Eslovaquia recordó hoy a las víctimas del tiroteo que esta semana dejó ocho muertos en las calles de Bratislava, incluyendo al autor de los disparos. Las banderas ondearon a media asta, los casinos permanecieron cerrados y la televisión y la radio públicas cancelaron sus programas de entretenimiento.

En honor a las víctimas, el arzobispado católico de la capital celebró la noche del miércoles una misa en la catedral de la ciudad, a la que asistió el primer ministro, Iveta Radicova.

La tragedia tuvo lugar la mañana del lunes, cuando el agresor mató a seis miembros de una familia de gitanos en el barrio de Devinska Nova Ves. Entre las víctimas, que eran vecinos del asesino, había un niño de 12 años. El hombre siguió luego disparando indiscriminadamente por las calles con una ametralladora. En su huida mató a una mujer de 52 años, que al parecer fue alcanzada por un disparo en su balcón, e hirió a otras 15 personas. Al verse rodeado por la policía, se suicidó. Los motivos del tiroteo siguen sin aclararse. Familiares de las víctimas aseguraron al diario "Sme" que el agresor odiaba a los gitanos, pero la investigación oficial aún no encontró pruebas como para hablar de un crimen racial. (dpa)