Para el próximo 8 de marzo los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) deberán haber alcanzado un acuerdo en torno al debate sobre el futuro del Pacto de Estabilidad Económica. El pacto, que ha creado dolores de cabeza a muchos de los países de la UE, debe ser “reformado y mejorado” según piden los ministros de economía.

Dentro de la UE hay cada vez más disposición a ver las cosas de esta manera, porque ya hay muchos países que no pueden cumplirlo, inclusive Holanda, antes gran defensor del mismo. Tras cinco años de aplicación, el Pacto está en proceso de examen.

Bruselas presentó el pasado mes de septiembre un informe en ese sentido y a la luz de una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que clarificó los papeles del Ejecutivo comunitario y el Consejo de ministros en la aplicación del marco presupuestario, se ha iniciado el debate de reforma. La reforma debe estar lista en el Ecofín el ocho de marzo para ser elevada al Consejo Europeo para su aprobación en la cumbre que celebrará el 22 y 23 del mismo mes.

Respetar los valores de referencia

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, cree que es posible alcanzar un acuerdo, pero advierte que en esa reforma no deben tocarse los valores de referencia del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) como máximo para el déficit público y del 60% para la deuda.

En el informe de Bruselas se propone dar más importancia a la evolución de la situación económica y a la viabilidad de las finanzas públicas a la hora de considerar la situación de cada país.

En la parte correctiva del Pacto, es decir, una vez abierto el procedimiento por déficit, las modificaciones que baraja Bruselas se refieren fundamentalmente a los plazos para enderezar la situación.

Si a un país se le da un año para resolver su déficit, pero en ese tiempo hay circunstancias no previstas que lo dificultan, sería posible que Bruselas reiterara sus recomendaciones pero sin avanzar en el procedimiento sancionador.

Eichel por eliminar castigo automático

El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, está a favor de que se elimine el automatismo a la hora de imponer sanciones contra los países que no cumplen el Pacto de Estabilidad, y de que se determine el procedimiento en función de los esfuerzos que hace un Gobierno por su economía.

En entrevista con el “Süddeutsche Zeitung”, defiende que se mantengan los límites estipulados por el Pacto de Estabilidad de la zona euro, pero pide que en el futuro se tome más en cuenta la situación coyuntural de los diferentes países.

El ministro insiste en la propuesta alemana de compensar en los tiempos de bonanzas los inevitables déficits en tiempos de crisis, en los que bajan las recaudaciones y suben los gastos sociales.

Eichel considera que se debe sancionar a un país únicamente cuando éste se aparta de la línea de conducta que se ha trazado para consolidar su economía, pero la Comisión Europea (CE) debería tener en cuenta esfuerzos, como los que hace Alemania, por reformar sus estructuras sociales, y también tomar en consideración si invierte en investigación o educación o si, por el contrario, gasta el dinero en intereses de la deuda o en asuntos sociales.