Pese a que Eslovaquia se opone a la política de refugiados que respalda la mayoría de los países de la UE, actuará como mediador a la cabeza del Consejo Europeo. Bajo la sombra del brexit, los avances serán mínimos.
Publicidad
Todos los partidos representados en el Parlamento eslovaco están de acuerdo en que el país no acogerá a refugiados y solicitantes de asilo. Tampoco los musulmanes son bienvenidos. “Aquí no hay lugar para el islam”, había prometido en su campaña electoral el actual jefe de Gobierno, Robert Fico. Pese a esta actitud, que contradice los acuerdos y las opiniones de la mayoría de los países miembros de la UE, este jueves (30.06.2016) Fico anunció que pretende ser un mediador honesto y neutral para el bloque comunitario azotado por diversas crisis. A partir de este 1 de julio, el jefe de Gobierno eslovaco asume por seis meses la presidencia del Consejo Europeo.
Según diplomáticos europeos en Bruselas, Alemania duda que Fico logre avanzar en la reforma del derecho de asilo y en un reparto justo de los refugiados en la UE. Eslovaquia interpuso una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, contra el sistema de distribución de solicitantes de asilo, que los países miembros acordaron el año pasado. No obstante, el representante permanente de Eslovaquia ante la UE, Peter Javorcik, está convencido de que lograrán diseñar una “agenda positiva” para la política migratoria en los próximos seis meses.
Política de asilo y referendo
En junio, el socialdemócrata Robert Fico dijo que era necesario “revertir la fragmentación de la UE”. Sin embargo, lo más probable es que las propuestas de la Comisión Europea para reformar el llamado “Reglamento de Dublín” para acoger y repartir a solicitantes de asilo no se negocien bajo la presidencia del país del este de Europa, que cuenta con el respaldo de Checoslovaquia, Polonia y Hungría. En 2015, Eslovaquia acogió oficialmente a ocho solicitantes de asilo.
Si bien la tasa de desempleo en este país es relativamente alta, la economía es estable y crece. Asimismo, el déficit presupuestario está bajo control, y las subvenciones comunitarias fluyen. En 2003, poco antes de la adhesión de Eslovaquia a la UE, un 92 por ciento de la población votó a favor de la membresía. Hoy día, el porcentaje probablemente no sería tan alto. Encuestas revelan que en Eslovaquia la aprobación de la UE es más alta que en otros países del bloque. Sin embargo, el partido de extrema derecha “Partido Popular Nuestra Eslovaquia” está reuniendo firmas para celebrar un referendo sobre la salida del país de la UE.
A la sombra del brexit
También el brexit empañará la presidencia del Consejo Europeo. “Empezamos a preparar la presidencia hace tres o cuatro años. Cómo íbamos a adivinar que después de la crisis de refugiados vendría la salida de los británicos”, dice el representante permanente eslovaco. En septiembre, se celebrará una cumbre especial de los 27 Estados miembros sin la participación de Gran Bretaña en la que se debatirá el futuro del bloque comunitario.
El politólogo Jon Lang, de la red de expertos Global Risks Insight, no cree que los eslovacos sean capaces de diferenciar entre asuntos nacionales y europeos. Su falta de experiencia a la cabeza del Consejo Europeo probablemente también se traducirá en un menor grado de profesionalismo, opina. Por su parte, los eslovacos quieren cosechar éxitos sobre todo a nivel de política económica. Abogarán por mayores inversiones para impulsar el crecimiento en la zona euro. Además, pretenden mejorar la cooperación en el mercado interior digital. En octubre, esperan poder firmar el acuerdo de comercio con Canadá (CETA) y, pese a todas las críticas, también buscan avanzar en las negociaciones con Estados Unidos sobre el TTIP.
¿Vienen ahora el nexit, el frexit y otros "exit"? (2015)
El triunfo del brexit supone un shock para Europa. Pero el voto de los británicos es agua para los molinos de los populistas de derecha y los euroescépticos, que olfatean una oportunidad. ¿Se producirá un efecto dominó?
Imagen: Reuters/T. Melville
UKIP: "La UE fracasa, la UE muere"
El jefe del partido independentista británico UKIP, Nigel Farage, proclamó este viernes el #IndependenceDay: "La UE fracasa, la UE muere". Farage demanda rápidas negociaciones para la salida. "Espero que hayamos sacado el primer ladrillo del muro. Espero que este sea el primer paso hacia una Europa de naciones soberanas".
Imagen: Reuters/T. Melville
Wilders: "Holanda será la próxima"
"Bye bye, Brüssel", escribió el populista holadés Geert Wilders, advirtiendo: "¡Holanda será la próxima!" Wilders demanda desde hace tiempo un referéndum sobre la permanencia de su país en la UE. De acuerdo con las encuestas, una mayoría de los neerlandeses quiere que se realice una consulta sobre un "nexit".
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Wainwright
Frente Nacional: "Triunfo de la libertad"
También la derecha francesa espera beneficiarse del brexit: "Triunfa la libertad", tuiteó Marine Le Pen, líder del Frente Nacional. "Como lo vengo pidiendo desde hace años, debemos celebrar ahora un referéndum similar en Francia y en otros píses de la UE", apuntó. La demanda de un "frexit" podría darle un nuevo impulso a su campaña para las elecciones presidenciales de 2017.
Imagen: Reuters/H.-P. Bader
AfD: "Fin de la esclavitud"
La jefa del partido populista Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, reaccionó más bien fríamente en Twitter: "Ha llegado el tiempo de una nueva Europa". Un parlamentario de AfD de Turingia fue más duro: "Yo sé que el pueblo alemán también quiere en su mayoría liberarse de la esclavitud de la UE", dijo Björn Höcke, añadiendo que los británicos abandonaron "la senda de la locura colectiva".
Imagen: Getty Images/J. Koch
PP de Dinamarca: "La UE subestimó el escepticismo"
Kristian Thulesen Dahl, el mayor euroescéptico de Dinamarca y jefe del Partido Popular danés, aplaudió en facebook el triunfo del brexit. "La UE subestimó por completo el escepticismo de los ciudadanos. La UE despojó de su poder a los estados nacionales y ahora paga la cuenta". También él quiere que se celebre un referéndum en su país.
Imagen: picture alliance/dpa/L. Kastrup
Derecha austriaca: "Contra la locura migratoria"
"Tras el brexit se requieren profundas reformas en la UE; ¡y sin Schulz y Juncker!" tuiteó el jefe del partido derechista FPÖ, Heinz-Christian Strache.También esa colectividad piensa en un referéndum sobre la UE. "Felicitamos a los británicos por su recuperada soberanía", dijo Strache. En el portal del FPÖ se lee además que el resultado es una señal "contra la locura migratoria que perdura".
Imagen: Reuters/H.-P. Bader
Hungría: ¿Referéndum sobre cuotas de refugiados?
El premier conservador húngaro Viktor Orban debe sentirse reforzado en lo referente a su política antirrefugiados. Dijo creer en una Europa fuerte, pero subrayó que eso requiere soluciones para "problemas significativos como la inmigración". Poco antes del referéndum británico, el Tribunal Constitucional de Hungría dio luz verde para realizar una consulta sobre las cuotas de refugiados de la UE.
Imagen: picture alliance/AA/D. Aydemir
República Checa: Parlamento rechaza discutir un "chexit"
Si fuera por los populistas de derecha de la República Checa, tras el brexit vendría el "chexit". Entre los más duros críticos de la UE se cuenta el expresidente Vaclav Klaus. A comienzos de mayo, sin embargo, fracasó una moción del partido populista Usvit para discutir en el Parlamento de Praga acerca de un referéndum sobre la permanencia del país en la UE.