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¿Es posible lograr la paz en Oriente Medio?

19 de octubre de 2023

Tras el ataque terrorista de Hamás, Israel contraataca en la Franja de Gaza. Expertos advierten de una posible guerra regional y analizan escenarios de posguerra.

Con velas, israelíes recuerdan a las víctimas de Hamás.
En Tel Aviv, israelíes recuerdan a las víctimas de los ataques terroristas de Hamás. Imagen: Amir Levy/Getty Images

"Este es el peor y más difícil conflicto que hemos vivido desde la fundación del Estado israelí en 1948", dice Pnina Sharvit Baruch, del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, un centro de análisis de la Universidad de Tel Aviv. Decenas de miles de personas han muerto en el curso del conflicto entre israelíes y árabes, que ya dura más de 75 años.

Ahora, expertos temen que los enfrentamientos puedan convertirse en una larga y sangrienta guerra. El politólogo palestino Ajmad Shihab teme que el conflicto pueda derivar en una guerra religiosa que abarque toda la región.

El 7 de octubre, milicias de Hamás asaltaron Israel, que ha respondido a los ataques terroristas con bombardeos y un bloqueo temporal de la Franja de Gaza.

Los orígenes del conflicto

Tanto israelíes como palestinos reivindican para sí mismos territorios en la región que se extiende del Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Aquí se encuentran sitios sagrados de judíos, cristianos y musulmanes.

Desde la fundación del Estado israelí, en 1948, Israel, los palestinos y los países árabes vecinos se han enfrentado en varias guerras. Tan solo en 1948, cerca de 700.000 palestinos abandonaron su patria o fueron expulsados. Asimismo, hasta 1972, cerca de 800.000 judíos huyeron tras la guerra árabe-israelí de 1948 de Estados árabes y norafricanos o fueron expulsados de ellos.

En la actualidad, amplias partes de Cisjordania están bajo control israelí. En opinión del politólogo palestino Shihab, la fórmula mágica para solucionar el conflicto es que se ponga fin a la ocupación.

En cambio, Israel, que está expuesto a los ataques de Hamás, insiste en que la paz solo es posible cuando termine el terror.

No obstante, últimamente, han ganado influencia los extremistas en ambos lados. La organización terrorista Hamás, por ejemplo, niega el derecho de existencia del Estado de Israel y quiere impedir un compromiso pacífico.

¿Es posible lograr la paz?

La politóloga Margret Johannsen, de Hamburgo, aún cree en la posibilidad de un acuerdo de paz. Desde hace décadas, la experta analiza el conflicto en Oriente Medio y piensa que lo que ahora ocurre es tan horrendo que podría despertar las conciencias.

En los próximos tres años, se podría alcanzar un acuerdo, dice a DW y agrega que lo primordial es que haya países dispuestos a mediar, como China, India o algunos Estados africanos.  

Una solución: dos Estados

Durante décadas, la llamada solución de los dos Estados, es decir la creación de un Estado judío y uno árabe, parecía la única vía para poner fin al conflicto.

Los asentamientos de colonos israelíes en Cisjordania también son un obstáculo para alcanzar un acuerdo de paz en la región. Imagen: Ariel Schalit/AP/picture alliance

"Sigue siendo una buena idea", sostiene al respecto la experta israelí Mairav Zonzsein, del International Crisis Group. La pregunta de si es posible realizar este proyecto depende, según la entrevistada, de si ambos lados y la comunidad internacional están dispuestos a invertir su capital político y su energía en la realización. "Hoy día, muchas personas ya no creen que esto sea posible", agrega.

Disminuye apoyo a solución de dos Estados

De acuerdo con una encuesta del Pew Research Center, de principios de 2023, solo uno de cada tres israelíes cree que la convivencia pacífica con un Estado palestino independiente es posible.

En Cisjordania, Gaza y Jerusalén del Este, donde el instituto demoscópico Gallup llevó a cabo una encuesta antes de los ataques terroristas de Hamás, solo uno de cada cuatro palestinos apoya la solución de dos Estados.

Dos pueblos, ¿un Estado?

La investigadora sobre la paz Johannsen aboga por una solución de un Estado: una vez que se haya calmado el conflicto, cree posible que israelíes y palestinos convivan en un Estado. Esta propuesta, señala, también solucionaría el problema de los colonos israelíes, que podrían quedarse en sus asentamientos.

Expertos analizan sobre todo tres posibles modelos: un Estado con un gobierno central poderoso, un Estado federativo con un gobierno central débil y una especie de confederación, es decir dos territorios con una frontera abierta y un gobierno palestino-israelí común responsable de cuestiones relacionadas con el comercio exterior y la seguridad. 

"Receta para una guerra civil"

Debido a la "inmensa enemistad" entre palestinos y judíos, Pnina Sharvit Baruch, del Instituto de Estudios de Seguridad de Tel Aviv, duda que alguno de los tres modelos sea viable. 

Casi la mitad de los habitantes en el territorio de Israel, Gaza, Jerusalén del Este y Cisjordania son árabes, por lo que muchos israelíes temen que un Estado conjunto con los palestinos perdería su identidad como Estado judío.

Para muchos israelíes -y judíos en todo el mundo- la identidad como Estado judío es muy importante porque, tras el Holocausto, Israel fue fundado, en parte, como un puerto seguro, una patria para los judíos. 

Por eso, en especial algunos nacionalistas israelíes abogan por un Estado israelí en el que los palestinos solo podrían ejercer mayor autonomía en determinadas partes de Cisjordania. Algo que los palestinos rechazan.

¿Un problema imposible de resolver?

En la actualidad, el conflicto entre israelíes y palestinos se ha convertido en sinónimo de un problema imposible de resolver.

Sin embargo, la experta Mairav Zonzsein afirma que, por complejo que parezca, es algo "simple" en el fondo: "Tenemos dos pueblos que tienen que vivir aquí en paz y seguridad. Hasta ahora, ningún terrorismo, por más grande que sea, ni ninguna potencia militar, por más grande que sea, nos han llevado adelante".

A largo plazo, la paz solo es posible si ambos lados aprenden a confiar el uno en el otro, subraya Zonzsein. Pero para eso, prosigue, primero tiene que detenerse el derramamiento de sangre.

(vt/ers)

 

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