El presidente turco corre peligro de cortar la rama sobre la que está sentado. Porque Turquía es muy dependiente de Alemania. El Gobierno alemán revisa ahora sus garantías para inversiones en Turquía.
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Después de muchos rodeos ocurre lo que muchos ya esperaron: teniendo en cuenta los numerosos conflictos con Turquía, el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, anunció un "reajuste" de la política de Alemania hacia Ankara. Las medidas incluyen, entre otras cosas, el endurecimiento de las advertencias de viaje a Turquía. "No nos queda otra", dijo Gabriel, refiriéndose a la detención de ciudadanos alemanes en Turquía.
El el marco del reajuste de las relaciones se habla también sobre la concesión de garantías de crédito del Estado para inversiones de empresas alemanas en Turquía. "No podemos aconsejar a nadie a invertir en un país sin seguridad jurídica y en donde se declara a empresas inocentes de ser cómplices del terrorismo", dijo Gabriel en Berlín.
Medida eficaz
De hecho, sería una herramienta eficaz aumentar la presión sobre el presidente turco con medidas económicas. Muchos analistas piensan que Alemania y toda Europa dependen de Turquía porque Ankara impide el flujo de refugiados hacia Europa. Pero debido al cierre de la ruta de los Balcanes, esa dependencia ya no es tan fuerte como antes. En cambio, Turquía depende económicamente mucho más de Europa y, sobe todo, de Alemania.
Alemania es el primer socio comercial de Turquía. Alrededor de un 10 por ciento de todas la exportaciones turcas con un valor de unos 14 mil millones de euros van hacia Alemania. En segundo lugar se encuentra Gran Bretaña y, en un tercer lugar muy lejano, Irak. Otros países no occidentales se encuentran muy por detrás en ese ranking. Por lo tanto no hay que perder más tiempo con palabras sobre una posible reorientación económica de Ankara hacia el este como alternativa a la UE.
Turistas ausentes
La industria del turismo es un factor económico muy importante en Turquía. Tradicionalmente genera alrededor del 13 por ciento del producto interno bruto. Suele ser una fuente de ingresos estable. Pero desde el año pasado, eso va cambiando. Primero por los ataques terroristas a principios del año 2016 en Estambul en los que también murieron alemanes. Y luego por el golpe de Estado fallido en julio.
Esto significó un golpe duro para la industria del turismo. Las cifras cayeron en más del 40 por ciento. Casi cuatro millones de alemanes pasaron sus vacaciones en 2016 en Turquía. En comparación con el año récord de 2015 se observó una disminución de casi dos millones de turistas.
La economía en picada
La política de Erdogan ha dañado gravemente a la economía turca. El crecimiento económico turco fue alucinante poco después del comienzo del nuevo milenio. Con unas tasas de crecimiento de más del siete por ciento, incluso superó a China. Pero esos son éxitos del pasado. La lira turca perdió un 30 por ciento de su valor desde el golpe de Estado. La inflación es de un ocho por ciento y la tasa de desempleo es superior al diez por ciento.
A la incertidumbre económica se suma la incertidumbre política. Erdogan es responsable de miles de detenciones y actúa como un autócrata. Esto empieza a tener consecuencias en el mundo de los negocios. Inversionistas prefieren sistemas políticos estables y seguridad jurídica. Erdogan representa todo lo contrario.
Autores: Christoph Hasselbach/Rolf Wenkel (GG/VT)
La noche del golpe en Turquía y sus consecuencias
Hace un año, golpistas intentaron derrocar al presidente Erdogan en Turquía. El intento falló. Ahora, Erdogan es más poderoso que nunca. Impresiones de la noche del golpe y del tiempo posterior.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Suna
El principio del golpe
Estas son las primeras imágenes de la tarde del 15 de julio del año 2016 en Turquía. Vehículos blindados de combate bloquean el Puente del Bósforo en Estambul. Poco a poco queda claro que partes de las fuerzas armadas pusieron en marcha un golpe de Estado. Hay disparos y hay heridos. Se escuchan aviones de combate y helicópteros en el aires.
Imagen: picture-alliance/abaca/F. Uludaglar
Tanques en el aeropuerto
Un panorama similar se ve también en el aeropuerto Atatürk, en Estambul: Tanques ocupan los puntos estratégicos. Los golpistas ocuparon la torre de control y cerraron el tráfico aéreo. Hasta ahora, los golpistas encuentran solo una débil resistencia.
Imagen: Reuters/Ihlas
Parlamento bajo fuego
El Parlamento en Ankara también es un objetivo de los golpistas. Exactamente a las 2:32 de la noche, la Gran Asamblea Nacional de Turquía es bombardeada desde el aire. Los golpistas se apoderaron de varios aviones de combate tipi F-16.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Altan
Las víctimas
Según cifras oficiales, 249 personas murieron y 2000 resultaron heridas en diversos enfrentamientos. Hoy son considerados mártires.
Imagen: Getty Images/B.Kilic
La resistencia
Ya en la misma noche hay indicaciones de que el golpe de Estado no será exitoso. En la plaza Taksim, de Estambul, soldados son detenidos por agentes de Policía y otro personal militar.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Suna
Aparece Edogan
De manera inusual, Erdogan consigue hablar al pueblo turco. Desde el móvil de una presentadora de televisión, que ella muestra hacia la cámara, Erdogan se dirige a los ciudadanos: Pido al pueblo de reunirse en las plazas y en el aeropuerto". Con ello terminan los rumores sobre un destitución del presidente turco.
Imagen: Screenshot/CNN Turk/Reuters
El pueblo en la calle
Muchos turcos siguen el llamamiento de su presidente. Llenan las calles y se enfrentan a los golpistas. Esto significa el fin del golpe de Estado. En Ankara, la gente se sube a los tanques y gira la bandera de Turquía.
Imagen: picture-alliance/abaca/O. Gurdogan
Actos de venganza
En la mañana ya sólo hay unos pocos tiroteos. Ahora se toman las medidas contra los que participaron en este golpe militar.
Imagen: Reuters
Buscando a los golpistas
Las fuerzas de seguridad van de caza por los seguidores de los golpistas. Habrá muchas detenciones.
Imagen: picture-alliance/AA
El presunto cerebro
Se dice que él es el cerebro detrás del intento fallido de derrocar a Erdogan: el predicador Fethullah Gülen. Él mismo lo niega. Desde hace años vive en EE. UU. y no será extraditado a Turquía.
Imagen: Reuters/C. Mostoller
Celebrando la victoria
24 horas después de la revuelta: Miles de personas celebran la victoria sobre los golpistas en el Puente del Bósforo. Su nombre se cambia más tarde a "Puente de los mártires del 15 de julio".
Imagen: picture-alliance/abaca/E. Öztürk
Estado de emergencia
Cinco días después del intento de golpe, Erdogan pronuncia el estado de emergencia que entra en vigor al día siguiente. Con ello el presidente adquiere mucho más poder. Incluso un año después, el estado de emergencia sigue en vigor.
Imagen: Reuters/K. Ozer
Detenciones
Inmediatamente después del intento de golpe, Edogan habla de una "bendición de Dios". El objetivo es "limpiar completamente nuestras fuerzas armadas". Pero no sólo se detiene a seguidores de Gülen sino también a periodistas, científicos y otros críticos de Erdogan. En total más de 100.000 empleados estatales son despedidos y más de 50.000 son detenidos.
Imagen: picture-alliance/AA/A. Mehmet
Erdogan amplía su poder
Antes del golpe, Edogan no pudo imponer su sistema presidencial preferido en Turquía. El levantamiento le dio la oportunidad de promover un sistema con mayores poderes en la presidencia. En abril del 2017 Erdogan logra su objetivo. Con estrecha mayoría, los turcos votan en un referéndum a favor el nuevo sistema gubernamental.
Imagen: Reuters/H. Aldemir
La oposición
La oposición turca se encuentra debilitada después del intento de golpe, sobre todo el partido kurdo HDP. Los dos presidentes y nueve de sus diputados son detenidos en noviembre de 2016. El mayor partido opositor CHP vuelve a organizar manifestaciones desde el verano boreal de 2017.