La euforia de España tras el 4:0 contra Ucrania no tiene límites. Ahora temen más al enemigo en sus propias filas que al rival en el campo. Incluso el más joven de la selección española comentó que era muy peligroso pensar que todos los partidos serían como el primero. Cesc Fábregas, jugador del FC Arsenal, advirtió también a los de casa: "nadie debería celebrar el triunfo por anticipado."

Con las manos vacías

Los aficionados españoles esperan en el partido de Stuttgart (21:00 h. CET) un espectáculo similar al partido contra Ucrania. La entrada a octavos ya se da por hecha contra la opinión de los jugadores: "Todavía no tenemos nada seguro. Sólo hicimos un buen partido", comenta el defensa Carlos Marchena. "Si perdemos los dos siguientes encuentros estaremos fuera." Fábregas añade que es simplemente de tontos especular ahora sobre la posible entrada a octavos de final.

Además de tener la confianza por todo lo alto, la selección española cuenta con sus 23 jugadores intactos. Y el "Sabio de Hortaleza", como se conoce al seleccionador Luis Aragonés, goza del beneplácito de todos sus jugadores a pesar de su rudas maneras.

La estrella en el banquillo

Tan sólo el capitán Raúl, que no salió en el partido ante Ucrania hasta el minuto 55 y tampoco jugará en el once inicial contra Túnez, se quejó ante los medios españoles de su condición de reserva. Con 43 goles en 95 partidos como internacional, Raúl es uno de los grandes futbolistas españoles de todos los tiempos. Sentado en la reserva como capitán, su enfado es perfectamente comprensible.

El entrenador Luis Aragonés temía que el mal humor del capitán influya sobre los miembros del equipo. A pesar de que dirige a su escuadra con mano de hierro, en este caso demostró comprensión (por supuesto sin mencionar nombres): "Entiendo que algunos jugadores estén enfadados. Pero no puedo soportar que alguien se queje en público". "Y hasta ahora nadie lo hizo", añadió diplomáticamente el veterano entrenador.

Mientras Aragonés sacará el mismo once inicial que en el primer partido, el entrenador de Túnez, Roger Lemerre, comenzará el partido con cambios en la defensa y en el ataque. El francés intenta darle más ánimo a su tropa: "Si nos esforzamos podemos conseguir algo", comentó advirtiendo a sus jugadores de salir con demasiado respeto. "España es un país con muy buen fútbol, pero no debemos dudar nunca."