El complicado vuelo de Evo Morales de retorno a Bolivia desde Rusia sigue generando controversia entre América Latina y Europa. La última parte de esta serie se dio con las declaraciones del ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, quien aseguró en una entrevista con TVE que les habían dicho que Snowden iba a bordo de la nave sudamericana.

Edward Snowden, exanalista de NSA que busca un país que lo asile tras haber filtrado información sensible sobre la seguridad de Estados Unidos, ha supuesto un quebradero de cabeza para todos los países que se han visto involucrados en su huida y ya Rusia empieza a presionarlo para que de una vez abandone el aeropuerto moscovita donde se encuentra.

García-Margallo aseguró, sin especificar quién, que “nos dijeron que (Snowden) estaba dentro” y desmintió que España hubiera bloqueado el aterrizaje del avión del mandatario boliviano. Cuando fue consultado sobre si había recibido o realizado algún llamado hacia Estados Unidos, el ministro se remitió a responder “eso forma parte del secreto del sumario”.

Maduro amenaza a Rajoy

Según García-Margallo, el embajador español en Viena, donde finalmente aterrizó Morales, se apersonó en el terminal para ponerse a disposición de Morales. Sin embargo, el jefe de Estado boliviano dice que el diplomático “me pidió tomar un café dentro del avión para verlo y, en el fondo, controlarlo. Dije que no soy un delincuente para que controlen el avión”.

Mientras, la ministra de Transparencia de Bolivia, Nardi Suxo, quien se encuentra en Madrid, exigió al gobierno español que se disculpe por el trato dispensado a Morales, especialmente por el intento de inspección de la aeronave. “Nos sentimos indignados, nos sentimos ofendidos. ¿Habrían hecho lo mismo con el avión de (Barack) Obama? ¿O de alguna otra potencia como Inglaterra?”, se preguntó Suxo.

La ola de malestar llegó hasta Nicolás Maduro. El mandatario venezolano dijo en una actividad en Cochabamba (Bolivia) el jueves (04.07.2013), que “el día en que el presidente Rajoy venga a sobrevolar nuestro espacio aéreo, podríamos bajarlo y revisarle el avión para ver si trae droga o los euros que se roba del pueblo español”. Esas palabras fueron calificadas como “incongruentes” por el gobierno peninsular.

DZC (El País, dpa)