La campaña por el reconocimiento de la UNESCO del famoso centro de detención y desaparición argentino ha llegado a Bruselas. ¿Un lugar del horror como patrimonio de la humanidad?
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No son muchos. La historia de ninguno de esos lugares deja impasible a nadie. En Europa son dos: el campo de concentración Auschwitz-Birkenau en Polonia y el Puente Viejo en Móstar. Patrimonio de la Humanidad desde 1979, el primero; desde el 2005, el segundo.
Al complejo de Ausschwitz, con varios campos de concentración y exterminio, fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales un millón fue exterminado entre el 1940 y el 1945 por la Alemania nazi. Las bombas croatas en 1993 destruyeron el Puente Viejo de Móstar, suponiendo el fin de varios siglos de convivencia entre comunidades musulmanas y católicas.
Secuestrados, encapuchados, arrojados al mar
Ahora, el espacio de memoria de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina quiere integrar la apretada lista de estos lugares patrimoniales de la humanidad. Entre el 1976 y el 1983, cinco mil personas estuvieron detenidas ahí, fueron torturadas y finalmente muchas fueron arrojadas vivas al mar.
Unos quinientos bebés desaparecieron. En esta campaña, que empezó en el 2015, se hace hincapié en que el reconocimiento de la UNESCO sería acabar por reconocer oficialmente que en Argentina hubo terrorismo de Estado, crímenes de lesa humanidad: la memoria como un medio para lograr la justicia y la no repetición.
"Ha sido tan grave y terrible lo que ha ocurrido en la ESMA durante la dictadura argentina, que lo que hay que hacer es mostrar al mundo que esto cambia. Pero esto no puede ser Patrimonio de la Humanidad”, dice a DW Josep-María Terricabras, filósofo y catedrático catalán. "Entiendo sí que quieran cambiarlo en un espacio del "nunca más”, ¿pero cómo puede ser patrimonio lo de Videla y compañía?”, plantea.
El que lugares como Hiroshima (1996) o la ruta de la esclavitud desde la isla de Gorée en Senegal hasta el Brasil (1978) sean legados para las generaciones por venir está exento de polémica. Sin embargo, Terricabras cuestiona: "Si no distinguimos entre términos es terrible. ¿Qué quiere decir, entonces, la palabra patrimonio? ¿Puede ser lo mismo un espacio que que ha producido belleza y riqueza a los habitantes de la Tierra que aquellos del tránsito por el dolor y la pena?”
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"Valor universal único"
Efectivamente, la definición es ajustada. De un "valor universal único” habla la UNESCO, la lista no alcanza la decena. En 2012, por ejemplo, desde el Estado alemán de Turingia se hizo una fuerte campaña para que el campo de concentración de Buchenwald fuera declarado Patrimonio de la Humanidad. Si Auschwitz-Birkenau había recibido el sello de la UNESCO como de advertencia contra el totalitarismo para las nuevas generaciones, ¿por qué no ponerlo también en el campo de concentración cercano a la histórica ciudad de Weimar?
En Buchenwald estuvieron presas unas 250.000 personas de toda Europea. Aunque no contaba con cámaras de gas, los trabajos forzados, los experimentos médicos, el hambre y los fusilamientos se llevaron la vida de unas 56.000. Hasta la reunificación alemana, el campo de Buchenwald fue sitio de memoria histórica en la ex República Democrática Alemana. "No son los crímenes los que pertenecen al legado de la humanidad, sino el hecho de que hubo quien se opuso”, se explicaba en la campaña por Buchenwald, recordando que escritores como Ulie Wiesel y Jorge Semprún estuvieron entre sus reclusos.
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Espacio de verdad
Según los que favorecen la moción, en ese sentido iría también el reconocimiento de la ESMA. La protesta de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo exigiendo saber el paradero de sus hijos y nietos fue lo que llamó la atención internacional sobre los miles de desaparecidos.
"El restablecimiento de la verdad es de lo más importante que hay. Los actos de reivindicación como los de las mujeres argentinas sí que hay que reconocerlos como un valor fantástico de la humanidad”, apunta Terricabras, dignificando la búsqueda de los desaparecidos y de los bebés robados.
Catedrático de la Universidad de Gerona y ex eurodiputado de la bancada de los Verdes/ALE, Terricabras integró una comisión de investigación de los bebés robados en España, durante los años cuarenta de la dictadura franquista hasta 1996, cuando se registró un último caso.
Se calcula que unos 300.000 niños fueron sustraídos a sus madres, por lo general republicanas y de escasos recursos. "Es un escándalo mayúsculo. En Argentina fueron solamente siete años, y pudieron hacer menos daño. Por otro lado, Argentina se ha preocupado por tener una importante base de datos de ADN. Eso en España no existe: se facilita que los que buscan se hagan pruebas de ADN, pero tienen que costeárselas por sí mismos”, subraya.
En ese sentido, ¿la ESMA sí sería un símbolo para la humanidad? En cualquier caso, desde las instituciones de la Unión Europea se prevé apoyo. "Que se convierta en símbolo de la protesta, la lucha por la justicia y la verdad. Pero, patrimonio de la humanidad no, lo que ha sucedido en la ESMA es algo horribe”, concluye Terricabras.
Megajuicio a represores: un hito en la historia de Argentina
La dictadura argentina (1976-1983) fue duramente juzgada en una megacausa que condenó por crímenes de lesa humanidad a 48 militares.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. di Baia
El golpe
El general Jorge Rafael Videla (centro) jura como presidente de la República Argentina, el 24 de marzo de 1976, acompañado por el almirante Emilio Massera (izq.) y el brigadier Orlando Agosti (der.), miembros de la cúpula militar que derrocó a la entonces presidenta democrática Isabel Perón, esposa de Domingo Perón. Todos los que posan en la foto fueron condenados por crímenes de lesa humanidad.
Imagen: AP
Cuando empezó el horror
Dos soldados del ejército leen un periódico en la Plaza de Mayo, en el corazón de Buenos Aires, el día en que las Fuerzas Armadas tomaron el poder. Durante los siete años (1976-1983) que duró el gobierno militar, las fuerzas armadas emprendieron una campaña contra opositores políticos y movimientos culturales. Los grupos de derechos humanos elevan la cifra de desaparecidos a 30.000.
Imagen: AP
Nunca más
La CONADEP fue una comisión creada por el ex presidente Raúl Alfonsín en 1983, tras el advenimiento de la democracia en Argentina, que investigó violaciones a los DD. HH. durante la dictadura bajo la dirección del escritor argentino Ernesto Sábato. Su informe final "Nunca más" dio paso a los primeros juicios a los jefes militares, entre ellos Rafael Videla y Emilio Massera (ver primera foto).
Imagen: picture-alliance/dpa
"Perdón" a los represores
Apenas asumió en 1989, el ex presidente Carlos Menem (der.), anunció una serie de decretos que indultaron a los responsables del golpe, librándolos de toda posibilidad de juzgamiento. El beneficio extendió el “perdón oficial” a los jefes militares procesados no favorecidos por las leyes de “Punto Final” y “Obediencia Debida”, promulgadas por el expresidente Ricardo Alfonsín (izq.) en 1986 y 1987.
Imagen: Daniel Garcia/AFP/Getty Images
Juicios en marcha
El entonces presidente Néstor Kirchner promulgó, el 2 de septiembre de 2003, la ley 25.779 que declaró la nulidad de las leyes de “Obediencia Debida” y “Punto Final”, que hasta ese momento frenaban los juicios de lesa humanidad. A su tiempo y en un decisión histórica, la Corte Suprema de Justicia habilitó el juzgamiento de cientos de represores que habían sido indultados en los 80.
Imagen: picture alliance/dpa
Madres y Abuelas de Playa de Mayo
Las Madres de Plaza de Mayo, primera organización en denunciar los crímenes de la dictadura junto con las Abuelas de Plaza de Mayo, marchan con una pancarta con retratos de desaparecidos por la conmemoración, en 2015, del 39° aniversario del golpe. Los jueves de cada semana de todo el año, desde 1977, realizan su emblemática marcha alrededor de la Pirámide de Mayo frente al Palacio de Gobierno.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Mabromata
El "Ángel de la Muerte"
Alfredo Ignacio Astiz, conocido como el Ángel de la Muerte, fue un capitán de la Armada Argentina y operó durante la dictadura militar argentina como infiltrado en las organizaciones de derechos humanos. Este jueves (30.11.2017) fue condenado a cadena perpetua por la desaparición de las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Dumont y la muerte de la sueca Dagmar Hagelin, entre otros crímenes.
Imagen: picture alliance/dpa/picture-alliance
Arrojadas al mar
Alice Domon, apodada Caty, fue una monja católica francesa secuestrada durante la dictadura argentina y arrojada desde un avión militar entre el 17 y 18 de diciembre de 1977 en el mar argentino, cerca de la localidad de Santa Teresita, junto con Léonie Henriette Duquet, compañera de Domon en la congregación. El caso de ambas es mundialmente conocido como el de "las monjas francesas".
Imagen: Getty Images/AFP
El día de su muerte
Léonie Henriette Duquet fue una monja católica francesa detenida-desaparecida durante la dictadura militar. Al producirse el golpe militar, ella y Domon empezaron a participar en las organizaciones de DD. HH., algo que definió su participación en una solicitada crítica al gobierno militar publicada por el diario La Nación el 10 de diciembre de 1977, el mismo día de su desaparición.
Imagen: Getty Images/AFP
Los NN
Personal del Equipo de Antropología Forense (EAAF) trabaja en una exhumación de cadáveres en el cementerio de San Vicente en Córdoba, Argentina, en 2003. El EAAF es una ONG científica argentina creada en 1984 con el fin de ayudar a identificar restos de personas vinculadas a crímenes de la dictadura. Desde el año 1986 trabajó en más de 30 países, incluidos Bosnia, Angola, Kosovo y Sudáfrica.
Imagen: picture-alliance/dpa
El papa Francisco
El Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, habla con medios después de una reunión privada en el Vaticano con el Papa Francisco, en Roma, el 21 de marzo de 2013. Esquivel defendió a Francisco contra numerosas acusaciones en su contra por complicidad con las Fuerzas Armadas que gobernaron argentina aludiendo a una “diplomacia silenciosa”.
Imagen: Reuters
Reencuentro
Estela de Carlotto (der.), presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, abraza a su nieto Guido, el hijo de su hija Laura desaparecida en 1976 y la persona 114 identificada por el grupo, en Buenos Aires, el 8 de agosto de 2014. Ignacio Hurban, secuestrado durante la dictadura, nació en realidad como Guido Montoya Carlotto, hijo de un prisionero político asesinado por el régimen militar.
Imagen: Getty Images/AFP/L. La Valle
Frente al tribunal
En una vista general de la audiencia de sentencia, los 52 soldados y los dos civiles que fueron sentenciados el miércoles (29.11.2017), escuchan el veredicto del tribunal por los llamados “vuelos de la muerte” y otros crímenes cometidos en el centro de tortura Escuela de Mecánicos de la Armada (ESMA).
Imagen: Getty Images/AFP/J.G. Toledo
Obama presente
El ex presidente de EE. UU., Barack Obama (izq.), y el actual presidente argentino, Mauricio Macri (der.), arrojan flores al río desde el Parque de la Memoria en el 40º aniversario del golpe de Estado de 1976. Desde que Macri asumiera el gobierno, más de 50 represores condenados fueron beneficiados con la prisión domiciliaria, según la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Kamm
Hollande por la memoria
El ex presidente francés, François Hollande (der.), también visitó el Parque de la Memoria, el 25 de febrero de 2016, para arrojar flores al Río de la Plata en memoria de los desaparecidos durante la dictadura. Lo acompaña la presidenta de Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, movimiento que busca niños secuestrados por el régimen militar para regresarlos a sus familias legítimas.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Fernandez
Visita de Steinmeier
El entonces ministro de Relaciones Exteriores de Alemania y actual presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier (der.), y la directora de la ONG Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto (izq.), tienen flores en sus manos antes de arrojarlas el río para honrar a las víctimas de la dictadura argentina, en el Parque de la Memoria en Buenos Aires, Argentina, el 3 de junio de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/V.R.Caivano
El Megajuicio
El ex capitán de la armada Jorge Eduardo Acosta (izq.), el ex espía Alfredo Astiz (segundo a la izq.), apodado "el Ángel de la Muerte"; y otros miembros de las Fuerzas Armadas esperan la sentencia del Tribunal Oral Federal N° 5 en Buenos Aires, este miércoles (29.11.2017). Acosta y Astiz fueron sentenciados a cadena perpetua junto con otros 46 represores, que también fueron condenados.
Imagen: picture-alliance/AP Images/V.R. Caivano
Esperanza
Al cumplirse 40 años del último golpe de Estado de la historia argentina, el 24 de marzo de 2016, se hicieron públicos datos de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad de Argentina, informando que hasta entonces habían sido condenados 703 represores en 156 sentencias. Sin embargo, el informe también alertó que “únicamente el 25% de las personas condenadas tiene su sentencia firme".