Hace 25 años, la OTAN atacó Yugoslavia para evitar una "catástrofe humanitaria" en Kosovo. La comparación con la guerra de Rusia contra Ucrania no es válida.
Publicidad
Tras meses de negociaciones infructuosas, el 24 de marzo de 1999 la OTAN intervino en la guerra civil entre el Ejército yugoslavo y las fuerzas de seguridad serbias, por un lado, y la milicia del ELK en Kosovo, por otro. Con ataques aéreos contra objetivos en Serbia, los Estados de la OTAN querían obligar al presidente serbio Slobodan Milosevic a poner fin a la limpieza étnica en Kosovo y evitar una catástrofe humanitaria que las Naciones Unidas temían en la región de Kosovo.
La ONU no impartió un mandato para los ataques militares, en los que murieron civiles, a pesar del uso de "armas de precisión”. La OTAN, bajo el liderazgo del presidente estadounidense Bill Clinton, arguyó una "intervención humanitaria" para evitar males mayores y para hacer cumplir las resoluciones de la ONU que Yugoslavia se rehusaba a aplicar.
Sin embargo, después de 25 años, son muchos los juristas especializados que opinan que dicha operación de la OTAN no estaba amparada por el derecho internacional.
Moralmente necesaria, pero no amparada por la ley
Según Wolff Heintschel von Heineigg en entrevista con DW, "la opinión predominante es que fue una violación del derecho internacional, porque ya se había dicho de antemano que sólo se tomarían medidas militares contra Serbia con la autorización del Consejo de Seguridad”. Von Heinegg enseña e investiga en la Universidad Europea Viadrina de Frankfurt an der Oder.
Las razones aducidas por los políticos occidentales para la intervención de la OTAN iban desde la protección de la población en Kosovo y la estabilización de la situación en los Balcanes Occidentales, devastados por la guerra, hasta el bloqueo del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de Rusia y China. El entonces ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, también habló de una intervención moralmente necesaria para evitar masacres como las de Bosnia-Herzegovina. "Todas estas consideraciones están muy bien, pero el derecho internacional no lo elabora un pequeño grupo y no es derecho consuetudinario. Se necesita una gran mayoría de Estados a favor que no había", agrega Heintschel von Heinegg.
Publicidad
Rusia se inventa una justificación
El ataque de la OTAN contra Yugoslavia, que sólo terminó el 10 de junio de 1999, cuando Slobodan Milosevic se rindió, fue una especie de caída en desgracia, según el derecho internacional. "Los argumentos esgrimidos por los ocho Estados de la OTAN que participaron en esta campaña de Kosovo, los usó en su momento Putin cuando la anexión de Crimea", recuerda el experto, que describe las consecuencias: "Al anexionarse Crimea en 2014, Rusia invocó el supuesto precedente para proteger a la población de Crimea de una supuesta amenaza. Vladimir Putin siguió el mismo patrón tras la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022, alegando que la población del este de Ucrania había pedido ayuda invocando la Carta de la ONU como justificación de la 'operación militar especial".
"Incluso si se reconoce la intervención humanitaria, los argumentos rusos son, por supuesto, absurdos. No cabe duda de que las condiciones que imperaban entonces en Kosovo -y solo menciono la tristemente célebre limpieza étnica- no se estaban dando en Crimea ni en el sureste de Ucrania", concluye el jurista.
Así pues, la situación de hace 25 años en los Balcanes Occidentales no puede compararse con la Ucrania actual. La invasión rusa y la guerra generalizada contra Ucrania siguen siendo ilegales, de acuerdo con el derecho internacional. "Esta es la factura que pagamos por aquella misión en Kosovo: ahora nos enfrentamos a los mismos argumentos de entonces, aunque los hechos sean, por supuesto, fundamentalmente diferentes", explica Heintschel von Heinegg.
Mientras la reevaluación jurídica de la operación de la OTAN contra Yugoslavia quedó en nada, tanto en el Tribunal de las Naciones Unidas para Yugoslavia como ante los tribunales internacionales, el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ha ordenado a Rusia el cese de todas las operaciones de combate en Ucrania en marzo de 2022. Sin embargo, Rusia hace caso omiso de la orden.
(jov/ms)
Bajmut: la "ciudad fortaleza" en el frente ucraniano
Antes de la invasión rusa, más de 70.000 personas vivían en Bajmut. Ahora, una feroz batalla se libra por la ciudad del Donbás. Una imagen de la vida en esa localidad desde el comienzo de la guerra.
Imagen: LIBKOS/AP Photo/picture alliance
Antes de la guerra
Esta foto, tomada en la primavera de 2022, muestra murales en Bajmut sobre la familia y los niños. En mayo, el frente había avanzado hasta las afueras de la ciudad y comenzaron los ataques aéreos y de artillería. Muchos edificios residenciales resultaron gravemente dañados.
Imagen: JORGE SILVA/REUTERS
"Nos sentimos sin hogar"
Los bloques de apartamentos del este de Bajmut fueron los primeros en sufrir los ataques rusos en la primavera de 2022. Hoy, estos barrios se parecen mucho a la ruinosa ciudad portuaria de Mariúpol. Halyna, una evacuada de Bajmut cuya casa fue destruida, dijo a los periodistas: "Nos sentimos sin hogar. Lo hemos perdido todo. No tenemos adónde volver".
Imagen: Aris Messinis/AFP/Getty Images
Las ruinas de una escuela
Dos profesoras se abrazan ante las ruinas de su escuela en Bajmut. Fue bombardeada por el ejército ruso y sufrió graves daños el 24 de julio de 2022. Afortunadamente, nadie murió ni resultó herido en este ataque en particular.
Imagen: Diego Herrera Carcedo/AA/picture alliance
Monumentos destruidos
Muchos edificios de importancia histórica en Bajmut han sido dañados y destruidos desde el comienzo de la guerra. Entre ellos se encuentran el Palacio de la Cultura, la antigua casa del empresario Polyakov, del siglo XIX, y el antiguo instituto femenino. También se han destruido edificios más modernos, que eran considerados postales icónicas de la urbe.
Imagen: Dimitar Dilkoff/AFP/Getty Images
Preparando la evacuación
Oleksandr Havrys hace los últimos preparativos para evacuar a su mujer y sus dos hijos de Bajmut a Kiev. El 7 de marzo de 2023 quedaban menos de 4.000 personas en la ciudad. Antes de la guerra, tenía una población de 73.000 habitantes.
Imagen: Metin Aktas/AA/picture alliance
Los que se quedan
Más del 90 por ciento de los habitantes han abandonado Bajmut y sus alrededores. Los que quedan están en su mayoría enfermos o viven solos. Durante meses, sólo abrieron algunas tiendas y una farmacia, si había una pausa en los disparos. La ayuda humanitaria llegaba a través de organizaciones benéficas y voluntarios.
Imagen: ANATOLII STEPANOV/AFP/Getty Images
Permanecer a pesar de todo
Olha, embarazada, fuera de un búnker antiaéreo en Bajmut con su marido Vlad, el 28 de enero de 2023. Son de los pocos civiles que han permanecido en la ciudad a pesar de los encarnizados combates. Hoy en día, se necesita un pase especial para acceder a Bajmut.
Imagen: Raphael Lafargue/abaca/picture alliance
Vivir con miedo
Valentyna Bondarenko, pensionista de 79 años, mira por la ventana de su apartamento en Bajmut, en agosto de 2022. Muchos residentes de la ciudad han soportado meses en sótanos y refugios de emergencia debido a los interminables bombardeos y al peligro constante.
Imagen: Daniel Carde/Zumapress/picture alliance
La vida cotidiana en el sótano
"Estamos acostumbrados a todo tipo de silbidos y explosiones", dice a DW Nina, de Bajmut (en la foto, a la derecha). Dice que sus hijas se han ido "a Europa", pero ella y su marido quieren quedarse mientras el ejército ucraniano esté en la ciudad. Sin embargo, se irían si la situación empeora: "para no estorbar a los militares cuando el enemigo se esconde detrás de las casas".
Imagen: Oleksandra Indukhova/DW
Haciendo fila para recibir ayuda
En otoño, la situación humanitaria en la ciudad se deterioró aún más. Las tropas rusas lanzaron una ofensiva el 1 de agosto, y la red eléctrica resultó dañada por bombardeos. Se hizo muy difícil obtener alimentos y la red de telefonía móvil colapsó. Los trabajadores humanitarios voluntarios también fueron atacados.
Imagen: Diego Herrera Carcedo/AA/picture alliance
Fuego de artillería pesada
Las batallas clave por Bajmut están siendo libradas por unidades de artillería. Los militares ucranianos estiman que casi toda la gama de artillería y morteros están en acción en la zona. Bajmut está siendo ferozmente atacada por unidades del ejército privado ruso conocido como Grupo Wagner. El ejército ucraniano sigue resistiendo todos los ataques.
Imagen: Bulent Kilic/AFP/Getty Images
Bandera ucraniana de Bajmut en el Congreso de EE.UU.
El 20 de diciembre, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski visitó a los soldados ucranianos que defendían Bajmut. De allí trajo una bandera ucraniana, que presentó dos días después a Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en una visita al Congreso de ese país. La bandera ha sido firmada por soldados que están en primera línea.
Imagen: Carolyn Kaster/AP Photo/picture alliance
Tratando a los heridos en Bajmut
Las principales tareas de los médicos militares en el frente incluyen estabilizar a los heridos, evitar muertes por shock y pérdida de sangre, y asegurar el transporte de casos graves a hospitales militares más seguros.
Una imagen de los últimos días de diciembre de 2022. Sale humo de las ruinas de casas particulares en las afueras de Bajmut. Según las autoridades locales, en marzo de 2023, más del 80 por ciento de las viviendas de la ciudad han sido destruidas por los combates.
Imagen: Libkos/AP/picture alliance
Imagen de satélite de la destrucción
Una imagen satelital del 4 de enero de 2023, publicada por la empresa de tecnología espacial Maxar, muestra el alcance de la destrucción cerca de Bajmut. "En los últimos meses, la ciudad ha estado en el centro de intensos combates entre las tropas rusas y ucranianas. Las imágenes muestran grandes daños en edificios e infraestructuras", comenta la compañía.
Imagen: Maxar Technologies/picture alliance/AP
Ciudad fantasma
Esta foto, tomada por un dron de la agencia de noticias Associated Press el 13 de febrero, también ilustra la destrucción en la ciudad. Filas enteras de casas y edificios de apartamentos han sido destruidos, y sólo quedan en pie los muros exteriores y las fachadas dañadas. Los tejados se han derrumbado, exponiendo el interior de las construcciones al paso de la nieve.
Imagen: AP Photo/picture alliance
"Fortaleza Bajmut"
Un soldado ucraniano pasa junto a una pared rayada en el centro de la ciudad que dice "Bajmut ama a Ucrania". Los líderes políticos y militares del país han decidido mantener la defensa de la ciudad. Sin embargo, la OTAN no descarta la posibilidad de que Bajmut caiga, aunque esto no cambiaría necesariamente el curso de la guerra. (mn/dz)