Detienen a hombre en España por infectar a 22 personas
24 de abril de 2021
La policía comenzó a investigar tras recibir informes sobre "un trabajador que se había contagiado y había ocultado su enfermedad".
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Un mallorquín que contagió a 22 personas con COVID-19 fue arrestado por ir a trabajar y al gimnasio a pesar de tener los síntomas de la enfermedad, informó el sábado (24.04.2021) la policía.
La policía de la isla española comenzó a investigar a finales de enero después de detectar un brote en la ciudad de Manacor, tras recibir informes sobre "un trabajador que se había contagiado y había ocultado su enfermedad", precisó en un comunicado.
Días antes de que se detectara el brote, el individuo comenzó a mostrar síntomas, lo que suscitó la preocupación de sus colegas. Pero se negó a volver a casa.
Al final de la jornada, realizó una prueba PCR de detección de COVID-19 pero no esperó el resultado. Al día siguiente regresó a su trabajo y también fue a su gimnasio local.
"Os voy a contagiar a todos del coronavirus"
En el trabajo, tanto el gerente como el personal insistieron en que se fuera a casa porque podría estar infectando a otras personas. Pero los ignoró y durante su jornada laboral, el hombre circuló por todo el local, tosiendo mientras se bajaba la mascarilla, manifestando "os voy a contagiar a todos del coronavirus", según la policía.
Al final del día, cuando el resultado del test dio positivo, sus colegas, alarmados, también tuvieron que hacerse pruebas de detección. Cinco de ellos dieron positivo y a su vez contagiaron a varios de sus familiares, incluidos tres bebés de un año.
En el gimnasio, tres personas que habían estado en contacto directo con el hombre también se contagiaron y transmitieron el virus a sus familiares.
Por tales hechos se procedió a la detención del trabajador como presunto autor de un delito de lesiones, y en el día de ayer fue puesto a disposición de la autoridad Judicial. La policía precisó que sus acciones derivaron en un total de 22 infecciones, aunque ninguna requirió tratamiento hospitalario. (AFP)
Mallorca, el paraíso vacacional de los alemanes
Incluso en época de coronavirus, Mallorca sigue siendo uno de los principales destinos turísticos de Europa. A los alemanes este lugar les resulta especialmente atractivo. ¿Por qué?
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Reiner
No puede haber mejores vacaciones que éstas
Quinientos kilómetros de costa, bahías apacibles como Cala Formentor (en la foto) y temperaturas cálidas incluso en otoño, hacen de la mayor de las Baleares un lugar ideal para pasar las vacaciones. Viajeros solitarios, grupales o celebridades, para todos hay espacio en Mallorca. Y está al alcance de la mano a buen precio: desde Frankfurt se llega a esta isla en solo dos horas y media.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/D. Schoenen
Cómo comenzó todo
En 1833, se estableció un servicio regular de ferry entre Barcelona y Mallorca. Pero fueron unos amantes los que hicieron de la isla un destino apetecido. La escritora George Sand y el pianista Frédéric Chopin pasaron el invierno de 1838/1839 en un monasterio de Valldemossa (en la foto). La novela "Spiridión" fue escrita allí y su descripción de la isla desencadenó el primer boom turístico.
Los primeros turistas de comienzos del siglo XX llegaban principalmente de España y Reino Unido, buscando naturaleza y romance. La mayoría de las playas de Mallorca siguen sin ser explotadas a cabalidad, como estas de Calvià y Alcúdia (en la foto). En 1935, el clima templado atrajo a 50.000 turistas, en 1950, ya eran 100.000 y, en 1960, llegaron al millón.
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Auge de vacaciones junto al mar
En la década de 1960, el turismo empezó a crecer velozmente. A lo largo de la costa aparecieron hoteles y pioneros de la venta de viajes, como Neckermann y Dr. Tigges, que invirtieron con prontitud. Los alemanes querían vacaciones asequibles y tranquilas, que es lo que obtuvieron en Mallorca. El pequeño pueblo de El Arenal, a 20 kilómetros de la capital, Palma, pronto se volvió irreconocible.
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La zona de fiestas
A comienzos de los 80, El Arenal era el centro de reunión de los veraneantes. Además de alemanes, británicos y escandinavos llegaban al lugar a celebrar fiestas. El "Ballermann 6" rápidamente se volvió un punto de encuentro para las orgías alcohólicas. La palabra es una alteración alemana de "Balnearia", nombre de los puestos de playa, que se instalan cada 500 metros y están numerados del 1 al 15.
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Palma: cultura con playas
La catedral es uno de los puntos de referencia de la capital de la isla, Palma, y también uno de sus lugares más visitados. Hasta la crisis del coronavirus, los 400.000 habitantes de la ciudad luchaban contra el exceso de turistas. Esto, por los cruceros que atracan y llenan las calles del casco antiguo con miles de visitantes. En 2019, más de 7 millones de personas pasaron una noche en Mallorca.
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El espectacular almendro en flor
La primavera y la temporada baja comienza en Mallorca con el florecimiento de los almendros. Los primeros turistas disfrutan de una atmósfera aún plácida en la isla, donde pueden gozar a sus anchas de pintorescas localidades y villas del interior, además de variada naturaleza. Más de un tercio de la isla son zonas naturales protegidas.
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El llamado de la montaña
Aquellos que aman los desafíos deportivos se dirigen sin titubear a las montañas Tramuntana, donde las alturas -que suelen superar 1.000 metros- cubren amplias zonas del norte y este de la isla. Los ciclistas de montaña pueden encontrar senderos impresionantes, como el de Cap Formentor. Los excursionistas pueden tomar el tramo GR 221 y los ciclistas de carrera, los serpenteantes pasos montañosos.
En el agua se pueden vivir grandes experiencias. Al menos en Mallorca. Aquellos que no se pueden permitir el lujo de un yate, al menos podrán disfrutar de la belleza de puertos pesqueros como Cala Figuera, Porto Colom o Port Sollér. Antiguamente, a través del puerto de Sóller, las naranjas cultivadas en las montañas mallorquinas eran enviadas a Francia.
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Las fincas, una alternativa a los hoteles abarrotados
Los que deseen escapar del ajetreo y el bullicio de las playas pueden encontrar espacio en una finca, que suelen contar con todas las comodidades del caso. Acá, la relajación está garantizada. No importa si eres amante del sol, de las fiestas, buscador de paz o un vacaconista hiperactivo. En Mallorca hay espacio para todos. Cuatro millones de alemanes al año no pueden estar tan equivocados.(dz/vt)