kocaeli, cerca de Estambul.
La provincia de Idlib se ubica desde Afrin más al sur, en la frontera entre Siria y Turquía. No es controlada por milicias kurdas, sino por rebeldes sirios. Algunas partes también están bajo control de combatientes vinculados al grupo terrorista Al Qaeda.
El Ejército turco avanzó el fin de semana pasado en principio hacia el enclave kurdo de Afrin. Allí combate a las kurdas Unidades de Protección Popular (YPG), aliadas con Estados Unidos, a las que Turquía ve como terroristas. En esa ofensiva murieron, según Erdogan, 20 soldados turcos y aliados.
Turquía exige a EE. UU. retirar tropas de la región siria de Manbech
Por su parte, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, instó a Estados Unidos a retirar de forma inmediata todas sus fuerzas de la región de Manbech, en el norte de Siria, ante los planes del Ejército turco de invadir esa zona.
Según informa el diario Hürriyet en su versión digital, el responsable de la diplomacia turca indicó que su Gobierno desea ver por parte de Estados Unidos pasos concretos para terminar con su apoyo a las milicias sirio-kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Ankara considera terroristas.
FEW (dpa, EFE)
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Turquía: manos pequeñas, grandes beneficios
Trabajar duro en lugar de estudiar: cientos de miles de niños refugiados sirios en Turquía no van a la escuela. Muchos trabajan 12 horas al día, aunque el trabajo infantil está prohibido. Visitamos un taller de costura.
Imagen: DW/J. Hahn
El trabajo se acumula
Khalil tiene 13 años y es de Damasco. Trabaja cinco días a la semana en esta sastrería, en el sótano de un edificio residencial en el barrio obrero de Bağcılar, Estambul. Hay cuartos de costura como este en casi todas las calles de la zona. Y, casi siempre, niños como Khalil trabajan en ellos.
Imagen: DW/J. Hahn
Pequeño compañero de trabajo
Las máquinas de coser suenan casi sin parar. Cuatro de los aproximadamente 15 trabajadores de esta sastrería son niños, todos vienen de Siria. La industria textil turca es uno de los sectores en los que el trabajo ilegal es muy común y en el que trabajan muchos menores de edad como mano de obra barata, sin papeles y sin seguridad social.
Imagen: DW/J. Hahn
Anhelo por la escuela
"No pienso en el futuro", dice Khalil, mientras clasifica telas de algodón. Una mujer joven cose bragas con ellas. Clasificar, cortar, coser -los dos hacen un buen equipo. En casa, en Siria, Khalil llegó a hacer el tercer grado en la escuela. Luego vino la guerra, la huida. Desde entonces, no ha vuelto a pisar un aula.
Imagen: DW/J. Hahn
¿Explotación o ayuda?
El trabajo infantil está prohibido en Turquía. Quien emplee a niños menores de 15 años, enfrenta multas. El dueño de esta sastrería lo sabe y por eso quiere permanecer anónimo. "Les doy a los niños trabajo para que no tengan que mendigar. Sé que está prohibido, pero por otro lado también ayudo a las familias que de otra forma no llegarían a fin de mes", dice.
Imagen: DW/J. Hahn
"Espero poder irme a casa"
Musa también tiene 13 años. Como muchos en esta sastrería, viene de la provincia mayoritariamente kurda de Afrin, en el norte de Siria. ¿Qué hace cuando no trabaja? "Jugar fútbol", dice. "Espero que pronto haya paz en Siria y podamos regresar a casa. Luego, quiero estudiar allí y convertirme en médico".
Imagen: DW/J. Hahn
Lo importante es que sea barato
Miles de bragas de mujer se cosen y se empacan aquí todos los días, en diferentes colores, diseños y tamaños. Se venden en bazares por una par de liras turcas la pieza. El objetivo: ser más barato que la competencia de China. Los niños aquí tienen un salario por hora que ni siquiera llega a los 50 céntimos de euro. Los adultos ganan aproximadamente el doble.
Imagen: DW/J. Hahn
Doce horas de trabajo al día
Aras tiene 11 años y trabaja aquí desde hace cuatro meses. Su madre está embarazada, su padre tiene un trabajo en una fábrica textil. El día de Aras comienza a las 8 de la mañana y termina a menudo a las 8 de la noche. Ella puede hacer dos pausas. Aras gana 700 liras al mes, lo que equivale a alrededor de 153 euros.
Imagen: DW/J. Hahn
Aprender es un lujo
Aras no puede ir a una escuela pública porque trabaja de lunes a viernes. Para que por lo menos aprenda algo, va el fin de semana a clases en una organización de ayuda siria. El currículo incluye matemáticas, árabe, turco. Las mismas maestras huyeron de la guerra en Siria.
Imagen: DW/J. Hahn
Tiempo fuera del aula
Más de 70 niños entre 4 y 18 años vienen todos los días a la pequeña escuela siria. A veces, las maestras van a casa de las familias y convencen a los padres para que envíen a los niños a clase al menos algunos días para que tengan la oportunidad de un futuro y puedan ser lo que son: niños.