Augenthaler, que llegó como un prometedor jugador juvenil a Múnich, sucedió al legendario Franz Beckenbauer como líbero del Bayern, equipo con el que ganó siete títulos de la Bundesliga y tres de la Copa Alemana antes de iniciar su carrera como entrenador en la cantera del club.

DW: Señor Augenthaler, este año el Bayern domina la Bundesliga a su antojo. Tras la contratación de Pep Guardiola como nuevo entrenador a partir del próximo verano, parece ser que ese dominio se pretende cimentar a largo plazo

Klaus Augenthaler: El Bayern siempre está y ha estado en la obligación de ganar todas las competencias en las que participa, en especial la Bundesliga y la Copa Alemana. En los últimos dos años, el Dortmund se le ha atravesado por el camino, pero con Jupp Heynckes como entrenador se llegó la temporada pasada a disputar todas las finales, incluida la Champions League. Con Pep Guardiola se consiguió la mejor alternativa posible a la sucesión en el banco.


La expectativa es que en el Bayern todo va a mejorar con Guardiola de entrenador. ¿Qué opina usted?

La organización del Bayern como club tiene muy poco para mejorar. En lo futbolístico, la llegada de Pep Guardiola significará, sin duda, un enorme progreso, especialmente en la presión que debe ejercer el equipo para recuperar el balón. El sistema practicado por Guardiola en el Barcelona no le es desconocido al Bayern, que ya empezó hace algunos años a moverse en esa dirección, especialmente durante la era de Louis van Gaal, cuando la posesión de la pelota se convirtió en un fundamento de la filosofía del equipo.

Ese propósito del Bayern de dominar el fútbol alemán en los próximos años, ¿se extiende también a Europa?

Es muy difícil imponerse en Europa como producto de un plan; no hay ningún club que pueda crear las condiciones para hacer de esa dominancia el resultado de un programa. Lo que sí es claro es que el Bayern está reaccionando a aquello que se ha dicho con frecuencia es su punto débil: que al club le falta internacionalmente un “algo”. Y encontrar ese “algo” es lo que se pretende con la llegada de Guardiola. Él debe darle al equipo aquello que le hace falta para definitivamente establecerse de forma soberana en la cúspide del fútbol mundial.

¿Se debe esperar del Bayern bajo Guardiola ese fútbol casi perfecto que hoy practica el Barcelona?

Decisivo será que los resultados se den por encima de cualquier cosa. La afición del Bayern no es distinta de la del Barcelona, ambas quieren espectáculo, y animan de forma permanente a sus equipos, pero, en el fondo, para las dos lo que cuenta son los resultados. Una victoria 1-0 siempre tiene mérito, incluso cuando no es bella. Con Guardiola se buscará el balance entre un agradable espectáculo y un fútbol que ofrezca resultados.

Hay quienes opinan que la llegada de Guardiola también puede ser negativa para la Bundesliga, pues el campeonato alemán se puede convertir en un concierto del Bayern como solista.

La preocupación de que algo así suceda en la Bundesliga no es nueva. Siempre ha habido quienes temen que en Alemania, con el Bayern, y ahora el Dortmund, ocurra lo mismo que en España, donde los títulos se los disputan solo dos equipos. Con Guardiola, ese riesgo no será ni mayor ni merno. Eso sí, el Bayern es, sin duda, el equipo que por su solidez financiera tiene más posibilidades de obtener a los mejores jugadores y de armarse mejor, y eso pesará.

¿Es Guardiola el mejor sucesor del entrenador Jupp Heynckes?

Yo estoy convencido que si Guardiola no hubiera aceptado venir a Múnich, Heynckes muy probablemente hubiera seguido al frente del Bayern. Con Guardiola seguramente se verá un fútbol atractivo. Es indudablemente un gran entrenador, pero serán los resultados los que al final dirán si se contrató o no al hombre correcto.

Autor: Daniel Martínez

Editora: Cristina Papaleo