¿Cuál es la posición de los grandes partidos políticos españoles sobre la aplicación del polémico artículo 155 de la Constitución? Aquí se lo explicamos.
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España se encuentra ante uno de los mayores desafíos políticos de su último período democrático. La respuesta del Gobierno central ante la insumisión de la Generalitat catalana y una potencial declaración unilateral de independencia fue inédita: activar, con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, el artículo 155 de la Constitución, jamás utilizado desde que el texto constituyente entró en vigor en 1978.
Se trata, en resumidas cuentas, de una cláusula de salvaguarda del Estado de derecho para la situación en la que una autonomía díscola no cumpla con las normas que le imponen la Constitución u otras leyes. Pero es más complicado. No se trata de disolver la autonomía ni sus órganos. Además, lo que dificulta verdaderamente la cuestión es que ninguna ley concreta desarrolló las "medidas necesarias” de las que habla el artículo, una ambigüedad que abre espacio a posibles decisiones discrecionales.
El movimiento de Madrid ha sido extremadamente polémico. Las manifestaciones populares en contra se han sucedido no solo en Cataluña, sino también en otras partes de España. Critican el "tinte dictatorial” de la medida. Esta todavía tiene que ser aprobada por el Senado, lo cual ocurrirá previsiblemente este viernes (27.10.2017), pero la mayoría conservadora en dicha cámara lo convierte en puro trámite. Aunque quizás sea el trámite que abra en el último momento una ventana al diálogo.
La ciudadanía española está dividida por las opiniones respecto al artículo 155. ¿Cuál es la posición de sus representantes al respecto?
Partido Popular
El partido de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, se ha reafirmado una y otra vez en su convicción de seguir adelante con este procedimiento. Según el mandatario español, se trata de la "única respuesta posible” que le ha dejado el presidente regional catalán, Carles Puigdemont.
Hay quien defiende que, si Barcelona llega a convocar elecciones regionales, podría detenerse la aplicación del 155. Pero Rajoy no quiere ni oír hablar de esto. Para el Gobierno ya no hay posibilidad de hacer borrón y cuenta nueva. Desde el PP subrayan que el 155 seguirá adelante y sus medidas se aprobarán el viernes o el sábado, aplicándose de forma gradual.
Además, en su comparecencia ante el Senado el jueves (26.01.2017), la vicepresidenta del Ejecutivo, Sora Sáenz de Santamaría, defendió la necesidad de "rescatar” Cataluña de quienes se empeñan en ponerla "fuera de la ley” e insistió en que, en cualquier caso, Puigdemont debe volver a la legalidad, renunciar a la independencia y aceptar la Constitución antes de convocar elecciones.
PSOE
El segundo mayor partido de España dio un giro de 180 grados a este respecto. Si en julio afirmaba que "nunca” apoyaría esta opción, hace unos días concedió su apoyó al Gobierno, siempre y cuando Puigdemont no convocase elecciones anticipadas.
No obstante, los socialistas entienden que unas elecciones conforme a la ley electoral supondría "volver a la legalidad constitucional” y bastaría para suspender la aplicación del artículo. Pero el PP se muestra reacio a aceptar una enmienda a este respecto en el Senado. Y es quien tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta.
Ciudadanos
Los autoproclamados liberales de Ciudadanos, nacidos políticamente en Cataluña (en cuyo Parlamento regional lideran la oposición) con un discurso abiertamente españolista y que posteriormente se extendieron por el resto del país, han sido desde el principio firmes partidarios de la aplicación del 155 contra la Generalitat. De hecho, para su secretario general, José Manuel Villegas, dicho artículo "se debería de haber aplicado hace tiempo”.
En las últimas horas el partido naranja ha cerrado filas con Rajoy, a quien ha apremiado a seguir adelante, y ya solo trabaja con unescenario: la convocatoria de elecciones autonómicas por parte de Madrid tras la intervención mediante el 155. A su juicio, esa es la solución para el problema del independentismo en Cataluña.
Unidos Podemos
El izquierdista Unidos Podemos (UP) se mantiene inmutable en su postura de rechazo a la aplicación del artículo constitucional, que define como una "castración” de las funciones del Parlament. La coalición que lidera Pablo Iglesias insiste en su defensa de "un país plurinacional”, para lo cual apuesta por que no haya "ni declaración de independencia ni 155”. Diálogo, reclaman. Pero tampoco hay más propuestas concretas sobre la mesa.
Asimismo, UP ha criticado las medidas del 155 con las que el Gobierno del Partido Popular quiere devolver la "legalidad” a la Generalitat. Por ejemplo, la intervención de la televisión pública catalana, acusada por la oposición catalana de favorecer al independentismo. "¿Creen que pueden dar ejemplo de pluralidad los que llevan Televisión Española?”, criticó este jueves uno de los senadores de UP, en referencia a los numerosos escándalos de manipulación informativa que ha protagonizado TVE desde la primera legislatura de Rajoy, que se ha visto plasmados en una caída en vertical de los índices de audiencia.
Autor: Enrique Anarte (CP)
Origen histórico del independentismo en Cataluña
Ante la escalada de tensión en torno al movimiento independentista de Cataluña, repasamos los momentos históricos de esta comunidad autónoma española en los que ha contado con distintos grados de autonomía.
Imagen: Reuters/A.Gea
Cataluña: concentración de población
Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de las 17 comunidades autonónomas de España. Situada en el nordeste de la península Ibérica, tiene una población de más de 7 millones y medio de habitantes que viven en las cuatro provincias que la componen: Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona. La ciudad de Barcelona, y su área metropolitana, aglutina a dos tercios de la población catalana.
Pasado colonial diverso
Cataluña vivió la colonización de los pueblos fenicio, etrusco y griego. Los griegos se establecieron en Rosas y también en Ampurias (foto), que tuvo una gran influencia en el territorio hasta la llegada de los romanos. Estos levantaron infraestructuras y ciudades, tal como hoy las entendemos. Fue una posesión del Imperio hasta que pasó a manos de los visigodos.
Imagen: Caos30
Condados catalanes, dominio independiente
Cataluña fue conquistada por los musulmanes que fueron expulsados con el apoyo de Carlomagno. Los llamados condados catalanes se convirtieron, con el tiempo, en un dominio independiente y se confederaron en 1137 con la Corona de Aragón, a raíz de una unión dinástica entre Aragón y Cataluña. En el siglo XIII y principios del XIV la Corona se expande con las conquistas de Mallorca (foto) y Valencia.
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Conservando autonomía hasta la Sucesión
En el siglo XIII surgen instituciones como la Diputación del General (Generalitat de Cataluña), las Cortes Generales y administraciones locales, como el Consejo de Ciento de Barcelona. La Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla en 1476, pero conservó sus instituciones autónomas de gobierno hasta el final de la Guerra de Sucesión Española (1714), posterior a la de los Segadores (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Cada 'Diada' se celebra una derrota
Con la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe rey promulgó el Decreto de Nueva Planta y se abolieron los privilegios nobiliarios, los fueros locales y las instituciones de autogobierno que eran respetadas por la Casa Austria en todos los reinos declarados austracistas. Cada 11 de septiembre (foto) se recuerda la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Falta de apoyo a la figura monárquica
El Sexenio Revolucionario trajo el fin del reinado de Isabel II de España y la restauración de la dinastía borbónica en 1875. Con la redacción de la Constitución de 1869 surgió el problema de en qué figura debía recaer la monarquía española. Amadeo de Saboya fue elegido como Monarca constitucional en 1871. Lo fue hasta el 1873, al abdicar por falta de apoyo y la tercera guerra carlista (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Un federalista al frente de la Primera República Española
Tras la abdicación de Amadeo I, el 10 de febrero de 1873, se proclamó la Primera República Española que apenas duró un año. El republicanismo estaba dividido entre aquellos que querían una República unitaria (con un único gobierno para todo el país) y una federal (en la que los estados autónomos se ponen de acuerdo para crear un Estado de rango superior) como Francisco Pi y Margall (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Intento de creación de un Estado Catalán
La República tuvo que hacer frente a dificultades como las confrontaciones entre los republicanos unitarios y los federalistas, así como el intento de Cataluña de crear un Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la Monarquía Española y la dinastía borbónica con el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España (foto).
Imagen: picture-alliance/Quagga Illustrations
El catalanismo republicano en lucha
Entre 1923 y 1930, la dictadura del General Primo de Rivera se instauró en España, con el apoyo del rey Alfonso XIII, el Ejército, de la burguesía, los terratenientes y la Iglesia. No obstante, Cataluña se convirtió en uno de los focos más activos de oposición a la dictadura con el crecimiento del catalanismo republicano cuyo líder, Francesc Macià, (foto), fue el luchador más comprometido.
Guerra Civil, consecuencia de poner fin a la Segunda República
En la Segunda República, diputados catalanes elaboraron el Estatuto de Núria que fue aprobado en las Cortes Españolas en 1932. Ese año, Macià fue ratificado como presidente en las elecciones al Parlamento de Cataluña. Luego fue sucedido por Lluís Companys en el cargo hasta el final de la Guerra Civil (1936-1939) que se produjo tras el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno de la II República.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Pérdida de libertades
El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos no afines al régimen, la supresión del Estatuto de Autonomía (que ya había sido suspendido por el Gobierno de España entre octubre de 1934 y febrero de 1936) y sus instituciones derivadas y la persecución de la lengua y la cultura catalanas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Recuperando autonomía con un nuevo estatuto
Después de las primeras elecciones generales tras el término de la dictadura, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat con José Tarradellas al frente. Este formó un gobierno de concentración (1977-1980) con doce consejeros para redactar el estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 y convocó elecciones al Parlamento de Cataluña (foto) donde fueron elegidos los primeros 135 diputados.
El nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que define a Cataluña como nacionalidad y reconoce el catalán como lengua propia, era superior al de 1932 en aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros, como justicia, finanzas y orden público. Tras su promulgación, se celebraron las primeras elecciones catalanas en 1980. Jordi Pujol estuvo al frente de la Generalitat hasta el 2003.
Imagen: Jose Gayarre
El auge de una reivindicación
El independentismo creció en los últimos años debido a los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto aprobado en 2006 y que establece una nueva
relación prácticamente federal con España, y al rechazo del gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la promesa electoral de Artur Mas, que pretendía acabar con el déficit fiscal que sufre Cataluña con un sistema similar al concierto vasco.
Imagen: Reuters/A.Gea
Primer intento: 9N
Las manifestaciones multitudinarias a favor de la independencia siguieron creciendo en 2013 y 2014 y forzaron a Artur Mas, que firmó un acuerdo de gobernabilidad con ERC, formación política que quedó segunda en escaños por primera vez en la historia posfranquista, a convocar una consulta sobre la independencia en el 2014. La votación se llevó a cabo finalmente el 9 de noviembre de 2014.
Imagen: Reuters/G. Nacarino
Duelo de titanes
En enero de 2016, a raíz del acuerdo entre Juntos por el Sí (formado por Convergencia Democratica de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña, entre otros) y la CUP, Mas fue sustituido por Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Puigdemont ha continuado el proceso independentista convocando un nuevo referéndum para el domingo 1 de octubre, rechazado por el gobierno de Rajoy.