Erdogan tacha de racista la redada en una mezquita de Berlín
24 de octubre de 2020
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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, condenó una redada policial en una mezquita en la capital alemana, Berlín, a principios de esta semana, como racista e islamófoba. La operación policial, llevada a cabo durante las oraciones matutinas fue "obviamente alimentada por el racismo y la islamofobia, que cada día acerca a Europa un poco más a la oscuridad de la Edad Media, y desconoce por completo la libertad de creencias", tuiteó durante la noche el mandatario turco.
El miércoles, unos 150 policías allanaron en la capital alemana varios negocios y una mezquita sospechosa de haber reclamado de forma fraudulenta los subsidios aprobados para paliar los efectos económicos de la pandemia de coronavirus, e incautaron 7.000 euros en efectivo, dispositivos de almacenamiento de datos, computadoras y archivos.
Los fiscales dijeron que la redada estaba dirigida a tres sospechosos que habían solicitado 70.000 euros, de los cuales se habían abonado ya 45.000. Al parecer, parte del dinero se ingresó en la cuenta de la mezquita del barrio de Kreuzberg. Erdogan dijo que Turquía continuará luchando contra todas las formas de racismo, xenofobia e islamofobia en cualquier parte del mundo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía calificó la operación como "otro ejemplo más del trato sesgado, discriminatorio y desproporcionado hacia la comunidad musulmana, cuyo número se acerca a los cinco millones en Alemania". "Las autoridades alemanas deben comprender el hecho de que los musulmanes son una parte integral de Alemania y poner fin a su exclusión y marginación", dijo el día después de la redada. (dpa/focus)
Santa Madre Sofía de Estambul: catedral, mezquita y museo
Hace unos 1500 años se construyó la "Santa Sabiduría", o Hagia Sophia, con su enorme cúpula y las cuatro torres. La antigua iglesia fue luego mezquita y posteriormente un museo. Ahora volverá a ser templo musulmán.
Imagen: picture-alliance/Marius Becker
Hito arquitectónico
En 532, el emperador romano Justiniano, que residía en Constantinopla, dio la orden de construir una iglesia poderosa "como no ha existido ni existirá desde los tiempos de Adán". Unos 10.000 trabajadores se pusieron a trabajar. 15 años más tarde se inauguró la obra, sin decoraciones. Durante un milenio, la basílica abovedada siguió siendo la iglesia más grande de la cristiandad.
Imagen: imago/blickwinkel
Arquitectura monumental como instrumento religioso
Se dice que Justiniano invirtió 150 toneladas de oro en la construcción de la Santa Madre Sofía. Aunque la construcción tuvo que ser mejorada. La cúpula era demasiado plana y se derrumbó durante un terremoto. La Hagia Sophia, en castellano: "santa sabiduría", pronto fue usada como iglesia estatal. Desde mediados del siglo VII casi todos los gobernantes bizantinos fueron coronados aquí.
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Sultán Mehmed II, el Conquistador
El dominio bizantino sobre Constantinopla terminó en 1453: el sultán otomano Mehmet II conquistó la ciudad y convirtió la Santa Sofía en mezquita: las cruces dieron paso a la luna creciente, las campanas y los altares fueron destruidos o desmantelados, los mosaicos y los murales fueron encalados. El primer minarete también le dio al edificio un rostro musulmán en el exterior.
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Mustafa Kemal Ataturk, el padre de la Turquía moderna
El fundador del Estado turco, Mustafa Kemal Atatürk, finalmente hizo de la Hagia Sophia un museo en 1934. La secularización fue acompañada por un extenso trabajo de restauración. Los mosaicos bizantinos fueron descubiertos de nuevo. Se tuvo cuidado de no destruir los posteriores accesorios musulmanes.
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Iconos bizantinos
El mosaico más magnífico de Santa Sofía es una pintura devocional del siglo XIV, que fue descubierta en la pared de la galería sur. Aunque no está completamente preservado, las caras son claramente visibles: En el centro está Jesús como el gobernante del mundo, María a su izquierda y Juan a su derecha.
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El Islam y el Cristianismo, de igual a igual
La agitada historia de Santa Sofía es familiar para el visitante de hoy en día a cada paso: las inscripciones "Mahoma" (izquierda) y "Alá" (derecha) flanquean a la Virgen María con el niño Jesús en su regazo (espalda). Santa Sofía es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1985.
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Patriarca Bartolomé I
Bartolomé I, Patriarca de Constantinopla y jefe honorario de todos los cristianos ortodoxos, también reclamó la Hagia Sophia. Durante años ha pedido que la Basílica sea reabierta para la liturgia cristiana. "Santa Sofía fue construida para dar testimonio de la fe cristiana", argumenta.