Marianne Birthler, la encargada de la Oficina de Documentación de la Stasi, el servicio secreto de la ex República Democrática Alemana, se ha manifestado a favor de una revisión del pasado de todos los nuevos parlamentarios del Bundestag alemán.

De varios de los integrantes de la lista de parlamentarios por el partido Izquierda existe fundadas sospechas de que colaboraron como "informantes inoficiales" para el macabro servicio secreto de extinta RDA, según declaraciones de Birthler. "La opinión pública tiene derecho a saber cuál de sus parlamentarios trabajó para el Ministerio de Seguridad de Estado de la RDA (MfS) y sus Servicios Secretos", recalca enérgicamente. Los parlamentarios, en su opinión, deberían someterse voluntariamente a una revisión de sus actas y su pasado. Birthler, que asumió en el año 2000 la dirección de este archivo, tiene tras suyo una larga carrera política que empezó con los movimientos de oposición en la Alemania del Este.

Birthler y su archivo

El archivo en cuestión es de dimensiones descomunales: en él se llevaba una carpeta por cada ciudadano que era sospechoso de cualquier actividad en contra del SED, el partido único que regía la extinta República Democrática Alemana. Y dignos de sospecha, al parecer, eran todos. El servicio secreto controló durante décadas con malévola minuciosidad al ciudadano por medio de una red de espías y "colaboradores informales" (CI) y utilizando métodos que partían del control de correo y la línea telefónica y llegaron hasta lo casi inimaginable.

Espías…

Para 1989 se calcula el MfS contaba con 85.500 empleados y 174.200 CI´s. Con la desaparición de la RDA, los ciudadanos del Este lucharon por la inmediata disolución de la odiada Stasi y por el derecho al acceso a su acta: desde 1992, 1,5 millones de ciudadanos lo han hecho. Por otro lado, una resolución legislativa prohíbe la publicación de tal información a terceros a menos que se tenga prueba fehaciente de su relación con el MfS.

…y espiados

Una de las más famosas de estas actas que serían de un interés fenomenal para la opinión pública es la del ex canciller alemán Helmut Kohl. El caso más actual, por otro lado, es el del líder de la Izquierda, Gregor Gysi, que se niega a que su acta se ponga a disposición de la prensa. Birthler, por su parte, aboga por una modificación de tal resolución, pues se trataría de un aporte de la elaboración de la historia alemana y aportaría a la investigación de la estructuras del poder en la RDA. Haber colaborado con los Servicios Secretos de la RDA le ha costado la carrera a más de un político prominente.

¿El precio a pagar?

El último caso de este tipo, el de Peter Porsch, está aún por decidirse: se trata del jefe de la fracción del partido de Izquierda en Sajonia, sobre cuya anulación del mandato decidirá el parlamento sajón a finales de octubre. Una portavoz de la Oficina, la Dra. Schekel, dijo a DW-WORLD que el hecho de haber colaborado con la Stasi influye en la carrera, dependiendo del cargo que ocupe y de la institución de la que se trate. Con estos antecedentes y en caso de comprobarse las sospechas, por verse está por cuánto tiempo los parlamentarios con una ficha semejante ocuparán su curul en el Bundestag de Berlín. . si hasta ahí llegasen.