Escándalo de abusos sexuales empañó visita del Papa a Chile
Darío Menor
18 de enero de 2018
Los casos de pederastia y la incapacidad mostrada hasta ahora por la jerarquía católica para acabar con esta lacra han abierto una herida en la relación de muchos chilenos con la Iglesia.
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Han resultado premonitorias las palabras que el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano y número dos de la jerarquía católica, dijo unos días antes de que el Papa Francisco comenzara su visita a Chile y Perú: "No va a ser un viaje fácil”. A la espera de ver cómo se desarrolla la estancia del obispo de Roma en tierras peruanas, puede afirmarse con rotundidad que los tres días pasados por Jorge Mario Bergoglio en Santiago, Temuco e Iquique han sido los más difíciles de todas sus estancias en América Latina.
Nunca hasta ahora el Pontífice había estado en un país con un ambiente eclesial tan enrarecido, con continuas protestas, poco calor en las calles y escasa participación de fieles en las misas y ceremonias que presidió. Bergoglio viajaba a Chile para intentar revitalizar a la Iglesia local, en sus horas más bajas por los continuos escándalos de abusos sexuales a menores cometidos por religiosos, pero no está claro que su mensaje haya llegado más allá de los que ya estaban convencidos. Chile se ha destapado estos días como el país más alejado de la fe de América Latina, acercándose a los niveles del gran bastión antieclesial de la región que siempre ha sido Uruguay.
Bergoglio ha encontrado una nación muy distinta a la que vio san Juan Pablo II en su visita en 1987, cuando la gente se echó a las calles con la esperanza de que propiciara el fin de la dictadura. Como dice Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales, los chilenos prefieren hoy "el centro comercial a la misa”, son "más individualizados y autónomos” y ya no están "heridos por la pobreza y la falta de libertades”. La mayor herida que vive hoy la población en su relación con la fe está motivada por los continuos casos de pederastia en la Iglesia y la incapacidad mostrada hasta ahora por la jerarquía para acabar con esta lacra y hacer que paguen los responsables.
Defensa de Barros
El caso que provocó un antes y un después es el del sacerdote Fernando Karadima, condenado por pederastia y protegido supuestamente por el obispo de Osorno, Juan Barros. Francisco ha tenido varios gestos hacia las víctimas. Primero manifestó en el palacio presidencial de La Moneda su "dolor y vergüenza” ante el daño "irreparable” causado a los niños por los ministros de la Iglesia, pidiendo "perdón” por lo sucedido. Más tarde se reunió de forma privada con un grupo de víctimas de presbíteros pederastas. Estas iniciativas del Papa quedaron eclipsadas por la participación de Barros en todas las ceremonias religiosas. Las víctimas exigen su remoción, así como la de otros altos prelados que protegieron a depredadores sexuales. Pero Bergoglio ya había mostrado su apoyo en Roma a Barros y volvió a hacerlo en Chile, sin importarle lo impopular que resultara.
"No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia, ¿está claro?” comentó antes de comenzar la misa que presidió en Iquique, en la que pidió a los chilenos que sean "hospitalarios” con los inmigrantes. Fue el otro tema de la agenda del Papa en Chile, en la que ocupó un lugar destacado la defensa de los derechos y particularidades de los indígenas mapuches, aunque dejándoles claro que deben renunciar a la violencia para plantear sus justas reivindicaciones.
Darío Menor/Santiago de Chile
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Papa Francisco en Chile y Perú
En su sexto viaje a América Latina, el Papa Francisco visitó Chile y Perú. Protestas por escándalos de abuso sexual en el seno de la Iglesia católica acompañaron su gira. Aquí pasamos revista al viaje, en imágenes.
Imagen: picture-alliance/AA/S. Castaneda
Multitudinaria misa en Lima
Una misa con asistencia multitudinaria puso el broche de oro de la visita del Papa Francisco a Perú. Se estima que más de un millón de personas acudió a la cremonia en Lima, en la que puso énfasis en la necesidad de velar por una mayor inclusión social. En su viaje de regreso a Roma, el Papa volvió a abordar, entre otros, el tema de la corrupción, que calificó de "ciénaga".
Imagen: picture-alliance/AP Images/A. Tarantino
Tormentas y tormentas
Brindar consuelo a los damnificados por fenómenos meteorológicos fue uno de los cometidos del Papa en Trujillo. Pero también advirtió que "otras tormentas pueden estar azotando estas costas y tienen efectos devastadores. Tormentas que nos cuestionan como comunidad y ponen en juego el valor de nuestro espíritu. Se llaman violencia
organizada, como el sicariato y la inseguridad que esto genera".
Imagen: picture-alliance/dpa/Agentur Andina/J. C. Guzmán
El virus de la corrupción
"Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias de este bendito continente ese virus social, un fenómeno que lo infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados", dijo el Papa, hablando ante el palacio presidencial en Lima. Fue uno de los temas centrales abordados por Francisco, quien pidió más transparencia.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Bianchi
Defensa de la Amazonía
"Los pueblos originarios amazónicos nunca han estado tan amenazados en sus territorios como ahora”, señaló Francisco en un encuentro con representantes indígenas en la localidad de Puerto Maldonado, en la selva peruana. El Papa aludió a los intereses económicos del neoextractivismo y a políticas conservacionistas desviadas, que pierden de vista al ser humano.
Imagen: Reuters/H. Romero
Arribo a Lima
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, y otras autoridades recibieron en el aeropuerto militar de Lima al Papa, que fue aclamado por miles de personas en su recorrido hacia la Nunciatura Apostólica. El alcalde de la capital peruana entregó luego a Francisco las llaves de la ciudad.
Imagen: Reuters/A. Bianchi
Contra la explotación de inmigrantes
En el norteño puerto chileno de Iquique, el Papa exhortó a acoger a los inmigrantes y evitar su explotación. "Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en regla", pidió Francisco, quien continuó más tarde su viaje, rumbo a Perú.
Imagen: Reuters/A. Bianchi
El caso Barros
Convencido de que las acusaciones contra el obispo de Osorno, Juan Baros, son “calumnias”, el Papa afirmó que no hay pruebas en su contra. La organización Laicos de Osorno, que exige la renuncia del obispo, lamentó el respaldo papal al prelado, al que acusan de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
Imagen: Reuters/A. Bianchi
Casamiento a bordo
Una pareja integrante de la tripulación del vuelo que llevó a Francisco de Santiago a Iquique, protagonizó un hecho sin precedentes. El Papa los casó a bordo, bendijo sus anillos y firmó el acta canónica de la ceremonia. La aerolínea Latam señaló que es la primera vez que el Pontífice celebra un matrimonio en un avión.
Imagen: Getty Images/AFP/V. Pinto
Saludo en mapudungún
En Temuco, el Papa utilizó palabras en el idioma mapuche, y un verso de Violeta Parra: "Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar". Francisco exhortó a la unidad de los pueblos, pero advirtió que "la defensa de la cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrando vidas humanas".
Imagen: Reuters/A. Bianchi
Las víctimas de la dictadura
La llegada del Papa a la Araucanía no solo llevó a poner la mira en el conflicto mapuche, sino también en el pasado dictatorial de Chile. En el aeródromo de Maquehue, donde celebró una misa, hubo un centro de detención y tortura. "Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", señaló Francisco.
Imagen: picture alliance/dpa/Agencia Uno/A. Zonez
En el santuario del Padre Hurtado
La visita al santuario del santo chileno Alberto Hurtado, un sacerdote jesuita que dedicó su vida a la ayuda de los pobres, cerró la jornada del martes. Allí se reunió con miembros de la Compañía de Jesús, a la que pertenece también Francisco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Tarantino
"La dignidad se contagia"
Durante su visita a una cárcel de mujeres, en Santiago, Francisco dijo a las reclusas que "la sociedad tiene la obligación de reinsertarlas a cada una de ustedes". En este sentido, criticó que el encarcelamiento se reduzca a veces a un castigo. El Papa afirmó que perder la libertad no significa perder la dignidad y subrayó: "La dignidad se contagia. Se contagia más que la gripe".
Imagen: picture-alliance/dpa/L'Osservatore Romano
Mensaje de unión
Los fieles chilenos vibraron con la primera misa multitudinaria que Francisco celebró en el país andino en el parque más grande de la capital, que se vistió de gala para recibirlo. La mayoría de los asistentes destacó el espíritu de unión que impregnó las palabras del máximo jerarca de la Iglesia católica. Unas 400.000 personas abarrotaron el recinto desde primera hora de la mañana.
Imagen: Reuters/Osservatore Romano
Un invitado indeseado
La presencia del obispo de la ciudad de Osorno, Juan Barros (foto de archivo), en la misa papal generó amplio repudio. Barros es acusado de encubrir los abusos sexuales contra menores cometidos hace unos años por el influyente cura Fernando Karadima. Barros fue discípulo de Karadima, a quien la Justicia encontró culpable, pero no condenó porque los delitos habían prescrito.
Imagen: Reuters/C. Gutierrez
Misa de “consolación”
El martes (16.01.2018) cientos de argentinos asistieron a la misa multitudinaria del Papa en Santiago de Chile. Desde que asumió el pontificado en 2013, Francisco no ha visitado su país natal. Los fieles argentinos, que vestían camisetas de la "albiceleste" y portaban banderas y pancartas con los colores de su país, hicieron largos recorridos por carretera para poder ver al Papa.
Imagen: Getty Images/AFP/P.P. Brune
Un perdón inesperado
Francisco aprovechó su primer discurso ante las autoridades en la sede del Ejecutivo, el palacio de la Moneda, para manifestar su “dolor y vergüenza” ante el daño “irreparable” causado a niños por parte de ministros de la Iglesia: "Es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas (de abuso sexual), al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir".
Imagen: Reuters/I. Alvarado
El Papa intercede por los pueblos indígenas
El martes (16.01.2018), la presidenta chilena, Michelle Bachelet, recibió con honores al sumo pontífice en su primera visita oficial a Chile. En el discurso que Francisco pronunció durante el primer acto de su agenda, hizo alusión a la tensión que existe entre el Estado y el pueblo mapuche. El Papa instó a los gobernantes chilenos a que escuchen a los pueblos originarios y atiendan sus derechos.
Al sobrevolar el espacio aéreo de Argentina, su país natal, el Papa Francisco envió un mensaje a sus compatriotas: "Le traslado mis cálidos saludos y envío mis mejores y francos deseos a todas las personas de mi patria, asegurándoles mi cercanía y bendición… Les pido a todos ustedes que, por favor, no olviden rezar por mí".
Imagen: Getty Images/AFP/A. Bianchi
Protestas en la antesala a la visita papal
El viaje de una semana estuvo precedido por hechos violentos contra iglesias chilenas: ya el domingo (14.01.2018) se había registrado un ataque incendiario en Santiago, el quinto en el país. En los días siguientes se quemarían más iglesias en Chile.
Imagen: picture alliance/Agencia Uno/dpa/R. Sáenz
Chile se prepara para recibir al Papa
El lunes (15.01.2018), el sumo pontífice partió de Roma a su sexto viaje a tierras latinoamericanas, en el que visitará Chile y Perú. Mientras que este último país atraviesa un momento de gran tensión política, las víctimas de abuso sexual por parte de clérigos católicos en Chile anunciaron protestas durante la gira papal.