La detención del consejero español de asuntos consulares en Teherán, que el lunes estuvo retenido durante más de cuatro horas en una comisaría de la capital de Irán, amenaza con abrir una crisis diplomática entre España y el país persa.

La ministra de Exteriores española, Trinidad Jiménez, advirtió hoy de que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estudia llamar a consultas a su embajador en Irán si el gobierno de Mahmud Ahmadineyad no pide disculpas u ofrece explicaciones "satisfactorias" en el plazo de 48 horas.

Lo sucedido el lunes con el diplomático Ignacio Javier Pérez-Cambra es un "hecho muy grave e inaceptable", manifestó la jefa de la diplomacia española en los pasillos del Congreso de los Diputados.

El Ministerio de Exteriores español protestó hoy ante el iraní y le instó a que le comunique por qué la policía del país persa detuvo al consejero de asuntos consulares.

"No hay todavía ninguna razón que justificase la detención", dijo Jiménez. "El gobierno de Irán no ha dado ningún tipo de argumento, ningún tipo de razones".

La jefa de la diplomacia española acusó a Irán de "violar" la Convención de Viena y la inmunidad diplomática: el consejero de asuntos consulares fue detenido pese a que se identificó como tal y "en ningún momento" le comunicaron los motivos de ese arresto, manifestó. "No hicieron ningún caso de su estatus diplomático".

dpa