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Escándalo en la catedral

Pablo Kummetz6 de julio de 2004

La catedral de Colonia, patrimonio cultural de la humanidad, ha sido declarada en peligro por la UNESCO, porque del otro lado del Rin se construye un rascacielos. Los colonienses están que se salen de las casillas.

Vista de la catedral de Colonia de lejos, con torre en primer plano: el escándalo ha pasado a mayores.Imagen: AP

La catedral, situada muy cerca del Rin, sobre su orilla derecha, domina hasta hoy la silueta de la ciudad alemana de Colonia y es lugar de peregrinaje de tres millones de turistas por año.

La catedral sin la torre.Imagen: Bilderbox

El detonante del conflicto ha sido la crítica de la UNESCO a la construcción de un edificio de oficinas para una caja de pensiones cerca del hotel Hyatt, en la otra orilla del Rin.

Un panorama poco claro

Si la torre alcanza, como está planeado, 103 metros de altura, obstruiría la visibilidad de la catedral. Además se planea erigir en la misma orilla a largo plazo toda una serie de torres, que le daría a la ciudad un nuevo perfil.

Pero justamente el panorama de la ciudad con la catedral, tantas veces alabado, es parte del entorno protegido del símbolo de Colonia: "¿Que sería Colonia sin su catedral?", reza el texto de una popular canción.

El municipio ha cuidado hasta ahora que modernos edificios no superen en altura a la catedral, con sus 157 metros. No obstante, la UNESCO teme que la nueva edificación obstruya la visibilidad y no permita ver la mayor catedral de Alemania.

"Monumento amenazado"

La UNESCO vela por el patrimonio de la humanidad.

Por ello la ha colocado en la lista de "monumentos amenazados", porque perdería el significado cultural y urbanístico que ha tenido durante siglos. La UNESCO está también disgustada porque no se la ha consultado hasta ahora en el proceso de planificación de la nueva "skyline" de Colonia.

El arzobispado de Colonia está disgustado a su vez con el proceder de la UNESCO. "Ningún representante del Consejo de Monumentos y Sitios Históricos ha hablado con los responsables de la catedral", dicen Norbert Feldhoff, el preboste y Barbara Schock-Werner, la arquitecta encargada de su mantenimiento.

Ambos aseguran que, si bien los edificios planeados obstaculizan algo el panorama, no disminuyen el carácter determinante de la catedral en la silueta de la ciudad y "menos su importancia como monumento cultural de excepcional rango".

Sorprendente indiferencia

La prensa local ha tomado el caso con sorprendente indiferencia. "Si la UNESCO quiere tachar a la catedral de la lista, que la tache. No por ello la catedral va a dejar de tener la importancia cultural e histórica que efectivamente posee", dice el diario "Kölner Stadtanzeiger".

Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. "Luego de un siglo de respeto urbanístico por la gran obra que es la catedral sorprende la despreocupación con la que los colonienses se despiden de ella", dice Christian Schaller, presidente de la Asociación de Arquitectos Alemanes.

Icono de la religiosidad occidental

"En primer lugar tratan de darle seguridad a los inversionistas. Pero Colonia debería dar seguridad sobre todo a este icono de la religiosidad occidental, símbolo de la nación tardía y maravilla mundial", agrega.

Y por si fuera poco, remata con que "habría que presentar a la catedral como se merece, dejar su entorno libre de arribistas y proteger la silueta de Colonia de construcciones que la desfiguren".

Ante el cariz que han tomado los acontecimientos, por lo visto aún no está dicha la última palabra.

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