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Escalada de violencia en el Golfo

Matthias von Hein (CT/EL)7 de enero de 2016

La esperanza que había para la solución del conflicto en Yemen y en Siria se diluye. La reciente disputa entre Irán y Arabia Saudita ha retrasado las negociaciones de paz.

Imagen: Reuters/T. Al-Sudani

No es la primera vez que Arabia Saudita rompe sus relaciones diplomáticas con Irán. En 1988 ocurrió algo parecido e incluso la embajada saudí en Teherán fue tomada. Dos años después, ambas potencias regionales retomaron sus relaciones diplomáticas, luego que un enemigo en común, Saddam Hussein, invadiera Kuwait.

A diferencia de los roces anteriores, la reciente escalada del conflicto entre Arabia Saudita e Irán trae consecuencias para toda la región. Ambas naciones están involucradas en los conflictos en Yemen y Siria. Incluso en Irak son enemigos enfrentados. “Todas las esperanza de avance sobre una solución al conflicto en Siria dependen ahora de un acercamiento entre iraníes y saudíes”, explica Julian Barnes-Dacey, portavoz del European Council on Foreign Relations (ECFR). Para juntar a Teherán y Riad en una mesa de negociaciones en Viena se habría necesitado antes mucho tino diplomático. Los últimos acontecimientos hacen más difícil lograr algún avance.

El país más rico de la región, Arabia Saudita, bombardea al más pobre: YemenImagen: picture-alliance/AP Photo/H.Mohammed

Confianza resquebrajada

Aunque Arabia Saudita ha hecho hincapié en que las negociaciones no deben ser abandonadas, el representante de la Asociación Alemana de Política Exterior, Sebastián Sons, muestra su escepticismo y acusa, incluso, a ambos países de jugar con la confianza puesta: "Por ello, no me puedo imaginar que en esta situación actual se logre algún resultado concreto – ya sea la próxima semana durante las negociaciones sobre Yemen o en las conversaciones sobre Siria en Viena".

Barnes-Dacey del ECFR ve a Irán y a Arabia Saudita en una "lucha casi existencial por la hegemonía regional" en la que ambas partes rechazan el dialogo para una solución de paz. Ellos prefieren seguir enfrentados. Con respecto a la ocupación de la embajada saudí en Teherán, Barnes-Dacey asegura que opositores del presidente iraní sabotearon su acercamiento diplomático con Occidente y con los demás líderes regionales.

El conflicto entre Riad y Teherán dificulta los esfuerzos para la paz en SiriaImagen: picture-alliance/AA/S. Leila

Rivalidad por poder regional

La rivalidad por el poder regional de las dos potencias del Golfo se había calmado en el último tiempo, a favor de Teherán. En realidad, a los saudíes todavía les afecta el acuerdo nuclear pactado con Irán que llevó a este último de regreso a la escena internacional. Al mismo tiempo, la monarquía saudí tiene que enfrentar la caída del precio del petróleo y la frustración en su propia población, además del rechazo de los Estados Unidos y de otros aliados occidentales.

"Arabia Saudita se siente rodeada por enemigos dominados por Irán: Bahréin, Yemen, Irak y Siria", indíca el experto Sebastián Sons. Sin embargo, Riad estaría sobreestimando la influencia de Irán sobre los chiíes en Bahréin, los chiíes saudíes y los rebeldes hutíes en Yemen. Sons insinúa una actitud paranoica por parte de Riad hacia Irán que impide hacer política real y llegar a una negociación. Lo que impide un acercamiento para llegar a un acuerdo con Teherán.

Finalmente, será difícil mediar entre las dos partes. Rusia se había ofrecido como mediador esta semana, pero un solo socio no es suficiente, aseguran los expertos Barnes-Dacey y Sons. Washington tendría que ayudar también, incluso después de los últimos roces entre Arabia Saudita y los Estados Unidos. ¿Y los europeos? Por ahora, Europa solo puede ofrecer un foro de consenso para ambas partes y así quizás, por lo menos, lograr un acuerdo diplomático.

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